Comencé mi día en el gimnasio, tome mi batido de proteína, tome una ducha, alimente a mi perro Eros y salí de casa.
hoy tendría unas cuantas reuniones, a esta hora el edificio era silencioso y lo agradecía, mi vecina Riley era algo ruidosa y no me dejaba concentrarme y eso me enojaba un poco, tome mi auto y me dirigí a la oficina, al entrar me esperaba Sofia mi secretaria.
-Buenos días, señor Davis.-no respondí, me dirigí a mi oficina y serré, ella me siguió, Dios como odiaba a esa mujer, pero no podía despedirla, su mama trabajo para mi toda su vida, prácticamente me crio, ella pidió el trabajo para su hija y en sima su hija me coqueteaba, no era para nada de mi tipo llevaba una trenza siempre y unos lentes horribles, blanca y pelirroja con ojos verdes.
Mi día se vasa en reuniones con personas que no conozco, todo lo hacen por mi, la verdad es una vida estructurada y algo aburrida a veces.
-William, como estas amigo? y si nos vamos de fiesta hoy- ese era mi mejor amigo gritándome del otro lado del pasillo, el no me trataba como jefe.
- Pues la verdad es que me parece genial- conteste la verdad es que necesitaba enrollarme con alguien y relajarme.
-Bien le diré a Melissa y iremos a su club- Melissa era mi mejor amiga desde los 5 años, ella era dueña de un club, su familia tenia dinero, no tanto cómo yo, pero tenia .
-Bien, nos vemos alas 9- y con eso tome mi auto y me dirigí a mi apartamento.
Al llegar la vi, esta hablando con el amigo del vestíbulo, no se su nombre y tampoco quiero saberlo.
se veía bonita, la verdad es que si lo era, era un idiota y tal vez no un hombre de una sola mujer, pero no estaba siego, ella era atractiva, diferente es la palabra exacta.
era bajita, media tal vez un metro sesenta, su piel era morena como el color de la miel, sus ojos en un hermoso verde, algo achinados y con una mirada penetrante que parece que te ve hasta los pecados que no as cometido, su cabello largo con unas ondas de color negro azabache, su nariz perfectamente perfilada y un cuerpo de muerte, se que es extranjera, la primera vez que la vi me dijo algo pero en realidad no dijo nada en Frances y me reí.
pase de largo hacia el elevador. ella me siguió con la mirada y yo le mantuve la mirada y ella la bajo, creo que la intimido.
llegue a mi apartamento, mi perro Eros me recibió con su colita agitada, me dirigí a el gimnasio, todavía tenia tiempo para hacer ejercicio, tomar una ducha, tal vez una sienta hasta irme a el club.
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La Azotea De Las Flores
Teen FictionPor que seguimos dándole tan poca importancia a la frase "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes." Por qué tenemos la mala costumbre de no aceptar lo que sentimos y de no ver las cosas importantes cuando ya es demasiado tarde. Esta es la his...