Meet Me In The Woods || Jicheol / Jeongcheol

Capítulo 8: tortura

Cuando Seungcheol dejó de ver las cosas a su alrededor, cuando los árboles y toda la naturaleza en aquel bosque desapareció ante sus ojos, por un momento creyó que había muerto.

No veía nada, no escuchaba nada, no sentía nada, ni siquiera el suelo debajo de sus pies. Parecía que estaba flotando en una inmensa nada.

Sus ojos estaban rodeados por una oscuridad tan profunda que incluso cuando fue consciente de que puso sus manos delante de su rosto, no pudo verlas, ni siquiera una pequeña parte de ellas.

Y aún así no pudo estar completamente seguro de haber podido mover su cuerpo., pues todo éste se sentía extraño, como ajeno a él.

Intentó girar su rostro hacia todas partes, ver algo, una pequeña luz que le diera esperanza y que le dijera que su plan no había fracasado olímpicamente y que, después de todo, no había solución posible.

Fue entonces que su entorno cobró vida.

Supo que estaba en el primer nivel, en el cual la oscuridad le mostraría sus propios miedos, cuando apareció en la puerta de su casa.

Todo se había materializado de un segundo al otro, y por fin pudo sentir de nuevo su cuerpo, pudo moverlo por voluntad propia.

Fue entonces que se dio cuenta de que no había nada detrás de él. Seungcheol era consciente de que incluso cuando ante sus ojos su casa parecía ser iluminada por un tranquilo sol y en el ambiente se sentía sólo un poco de frío, si intentaba voltear y huir de allí, algo malo pasaría, pues esa no era la realidad. Al menos no la suya.

El chico también era consciente de la presencia a sus espaldas.

No la quería ver, no quería arriesgarse a saber que Jihoon y esa cosa lo estaban esperando detrás, que la oscuridad confiaba en que el miedo lo vencería y no se atrevería a pasar por el umbral.

Pero Seungcheol estaba decidido, él sabía lo que tenía que hacer.

Incluso si los demás les decían a Jeonghan y a él que no había sido su culpa lo que pasó, que ellos no tenían que cargar con la imagen de Jihoon bajo aquel oscuro poder. Por por mucho que se los repitieran, Seungcheol seguía sintiéndose culpable, y podía ver ese mismo sentimiento en la mirada de Jeonghan.

Quizás si se hubiera dado cuenta antes, si hubiera notado algo en Jihoon, si lo hubiera visto de una manera diferente... pero sabía que eso no sería posible.

Su padre tenía razón, él no había elegido a quien amar de manera romántica, porque claro que amaba a Jihoon, todos sus amigos lo hacían. ¿Qué era si no amor aquello que los había motivado para correr al bosque con la intención de salvarlo aún si no sabían si sobrevivirían?

Sin embargo, jamás había podido ver a Jihoon de otra manera que no fuera como su mejor amigo, su confidente, un hombro en el cual recargarse cuando tenía algún problema. Y él creyó que Jihoon lo miraba de la misma forma.