16 ⧽ Visitas.

160 42 9
                                    

Lunes, finalmente volvemos a clases. Tuve que salir temprano de casa para poder interceptar a Yerim antes de que agarrara su bicicleta. Me había prometido a mí misma que iba a cambiar mis actitudes con ella, así que pensé que era un buen gesto esperarla y proponerle volver a ir a la escuela juntas.

Sus ojos se abrieron grandes como platos en cuanto me vio y un pequeño rubor tiñó sus mejillas.

—¿Hyeju? ¿Qué haces aquí?

—Te esperaba para que nos vayamos juntas...

No le di oportunidad de responder. Ya me sentía un poco avergonzada 'Que ridícula.'

—Yo llevo tu mochila, se ve pesada.

—No hace falta. Gracias...

—Oh, está bien... entonces te llevo a ti. —y acto seguido tomé su mano y comenzamos a caminar en dirección al colegio.

Durante el almuerzo Yerim y yo conversamos un poco. Noté la mirada de mis amigos yendo entre nosotras dos. Ellos obviamente se percataron de ciertos cambios, pero ninguno opinó o bromeó sobre eso.

Sacamos una nota baja en la exposición, como era de esperar ya que no estudiamos casi nada, pero lo importante es que nuestra comunicación mejoró y de seguro lo haremos mucho mejor en el segundo intento.

Le pregunté a Choerry si quería que volviéramos juntas, pero se lamentó alegando que tenía que arreglar un asunto pendiente así que acordamos en dejarlo para otro día. Tomé mi mochila y salí de ese infierno.

Me despedía de mis amigos cuando me pareció escuchar una voz familiar. Sentí escalofríos y me maldije por permitir que su recuerdo siga atormentándome. Busqué entre la multitud de alumnos solo por si acaso, y entonces la vi. Mi respiración quedó atascada en mis pulmones. 'No es ella.' Era una chica castaña, no rubia. 'Son imaginaciones tuyas. No es ell-...'

Pero la castaña se giró y mi estúpido corazón enloqueció. Porque definitivamente era ella; Park Chaewon. Se veía diferente, no solo por su cabello, también estaba mucho más delgada, pero sus ojos... sus ojos eran los mismos, bonitos y brillantes. Y sus labios, de los cuales habían salido las palabras que más lastimaron a mi corazón, se veían tan suaves y humectados como siempre. Cuando formaron ese hermoso corazón debido a una sonrisa, no pude evitar perderme en ellos.

—Son Hyeju. Tanto tiempo ha pasado...

Cuanto más se acercaba más funcionalidad perdía mi cuerpo. Estaba desconcertada, no sabía cómo reaccionar.

—¿C-Chae?, ¿eres tú?

—Claro que soy yo, tonta. —había echado tanto de menos el sonido de su risa— La única en tu corazón y tú la única en el mío.

Su sonrisa no era burlona o falsa como tantas veces me tocó presenciar. Era genuina. Y la desgraciada derribó todo escudo protector alrededor de mi corazón con ese simple gesto.

—Volví por ti. Se bien que te lastimé y me arrepiento muchísimo. Me tomó bastante tiempo encontrarte, así que esta vez no voy a arruinarlo, Oli.

Sus palabras resonaban en mi cabeza. Los sentimientos que tanto me esforcé en enterrar, olvidar y arrancar ahora inundaban mi interior. Tenía tantas ganas de llorar que mi primer instinto para evitarlo fue gritarle, pero no pude. Cualquier espacio entre nuestros rostros desapareció, porque ella me besó. Pero no era este cualquier beso, sino uno con el que había soñado desde el primer instante en que la conocí. Todo mi cuerpo se estremeció ante su contacto. Mi primer pensamiento lógico y conciente fue que sus labios sabían diferentes a los de Yerim. Terminamos separándonos por falta de aire.

—Lo siento. Ya no podía aguantarme. —me sonrió.

—¿Cómo me encontraste? —mantuve mi postura y expresión lo más fríamente posible.

—No es necesario que te cuente cómo, creí que ya habías descubierto quién era.

—Eres el número desconocido.

Le siguí el juego al supuesto extraño porque su forma de expresarse me recordaba totalmente a Chaewon. No quería ilusionarme y varias veces estuve a punto de bloquear el número, pero por obvias razones no lo hice.

—Oli, no sabes lo arrepentida que estoy... e-es solo que tenía miedo de aceptar mis sentimientos hacia ti. No quise lastimarte, por favor perdóname.

—Está bien, no te disculpes.

—Estoy tan feliz de volver a verte... —susurró para luego abrazarme— Ya nada nos detiene. Acepto ser tu novia.

—E-espera ¿Qué? —sobresaltada me separé de ella— ¿novia?

—Cuando te rechazé me sentí horrible. Sé que no te traté de la mejor forma luego de que te me declararas, pero es que estaba asustada. Espero puedas entenderlo y perdonarme. Ahora estoy lista y sé que tú también lo estás, podem-...

—Chae, aguarda, creo que vas muy rápido. Acabas de llegar, déjame procesar las cosas. ¿Crees que es fácil para mí que te aparezcas así de la nada y digas que aceptas ser mi novia después de casi dos años?. Chaewon, creo que es mi turno de lastimarte y de verdad no quiero hacerlo, pero yo no sé si sigo sintiendo lo mismo por ti.

°°°『🍒』

Tenía que ayudar a Giselle con su trabajo de biología. Ella es una chica popular en el salón, por lo que me tomó por sorpresa que me pidiera a mí: la callada, aburrida, ignorada de Choi Yerim, para que le ayudara. Siempre ha sido amable conmigo, y sé que se esfuerza en sus tareas aunque el idioma se las dificulte un poco. La chica me agrada... siento una extraña familiaridad con ella.
Salí a buscarla al patio ya que no aparecía en la biblioteca como acordamos y yo rechacé irme con Hyeju a casa debido a mi compromiso con esta niña impuntual.

Sonreí como una boba al recordar la sonrisa de Hyeju, sus miradas, sus palabras dirigidas única y exclusivamente a mí. Si Aeri no aparecía en los próximos cinco minutos me iría a casa, tomaría mi celular apenas llegar y le escribiría a Hyeju. 'Con suerte consigo que quiera salir a dar un paseo...'

Como un globo desinflándose, mi sonrisa desapareció en cuanto doblé la esquina. Mis manos comenzaron a sudar y la sensación de mi garganta cerrándose no tardó en aparecer. Traté de tranquilizarme respirando pausadamente. '¿Por qué? ¿Por qué me haces esto Son Hyeju?, ¿que no dijiste que yo también te gustaba?'

La dueña de mis más sinceros y bonitos sentimientos y pensamientos, la pobre incomprendida, insensibe y mentirosa se estaba besando con otra chica. ¿Cómo pudo hacerme esto?. No soportaba seguir viéndola. Corrí a casa con las lágrimas resbalando por mis mejillas. El cansancio no era problema alguno cuando mi corazón dolía tanto. Subí a mi habitación sin siquiera quirarme los zapatos. '¿Es así como se siente tener el corazón roto?'

Ya no tenía a nadie. Yeojin me ignoraba y Hyeju... ya no sabía que esperar de ella. Lo que tanto temía parecía no ser más que la cruda realidad: ella sólo estuvo burlándose de mí.

❝Rude Love❞ ; HYERIMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora