22. Y si pedimos un deseo? Parte#1

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Riley.

Después de terminar una llamada con mi madre de casi tres horas, salí un rato a mi balcón, me perdí en mi cabeza por unos cuantos minutos.

No podía dejar de pensar en las mariposas que sentí ayer, en ese globo, viendo el paisaje, el viento moviendo mi cabello, compartiendo una manta con el y ese beso, que me transmitió tantas cosas, pensé y sentí una infinidad de cosas diferentes, y la verdad es que nunca me había sentido así. Si, e leído cientos de libros en mi vida , amo el romance, pienso que la literatura es la mentira mas hermosa que existe, por que, nunca lo e sentido, el amor nunca a llegado a mi puerta, y e salido con otros chicos, pero es diferente, el sentimiento es diferente, es como una explosión de sentimientos que hacen que cada parte de mi cuerpo tiemble, y no, no estoy diciendo que estoy enamorada de el, son solo tres meses que llevo aquí, pero lo que quiero decir es que se sintió diferente y único.

No se que hacer o pensar, en mi vida no hay espacio para el amor, no tengo tiempo para eso, pero a la vez tengo una lucha con mis pensamientos, por que mi mente me dice que corra, que el me hará daño, pero mi corazón me pide una oportunidad, me dice que esto es único y que si nunca me arriesgo nunca voy saber como se siente ser amada.

3 horas después......

Sali de prisa, tenia una Reunión en la universidad, ahí me encontrada con Melissa.

Al llegar estaba un poco cansada, llegue con el tiempo sobrando, así que me dispuse a ir a la cafetería, la verdad es que sentía que debía comer algo.

Sentada en una mesa con mi sándwich y mi jugo, sentí una mano en mi hombro y di una vuelta, no se preocupen era Melissa.

-Un pajarito me conto que sales con Willian- dijo mirándome y moviendo las cejas- quiero detalles, esto es algo nuevo en el, no se lo que estés haciendo chica pero esta funcionando.

-Yo no estoy haciendo nada- dije algo confusa, era cierto yo no había hecho nada prácticamente el fue quien se tiro hacia mi.

- Bueno hagas o no algo, lo tienes es tu bolsillo , puedo decir como su amiga que lo tienes atrapado.

-yo no quiero atraparlo.

Después de un interrogatorio matutino, salimos hacia nuestra Reunión, estuvo algo interesante, también hice un examen y entregue unos cuadros..

Llegue a casa exhausta, toque mi cama y cerré mis ojos...

Me desperté dando un brinco, alguien tocaba la puerta, mire el reloj, son las 6 de la noche, también en esa evaluación me di cuenta que no e comido nada.

Sali de la cama hacia la puerta y abrí, para mi cara no sorprendida era mi vecino marciano.

-Riley, te desperté?- claramente se dio cuenta por mi cara de dormida, ni siquiera había reaccionado aun.

-No, pasa.- claramente mentí.

-Entonces seguimos con la lista?- cierto se me había olvidado.

-Bien déjame ver.- saque mi teléfono dándole una ojeada a mi lista, arrugue un poco la cara y el lo noto por que:

-Y bien?

-Dormir mirando las estrellas, no se donde ir a ver las estrellas.- dije algo pensativa.

-Yo si se donde podemos ir.

-Donde?-respondí casi de inmediato.

-En mi casa- me miro y seguro se dio cuenta de mi cara de pánico y dijo- digo en mi casa tengo una mini azotea, ahí podemos verlas.- bueno no estaba mal.

-okey esta bien, llevare mantas y chocolate caliente. -dicho eso me adentre a la cocina y el se fue a su casa .

Cuando termine me dirigí a su casa, la puerta estaba abierta, así que entre.

Lo busque con la mira y no lo encontré así que me quede parada ahí sin moverme, en segundos escuche pasos y lo vi con una pijama de rayas y una camisa gris, totalmente diferente a mi, yo andaba una pijama de conjunto y tenia un estampado de platas y hojas verdes, el me miro algo divertido pero no dijo nada, salimos a la mini azotea y para mi sorpresa no se como lo hizo pero había una montaña de almohadas y mantas se veía hermoso, nos sentamos en silencio tomando el chocolate caliente.

En ese mismo momento me di cuenta que iba a dormir con el, y no sean cochinillas no iba a ver nada sexual, íbamos a ver las estrellas pero algo es algo, no y eso me dio pánico.

 La Azotea De Las Flores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora