25 ⧽ Aniversario.

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°°°『🍒』
ᴜɴ ᴀɴ̃ᴏ ᴅᴇsᴘᴜᴇ́s...

Los exámenes de la universidad me tenían agotada. En mi cabeza, sabía que aún tenía cosas por hacer, incluso tenía esa sensación persistente de que me estaba olvidadando de algo importante. Pero como sea, no tuve otra opción más que tirarme a la cama y cerrar los ojos, de otra forma no creo que pudiera seguir funcionando. Sentí como una ligera brisa despeinaba mis cabellos, haciendo que un escalofrío recorra mi cuerpo. Había dejado la ventana abierta y como consecuencia me estaba congelando. Con un bufido, me levanté, dispuesta a acabar con cualquier interrupción a mi tan necesitado descanso. O bueno, casi todas.

—Buenas noches, dormilona. —Yeonjun apareció en el marco de la puerta, cruzado de brazos.

—Jun, ¿necesitas algo?

—Nada. Venía a avisarte que tienes visitas.

Yo lo miré confundida. ¡¿Quién en su sano juicio caería de visita tan tarde en la noche?! a paso de tortuga fui escaleras abajo.

Y allí estaba ella; mi hermosa novia, esperándome en el sillón.

—¡Hyeju!—chillé, corriendo a abrazarla. 

De repente me sentía con energía de sobra. Es increíble como su mera presencia estimula mis niveles de serotonina. 

—Hola, linda ¿estás lista? —preguntó mirándome de arriba a abajo.

'¿Lista? ¿lista para... ¡Oh! ¡eso era! ¡me dijo que pasaría a buscarme a las once!'

—Emm. Espérame un momento, ¿sí? —puse mi sonrisa más persuasiva y corrí escaleras arriba.

No tardé más de diez minutos en volver a aparecer; con un vestido bonito, perfumada, el cabello con una cinta y el más ligero maquillaje. Y sin más preámbulos nos fuimos.

Amablemente Hyeju abrió la puerta de su auto para que yo me sentara. Éste había sido un regalo de parte de su tía hacía unos meses.

—¿A dónde vamos? —pregunté curiosa.

—Es una sorpresa. —dijo dejando un corto beso en mis labios para luego subirse al auto.

Comenzó a conducir y yo trataba de deducir el lugar al que iríamos por las calles que pasábamos, aunque se me hacía realmente imposible porque estaba todo oscuro.

—¡Dame una pista aunque sea!

—Ey... que novia tan curiosa tengo, así nunca podré hacerte sorpresas. —yo la miré haciendo puchero— Eso no hará que te lo diga— sonrió sin desviar la vista del camino.

Aunque el silencio entre nosotras jamás volvió a ser incómodo, aún necesitaba despabilarme un poco. Conversamos sobre trivialidades; El nuevo drama de Han Sohee, el pastel de cerezas que por culpa de sus distracciones quemé la semana pasada, lo increíblemente costosos souvenirs que entregó la novia de Yeojin en su fiesta de graduación...
Y así transcurrió al menos tres cuartos de hora. Para cuando llegamos al "lugar", la temperatura ya había bajado considerablemente, pues muchas estrellas se dejaban ver en el cielo.

—Ven, ayúdame a bajar esto.

Hyeju abrió el baúl del auto, sacando los bolsos y depositándolos en el suelo. Luego puso una gran manta dentro de él y acomodó unas lucecitas led, a los costados.

—Está comenzando a hacer frío, así que traje unas mantas para que nos tapemos.

—Hyeju, ¿que es este lugar?

—¿No lo ves? —ella tomó una gran cantidad de aire en los pulmones y luego la soltó— es la naturaleza.

—Es el medio de la nada, ¿a dónde nos trajiste?

—¿Acaso eso importa? No hace falta estar en un restaurante lujoso para pasarla bien, podemos estar aquí en el medio del campo, solas pero felices al fin. Además mira lo hermoso que es esto, y aún te tengo una sorpresa.

Yo miré a mi alrededor, no me parecía tan lindo ya que solo había pasto y algunos árboles, pero de todas formas asentí ya que ella parecía estar feliz.

—Ven —me llamó, sentándose dentro del baúl.

Yo me senté a su lado, recargando mi cabeza en su hombro y ella pasó su brazo por mi espalda depositándolo en mi cadera.

Esos momentos eran los que más me gustaban. Donde no necesitábamos nada más que nuestra cercanía para estar contentas.

Lentamente mis ojos comenzaron a cerrarse hasta caer dormida.

°°°

Choerry se había quedado dormida en mi hombro. La observé, se veía tan tranquila que no quería moverme por miedo a despertarla.
Pasé mi mano por su mejilla, haciendo contacto con su delicada piel y ella arrugó la nariz. Deposité un beso en su nuca y suspiré, deseando que este momento nunca termine.

¿Quién hubiera dicho que terminaríamos juntas?

Miré la hora en mi reloj. Ya casi las doce.

—Pss, Yerim, despierta... —susurré moviéndola delicadamente.

Ella abrió los ojos y me miró.

—¿Me dormí? —reí ante su pregunta.

—Solo un poco. Ahora mira —dije señalando el cielo nocturno.

Noté como su carita se iluminaba de felicidad y sorpresa.

—¿Te gusta?

—Es hermoso.

Miré hacia el cielo también. Allí se plasmaba claramente una gran lluvia de estrellas, una al lado de la otra, parecían no querer dejar ningún espacio sin luz.

—Feliz aniversario. —dije finalmente. 

—Feliz aniversario. —contestó acurrucándose contra mí— ¿Sabías que te amo?

Yo la miré sorprendida y una sonrisa inevitable se hizo presente.

—Sí, lo sé. Y yo también te amo.

Eran contadas las veces que nos decíamos cosas así, más por mi timidez que por falta de necesidad.

Posé ambas manos en sus mejillas y uní nuestros labios en un profundo beso. Bajo el suave resplandor de la luna, nuestros corazones laten en sincronía.

No puedo evitar reflexionar sobre cómo comenzó todo; Al principio, mis propias inseguridades y errores amenazaron con separarnos, pero cuando por fin entendí que sólo debía abrirle mi corazón, juntas superamos las tormentas y construimos algo hermoso. Cada caricia y cada risa compartida han sanado las heridas del pasado, convirtiendo nuestros recuerdos dolorosos en lecciones que fortalecieron nuestro lazo. En esta noche mágica, me doy cuenta de que, a pesar de los desafíos, nuestra historia de amor ha encontrado su camino, nuestro camino. Y mientras nos perdemos en el brillo de las estrellas, sé que no hay otro lugar en el que preferiría estar que en sus brazos.

'Solo una vez más, fue lo que precisé.
Ahora todo está bien.'

❝Rude Love❞ ; HYERIMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora