2O ⧽ Admirador secreto.

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—Choi Yeonjun, realmente estoy en deuda contigo.

—No me debes nada, haría lo que sea por la felicidad de mi hermana y la de mis amigos. —¿cómo alguien podía ser tan puro?— En fin, creo que ya es hora, ¿no?

Yo asentí parándome de mi asiento.

—Gracias. —me sentí un poco tímida como para darle otro abrazo, pero él realmente lo merecía así que lo hice.

—Ya, ya... mejor me voy. Ten fé y ábrele tu corazón.

Dicho esto se levantó y se fue, dejándome sola en la fría terraza.

°°°『🍒』

—¡Im Yeojin! —grité mientras la abrazaba por la espalda.

—¡Yerim, vas a dejarme sorda! ¿qué quieres?

—¿Qué acaso no puedo romperle el tímpano a mi amiga solo por diversión?

Ella esbozó una pequeña sonrisa.

—Estás muy entusiasmada hoy, ¿a que se debe? —preguntó curiosa.

—Es que...

—¿Qué...?

—Hoy encontré una carta en mi casillero. —dije por fin.

ᶠˡᵃˢʰᵇᵃᶜᵏ

Caminaba por el pasillo a paso rápido, debía tomar mis cosas y volar si no quería llegar tarde a clase. Al abrir mi casillero noté como algo caía de él. Lo levanté del suelo y vi que era una carta.
Sorprendida la abrí lentamente.

       Hola, Yerim.

   Sé que seguramente debes estar preguntándote quién pudo haber dejado esto en tu casillero, pero no pienso decírtelo, no es fácil para mí expresar mis sentimientos, así que dejémoslo como algo anónimo.

   Has estado ocupando mi mente e interfiriendo en mi corazón desde hace unos meses, es por eso que quería hacer algo especial por tí.

    Si te crees capaz de corresponderme, entonces ven a la escuela hoy por la noche, te estaré esperando con una sorpresa.

Instrucciones al final.

—No me malinterpretes, pero pienso que no deberías ir. No te dio ni una sola pista de quién es y la carta es algo creepy.

—Desconfié al principio, pero lo que escribió me pareció bonito...

—¿Y piensas ir?

—Por supuesto.

—¿Por qué? ¿Qué pasa si es mentira? ¿Y si es una broma?

—No me importa. Sea lo que sea, me dará algo en lo que pensar, y realmente necesito sacarme a Son Hyeju de la cabeza.

Al terminar las clases le pedí a Yeojin que me acompañe a casa. Ella no estaba de acuerdo con mi decisión de asistir a una "cita" con un extraño, pero de igual manera y como buena amiga, me ayudó a escoger que ponerme.

Sin darnos cuenta se hicieron las ocho. Ella seguía preocupada y me advirtió un par de veces más, pero no me detuvo. De seguro no quería que yo pensara que lo hacía por celos, pero a eso lo sé, y me apena que siga sintiéndose molesta por cosas como esa.

Era la primera vez que iba de noche al colegio. Debo admitir que sí me daba un poco de miedo, pero la simple idea de sacar a Hyeju de mi mente me llevó a seguir adelante. El guardia de seguridad estaba mirando su teléfono y me pregunté si debería anunciarme o no... y no lo hice.

Me acerqué a la puerta y miré hacia los costados. Nadie. Tampoco había rastros de mi "admirador secreto". Ya comenzaba a pensar que todo era una broma. Solté un suspiro y me tiré hacia atrás, esperando golpear contra la pared, pero por el contrario, la gran puerta se abrió haciendo que yo caiga al suelo. Me levante rápidamente. 'Espero que nadie haya visto eso.'

La escuela estaba totalmente vacía y oscura.
De repente todas las luces comenzaron a prenderse, permitiéndome ver un camino de pétalos en el suelo. Eran pétalos de rosa y aunque suene muy cliché, eran mis favoritas.

Hasta este entonces, la idea predominante en mi cerebro era que alguien me escogió de blanco para una tonta broma, pero comenzaba a convencerme de que realmente le interesaba a alguien. Seguí los pétalos, esta persona debía estar muy loca como para llenar la escuela de pétalos solo por mi.

Pasé por el gimnasio, el patio, la oficina del director y finalmente hasta una escalera que no había visto nunca.

—Las rosas terminan aquí... —susurré estando al borde de la escalera.

Curiosa por saber a donde llevaba, tomé la baranda y empecé a subir. Sentí como el viento chocó con mi cara al abrir la puerta. Era una gran terraza que ni yo sabía que existía. Estaba decorada con pequeñas luces de led en las barandas y algunas colgando sobre mi cabeza. Noté que en el medio había una manta con comida encima, parecía ser algo así como un picnic. Lo único que no podía ver era al que había hecho todo esto.

—¿Dónde estas? —dije sin poder esconder la sonrisa en mi rostro— Quiero verte.

El tiempo transcurría y nadie rompía el silencio. Estaba realmente emocionada, pero de repente un puñado de malos pensamientos se colaron en mi mente. Porque; si durante años nadie se me acercó ni siquiera a saludar ¿cómo es que ahora alguien gusta de mí? y no tardé en imaginar escenarios drásticos en los que: o salía corriendo asustada dejando a Yeojin con flores en la mano, o salía corriendo asustada con pintura sobre mi cabeza. 

—Viniste...

Pero ese escenario, el real, lo que estaba sucediendo, no me lo hubiese imaginado ni en mil años.

❝Rude Love❞ ; HYERIMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora