•𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐏𝐄𝐋𝐄𝐀• || CARL GRIMES || [TWD]

PRÓLOGO

Apartada

Celeste

Abro la puerta de la tienda de accesorios lentamente con el arma en alto, me quedo de pie en la entrada revisando la calle a mis espaldas, esto es para percatarme que los infectados no estén cerca.

Totalmente sola. Segura.

La luz del día entra por las ventanas laterales, ilumina a luz natural mi lugar favorito. Examino todas las puertas que están abiertas desde mi lugar, pues tiene semanas que no he venido. Es probable que haya uno por aquí cerca, sino se consideraría suerte, demasiado a decir verdad.

Chiflo para asegurarme por completo. Ningún ruido. Es buena señala.

Cierro la puerta intentando no hacer ruido. La madera color vino desgastado está llena de polvo y ésta ensucia mis manos dejando la piel con un color mate. Las paso por la chaqueta negra sin importancia.

Me desplazo por el pasillo principal corto de los estantes hasta llegar al fondo en la caja de cobro, las huellas de los botines se pintan por el suelo descuidado. Cruzo sin ningún problema hasta caer del otro lado, me deslizo por el suelo viendo los recibos tirados donde la tinta ya ha desaparecido borrando evidencia de los precios.

Paso mis manos por el pelo viendo los collares de los estantes de vidrio que antes se consideraban elegantes. Saco el libro que me dió Karina hoy en la mañana y abro de mala gana para matar el tiempo mientras decido dónde ir después.

La portada es de color azul marino, pasta dura con las letras del título en un tono dorado. Le doy la vuelta intentando ver la sipnosis, sin embargo, no hay nada por detrás. Lo abro sin importarme cuánto dañarlo. En la primera hoja está algo escrito.

𝐶𝑒𝑙𝑒𝑠𝑡𝑒:
𝑁𝑜 𝑡𝑒 𝑒𝑛𝑜𝑗𝑒𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜. 𝑇𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒́𝑛 𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑎.

—“También”— suelto un resoplido molesta al repetir la palabra.

Intento leerlo por compromiso. Cada palabra me aburre al sentir la estúpida historia de amor de estos personajes.  Una ridiculez para estarme emocionando y seguir perdiendo el tiempo.

No me agradan este tipo de cosas y menos el absurdo regalo de Karina después de abrir la boca con Melody y Jennette ¿En qué diablos estaba pensando al ofrecerle alcohol? ¿Desde cuándo esa inmadura se atraganta con el alcohol?

Suelto un quejido bajo y aviento el objeto a cualquier parte del lugar indispuesta a traerlo conmigo más tiempo.

Puedo escuchar claramente la puerta abrirse y de inmediato me alarmo soltando la grosería. El cuerpo da un sobresalto cuando los pasos logran darme la señal de que es una persona.  Tomo el arma y gateo hasta el estante del otro lado para esconderme, me levanto con lentitud y así poder andar de pie. Camino poco a poco, muy lentamente que pareciera tener patas de gato.

El cerrojo se escucha asegurarse y me repego en el estante para ver por el reflejo del vidrio que está de frente quién es.

Solo se escuchan pasos individuales más la sombra de una persona desviarse del pasillo, le quito el seguro al arma con el pulgar recogiendo valor, cuando siento su presencia cerca, salgo de mi escondite y apunto a la persona decidida a matarla.