Capitulo 4.2: acrofobia

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Para su mala suerte, Beomgyu y Yoobin no tuvieron que "aparecer" en otro lugar cuando todos dieron media vuelta, por lo que ambos tuvieron que seguir viendo a las demás personas en aquel estado.

Pero para lo que no estaban preparados eran para ver a sus amigas de aquella manera, justo como habían estado viendo a todas esas personas desde la mañana por la televisión.

Moonbyul y Siyeon habían actuado normal hasta unos segundos atrás, cuando ambas comenzaron a moverse de manera extraña, como si de la nada hubieran aparecido paredes invisibles alrededor de Moonbyul, o como si Siyeon estuviera encerrada en algún lugar. Sus cuerpo estaban rígidos, respiraciones alteradas, sus ojos se movían con miedo hacia todos lados pero parecían no ver nada en concreto.

–¿Chicas? –Preguntó Yoobin–, ¿qué les pa...? –Entones se detuvo de golpe.

Beomgyu quiso girarse hacia ella de inmediato para asegurarse de que estuviera bien, pero en cuanto tuvo intenciones de moverse, comenzó a sentir cómo su cuerpo se iba endureciendo, como si de pronto comenzara a estar congelado. No sentía frío, pero le era imposible mover cualquier parte de su cuerpo que no fueran sus ojos.

Entonces empezó su calvario.

Como si la gravedad no existiera, sus pies dejaron de tocar el suelo. Beomgyu intentó mirar hacia abajo y ver lo que estaba pasando, pero sus ojos sólo pudieron notar cómo el asfalto estaba quedando cada vez más lejos de él, y el miedo lo invadió.

El chico siempre había tenido miedo a las alturas, aunque nadie sabía de dónde provenía, pero todos lo habían averiguado cuando Seungcheol y él, de niños, habían subido a un árbol que había afuera de su casa y Beomgyu comenzó a llorar y gritar debido al intenso miedo que sintió.

Esa fue la primera vez que experimentó aquella horrible sensación, la cual se fue intensificando un poco con los años, aunque los ataques de pánico sólo los había tenido una vez, cuando visitó la oficina a las afueras del pueblo en las que trabajaba su padre Yeonjun. Un edificio de 20 pisos, con un elevador de cristal... fue una pesadilla.

Sin embargo, en ese momento aquella pesadilla se estaba volviendo realidad nuevamente, cuando sus ojos ya comenzaban a ver los segundos pisos de los edificios y casas a su alrededor, sin nada que lo estuviera jalando desde arriba o empujando desde abajo. Beomgyu era consciente de que su cuerpo estaba, literalmente, flotando en el aire.

El chico pudo haberse preguntado qué demonios estaba pasando a su alrededor como para que, de la nada, su cuerpo estuviera subiendo como por arte de magia, pero para él eso estaba en el último lugar de sus pendientes. En ese mismo instante sólo se preguntó cuánto llegaría a subir, hasta cuándo su cuerpo decidiría que esa suficientemente alto.

Y esa sola idea lo aterró.

No quería averiguar qué tan alto podía llegar, no cuando ya comenzaba a sentir su rostro sudando, su cuerpo tensándose (cosa que sólo pasó en su mente, pues éste no podía moverse en lo absoluto), el aire comenzando a faltarle cuando se dio cuenta de que ya comenzaba a ver las azoteas de algunas casas de dos pisos.

"Voy a morir", comenzó a decirse a sí mismo una y otra vez, sin poder evitar que una serie de pensamientos catastróficos inundaran su mente por completo. "Si en este momento la magia se acaba y caigo, voy a morir. Estoy demasiado alto, es imposible que alguien logre atraparme, es imposible que sobreviva. Mi cuerpo va a golpear el suelo y nada me va a poder salvar, ni siquiera papá Soobin".

Beomgyu no sabía cuánto tiempo había pasado, ni siquiera sabía a qué distancia se encontraba del suelo, pero la última vez que vio, sus ojos se tuvieron que cerrar con fuerza y una oleada de nauseas lo invadió.

Pronto se dio cuenta de que sus ojos no eran los únicos que podían moverse, pues su voz no se había visto afectada en lo absoluto, pero es no hizo nada más que alentarlo a que comenzara a gritar con todas sus fuerzas, pidiendo ayuda a quien fuera.

Las lágrimas continuaban cayendo por sus mejillas, el miedo y los pensamientos que llevaban a su muerte, cada uno de ellos eran lo único que escuchaba, pues el desastre debajo de él pronto había dejado de escucharse ante sus oídos.

Y si Beomgyu creía que eso era lo peor que le podía haber pasado aquel día (o en su vida), definitivamente no estaba preparado para que, de la nada, su cuerpo se quedara en el aire, suspendido. Incluso su llanto y gritos se detuvieron por unos segundos debido a la confusión.

Pero esto dejó de importar cuando, así como se había detenido, repentinamente su cuerpo, que por fin podía moverse y hacerle caso a la gravedad, comenzó a caer hacia el suelo.

Entonces Beomgyu perdió el control de sí mismo por completo.

Sus manos y pies se movieron con desesperación, intentando asirse a algo inexistente; su gritos aumentaron, sus lágrimas salieron con más fuerza, su mente sólo podía pensar una cosa una y otra vez, una y otra vez.

"Voy a morir

Voy a morir

Voy a morir

Voy a morir

Voy a morir"

La caída hacia que su cabello se moviera con salvajismo debido al aire, así como su ropa. El viento lo lastimaba, sentía como si sus lágrimas estuvieran congelándose debido a la caída.

Pero mientras él esperaba su muerte inminente, ésta nunca llegó.

Los que sí llegaron fueron los brazos de alguien, que lo atrapó en el aire y sólo trastabilló un poco debido a la fuerza de su caída.

Beomgyu no se preocupó mucho por quién se trataba, ni le importó que no hubiera mucha lógica en que, debido a una caída de muchísimos metros, la otra persona no estuviera herida, así como él debería estarlo. Nada de eso le importó, pues lo único que pudo hacer, incluso cuando sus brazos y piernas aún se sintieran un poco rígidas, fue encogerse en sí mismo y abrazar a la persona que lo sostenía en sus brazos con firmeza, mientras se soltaba a llorar en voz alta, sin importarle cómo debía estar luciendo en ese momento.

La experiencia que acababa de tener había sido más allá de horrible, era algo que no podría olvidar. La sensación de estar demasiado alto, el nudo en su estómago, la manera en la que las cosas lucían a esa altura, las nauseas, el mareo, el horrible miedo que había sentido... todo había sido demasiado para él.

–Ya estoy aquí –susurró de pronto la voz cerca de su oído, depositando un suave eso en su cabello, y fue hasta ese momento que Beomgyu pudo percibir el aroma del perfume de su padre.

Se asomó de su escondite (el pecho del contrario) y vio el rostro de Soobin mirándolo, con una tensa sonrisa y sus ojos rojos, lo cual le hizo saber que su padre también había pasado por lo suyo.

Beomgyu estaba a punto de hablar, entonces escucharon el golpe de alguien cayendo a unos metros de ellos.

Giraron de inmediato su rostro y se dieron cuenta de que se trataba de Siyeon, a unos 10 metros de distancia, rodando en el suelo de la nada.

¿En qué momento ambos chicos se habían separado tanto cuando habían estado tan cerca antes de que todo ese calvario se desatara sobre ellos?


Meet Me In The Woods || Jicheol / JeongcheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora