Meet Me In The Woods || Jicheol / Jeongcheol

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두려움

El miedo es una emoción caracterizada por una sensación desagradable ante un peligro inminente; puede ser real o imaginario, venir del presente, del pasado o de un futuro cercano o lejano.

Es una emoción que la mayor parte de los humanos tiene y que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza.

Está relacionado a la ansiedad y su máxima expresión es el terror.

Catherine Lutz es una antropóloga estadounidense que descubrió que dentro de la comunidad ifaluk se considera a la "cobardía" como algo positivo, lo cual los lleva a confesar cada vez que tienen miedo, pues dentro de sus leyes esto los lleva a ser personas inofensivas y temerosas (o sea, algo positivo para ellos).

En El miedo: una historia cultural, Joanne Bourke revela que el miedo, dependiendo de la época y el contexto histórico y social, es tanto un sentimiento colectivo como individual. Así mismo nos dice que es un arma de dominación política y de control social, haciendo hincapié en la creación de falsos escenarios de inseguridad ciudadana.

La representación del miedo dentro del arte ha sido importante, pues éste se encuentra por todas partes.

Dentro de la literatura constituye a todo un género narrativo. Comenzó en el siglo XIX a manos de autores como Edgar Allan Poe, H. P. Lovecraft, o Gustavo Adolfo Becquer. Dentro de esta literatura se han creado representaciones del miedo, tales como Drácula o el monstruo de Frankenstein.

Existe también todo un género dentro del espectro cinematográfico.

Dentro de la pintura, en especial la contemporánea, se ha retratado este sentimiento del ser humano. Ejemplo perfecto de esto se encuentra en la pintura El grito de Munch, aunque existen otros artistas con más ejemplos, como del Bosco, Brueghel o Piranesi.

La escultura, especialmente la occidental en la época medieval, elevó el miedo a categoría de arte.

En conclusión, el miedo está en todas partes y todos lo hemos sentido, siempre.

Quizás a la oscuridad, a los monstruos debajo de la cama, o a la pérdida de un amigo... o, quizás, a que éste lleve desaparecido por días, sin haber dejado rastro alguno.

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