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El incesante sonido del despertador me obligó a levantarme. Era algo temprano para un sábado, pero la emoción me hizo despertar enseguida.
A la mayoría de las personas les bastaría con un par de horas de anticipación si tuvieran que salir a algún lado, pero yo no me conformaba con eso, ya que necesitaba que todo fuera perfecto para causar una buena impresión en mi nueva vecina.A las nueve ya estaba bañada, peinada, maquillada, arreglada y terminando mi desayuno mientras seguía organizando los lugares a los que llevaría a Hyeju. Ina me comentó que era la primera vez que venía aquí a Seúl por un tiempo largo, así que mi lista no se limitó a los lugares indispensables de nuestro barrio, claro que no. Recorreríamos la ciudad en autobús. Debía abarcar la mayor cantidad de lugares importantes e interesantes a visitar ¡y todo antes de las dos!
Bajé por las escaleras tratando de hacer el menor ruido posible, el fin de semana era sagrado para mis padres que se merecían mucho el descanso.
Mientras esperaba unos pocos minutos más a que fuera la hora acordada, recordé el encuentro del día anterior con Son Hyeju y sonreí. He visto chicas muy lindas antes, pero por alguna razón ella fue la única que logró cautivar mi atención de tal manera; sus labios, su cabello, sus ojos, no abandonaban mi mente desde la tarde de ayer. Solo esperaba que todo saliera bien para así poder volverme su amiga.°°°
El timbre interrumpió mi sueño. Intenté ignorarlo, pero ahí afuera había una persona realmente persistente y molesta. Me levanté vagamente de la cama y bajé las escaleras con cuidado de no caerme ya que mis sentidos no estaban activados del todo.
—¿Quién es? —pregunté bostezando.
—Soy Yerim, la vecina.
'¿La vecina? ¿Por qué viene a molestarme tan temprano?' Abrí la puerta de mala gana. Al verla allí parada tan sonriente y arreglada lo recordé: 'La salida.' Miré la hora en mi celular y no era tan temprano como pensé, estaban por ser las once.
Le pedí que me aguardara un momento para poder vestirme, pero no tuve tiempo para desayunar y en el corto trayecto que habíamos recorrido desde la casa hasta la parada de bus, mi panza ya había rugido unas cinco veces.
—¿Crees que podamos parar a comprar algo de comida primero? —le pregunté poniendo una mano sobre mi abdómen— Yo aún no desayuno.
Ella me miró sorprendida.
—Preparé sándwiches para que comiéramos junto al río Han, pero podemos comerlos ahora si gustas...
Acepté sin dudar.
Fuimos hasta una plaza que estaba cerca y nos sentamos en el pasto. Ella puso una manta, platos, cubiertos, cajitas de jugo, frutas y tenía hasta postre. Me parece que arruiné un poco su idea de pícnic...
No tardé ni cinco minutos en devorarme tres sándwiches. Yerim me observaba en silencio.—Tu tía me contó que vienes de Nueva Zelanda. —dijo al ver que terminaba de comerme mi cuarto sándwich.
—Sí, allí pasé prácticamente toda mi vida.
—¿Naciste ahí?
Dudé un momento pensando mi respuesta.
—Sí.
—¡¿De verdad?! ¿Cómo es?
—Lindo.
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❝Rude Love❞ ; HYERIM
Fiksi Penggemar˖۪⸙͎ ︴―Incluso si actúas fría, no puedo sacarte de mi mente... ︿︿︿︿︿︿︿︿︿ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ✦ ┊ ┊ ☆ ┊ ✦ ☆ ➧ ⚠️ ADAPTACIÓN permitida, con leves modificaciones, de la obra "Rude Love 《Jensoo》" por @wowoframbuesa ; todos los derechos de la historia...