❝Rude Love❞ ; HYERIM

19 ⧽ Ayuda.

Rápidamente fui tras ella. Pero era demasiado tarde. Yeojin la estaba consolando en sus brazos. Otra vez esa sensación de... ¿celos?. Con el paso del tiempo me fui acostumbrando a verlas juntas, pero aún sentía un incómodo cosquilleo dentro de mí. 'Soy una idiota...'

Chaewon intentó acercarce a mí, pero apenas había dado un par se pasos cuando decidió dar media vuelta. Sí, ella se transfirió a esta escuela. Por suerte le tocó en el otro salón, con Taehyun y Yuri. Tuvimos una charla seria por la mañana de hoy, y ella se mostró muy comprensiva, muy diferente a la Chaewon imadura e insolente de la que me enamoré en el pasado.

En el segundo recreo la vi besándose con un chico de último año. Se sintió feo, pero comprendí que sólo estaba tratando de avanzar, y no se si eso me hizo sentir mejor o peor, porque cuando nuestras miradas se cruzaron pude notar en la nostalgia que reflejanan sus ojos que ella realmente me quería, me quería de verdad y por eso aceptó ya no interferir en mi vida.

El resto de horas se conviertieron en una tortura. No podía concentrarme en nada más que el desagradable sentimiento que me envolvía. Al finalizar las clases tomé mis cosas y comencé a caminar en dirección a mi casa. Pensamientos malos me atormentaban, haciéndome sollozar. Me sentía horrible.

Saqué de mi bolso las llaves y me adentré en casa esperando encontrarla vacía y tranquila, sin embargo, un intenso olor a café inundó mi nariz. Me dirigí a la cocina y encontré a mi tía contando las cucharadas de azúcar.

—Hola. —saludé desganada, aunque sorprendida al verla allí parada frente a la cafetera.

—Hola, Hyeju. ¿Cómo estuvo tu día hoy?

Si decía la verdad esto conllevaría a tener que contarle cosas que no quería, así que simplemente ignoré su pregunta.

—Tía, ¿por qué preparas café si no te gusta?

—Para mí. —sonó una voz familiar a mis espaldas.

Voltee confusa para encontrarme con un rosado Yeonjun sentado en el desayunador.

—¡Jun! —exclamé feliz de verlo, ya que al estar en diferentes años nuestros horarios no solían coincidir.

—Hola, amiguita, ¿cómo te trata este lunes?

—Digamos que regular. —dije, dedicándole la sonrisa más falsa que pude construir.

Ina nos dio a cada uno una taza de café y se marchó dejándonos solos.

—Muy bien, ahora que estamos a solas, quería hablar seriamente contigo.

—Te escucho.

—¿Por qué jugaste con los sentimientos de mi hermana?

Un leve color rojizo tiñó mis mejillas, seguido de un vacío de culpa.

—Yo no quise hacerlo, Jun, ¡de verdad! debes creerme, ya no sé qué hacer para que ella vuelva a hablarme...

—¿No has pensado en alejarte? —lo miré confundida.

—Sí, claro que sí, pero no me lo perdonaría. Escucha, sé que no soy muy demostrativa de afecto y que a veces puedo actuar fría, pero realmente siento... cosas... ¿lindas? por Yerim. Ponte en mi lugar un momento; imagina que la cagas con alguien que te gusta mucho, ¿pensarías en alejarte y dejar que pase? ¿o en hacer lo posible para que te perdone?

Yeonjun permaneció en silencio por un momento y luego una pequeña sonrisa se formó sus labios.

—Es todo lo que necesitaba oír.

—¿Eh?

—Solo quería comprobar que tus sentimientos por Yerim fueran verdaderos. No me importa que lo hayas arruinado a lo que sea, todos merecen una segunda oportunidad y yo te ayudaré a obtenerla.

Ni siquiera procesé sus palabras, simplemente me lancé sobre él, agradecida de tenerlo como amigo. Mi primer mejor amigo, después de todo.

—Gracias... —susurré entre sus brazos.