26.seconde vie #3

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Make it to me—Sam smith.

Riley..

Abrí los ojos, la luz de la mañana entraba por las ventanas, observe la habitación, no era la mía y estaba sola.

me levante y me encamine a mi habitación, me di una ducha y me arele, me puse un vestido de flores largo, era lo único que William empaco para mi, cepille mi largo cabello y decidí dejarlo suelto, me maquille sutilmente.

Sali y me dirigí a las escaleras, llegue y una mujer muy amable me dedico una sonrisa y me acompaño a una de las mesas en el jardín, todo esto era tan hermoso, estaba rodeado de flores, se escuchaban los Pájaros cantar, podía ver mariposas de todos los colores y ahí estaba el al final del sendero, mirándome con una sonrisa ridículamente hermosa, Dioss! esa sonrisa me revolvía el estomago, las mariposas en mi estomago tomaban fuerza cada vez mas y yo pensando que estaban ahogadas.

--Buenos días.-- salude con una mano.

--Buenos días bella durmiente!

Tome asiento en la mesa con el y empezamos a desayunar, no podía dejar de ver a mi alrededor, era todo tan hermoso, el hablo sacándome de mis pensamientos..

--Te ves hermosa! - no pude controlar mis mejillas y tomaron el control convirtiéndome en un tomate completo.

--Gracias, aunque te doy el merito tu empacaste el vestido.--dije con una risa atravesada.

--Bueno si, pero tu lo luces muy bien, a demás tienes buen gusto para la moda, me costo elegir que traerte.

Le sonreí, no podía creerlo, en que momento hizo una maleta para mi, en ella no faltaba nada.

Después de desayunar, hablar y reírnos, se levanto y extendió su mano invitándome a seguirle, lo hice, me guio a un carrito de golf, nos montamos, y mi torpeza salió a la luz no podía ponerme el cinturón, el me ayudo acercándose tanto que nuestras caras casi rosan, me puse nerviosa y el lo noto, por que se aparto y me sonrió, después de esa escena a vergonzante, se puso en marcha.

Llegamos a un lugar hermoso, era todo verde, en el centro había un árbol gigante, era majestuoso, caminamos hacia el, cargando unas mantas y una canasta de picnic.

Colocamos las mantas, que parecían manteles, colocamos todo y sacamos la comida, empezamos a comer uvas, todo tipos de quesos y de probar varios tipos de vinos, fue algo hermoso, me sentí plena.

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Llego el momento de irnos, nos despedimos de todos y salimos en camino.

unas cuantas horas después llegamos, se estaba haciendo de noche, pensé que iríamos a casa pero el se desvió tomando otro camino, llegamos a una plaza grande, el detuvo el coche, bajo y dio la vuelta para abrirme la puerta, baje del auto, tomo mi mano y camino conmigo( no podía dejar de sonrojarme cuando el hacia eso) me hizo caminar con los ojos serrados, después de unos minutos, se detuvo y soltó mi mano, muy cerca de mi oreja me dijo que no abriera los ojos hasta que el me dijera, soltó mi mano y se separo de mi, en ese momento me sentí tan desprotegida y vulnerable.

Me indico que los abriera, cuando lo hice, lo primero que vi fue la torre Eiffel iluminada en su mas grande esplendor, se veía imponente y majestuosa, baje mi vista y lo vi ahí de pie con una sonrisa en su rostro y un ramo de rosas en las manos, de inmediato mis mejillas se comenzaron a calentar haciendo que me viera ridícula .

Camine hacia el lo mas rápido que pude y le abrace, me dio las flores dándome un beso en la mejilla, tomo mi mano y comenzó a caminar hacia la torre, al llegar subimos a unos pequeños elevadores y en ese momento agradecí la gabardina que William empaco para mi.

Entre mas subía, mas me enamoraba de la vista, era impresionante, me acerque a el y me rodeo con uno de sus brazos, nos quedamos en silencio viendo la vista.

Minutos después llegamos a la cima y salimos de el elevador, el me dirigió a uno de los miradores y se dio la vuelta para mirarme yo veía muchas luces que brillaban, pero cuando vi sus ojos supe que nada podía brillar mas que el, al parecer el no lo notaba ( es como las mariposas, ellas no ven su belleza, pero los demás si) así lo veía yo, el solo hecho de que me llevara a el hospital siendo una desconocida, me daba a ver el enorme corazón que tenia, solo le hacia falta que alguien le enseñara amar.

Me acerque a el, lo mire a los ojos y con ellos le dije que todo iba a estar bien sin decir ni una sola palabra, con una de mis manos tome su rostro y la otra la entrelace con su mano.

El corto el espacio que había entre nosotros y es cuando paso, nos besamos en lo mas alto de la torre Eiffel, debajo de millones de estrellas, fue un beso tan dulce que por un momento olvide mi pasado, presente y futuro.

 La Azotea De Las Flores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora