Secretos

15

-Quita tu estúpida mano de mi rostro Jungkook. - la molestia me rebasaba y lo empujé.

--Ahora es momento de que tú , tu amigo y la zorra aquella me escuchen. No es problema mío que ahora sus cabezas dependan de lo que yo diga, eso debieron pensarlo mucho mejor, aquella mujer antes de ser un titere, tu al venir con esa amistad hipócrita que le tienes a Jimin, pero sobretodo lo debió de haber pensado muy bien Jimin antes de seguir con el asqueroso deporte de jugar y comprar el silencio de las mujeres.-

Yo aun tenía ahorros, el dinero de aquella ocasión y un buen libro de excusas por si ellos querian dar el primer paso y cumplir sus amenazas de despojar a mis padres, pero no bajaría jamás la cabeza de nuevo por nada ni por nadie.

Jungkook estudiaba cada una de mis duras y seguras expresiones faciales moviendo sus ficha mentales aunque me dejó terminar con todo aquello, hasta que un semáforo en rojo nos detuvo, ahí se acercó con lentitud a mí con el propósito de intimidarme.

-¿Crees que estás a nuestro nivel, gata pueblerina?...-sonrió de lado, los rayos del sol despidiéndose acariciaron su rostro, los ojos le brillaban por el desafío y la exitasion de encontrarse con una nueva ribal y por un segundo lo pude ver endemoniadamente sexy, mostrando el cuello y la clavícula que le dejaba al descubierto su abierta camisa negra.

Tomé su barbilla con el indice y pulgar y lo acerqué aún más a mí.
- No JungKook, en eso tienes razón.. - me fui acercando lentamente a él y vi con agrado como su mandíbula se tensó. Lo tengo ahora, tenía en mis manos a esta sabandija también y no la dejaría escapar.

Pegue mi escote a su pecho sin permitirme la desconexion.

-Yo soy mucho mejor, Jungkook... - sin resistencia por ninguna de las partes di el primer paso y comencé a besarlo. Nos fundimos en un intenso beso en donde nuestras desconocidas lenguas se abrazaron.
Confieso que esto fue mucho mejor a lo que he probado hasta ahora.

Los autos comenzaron a tocar las bocinas y lo separé bruscamente de mí regresandolo sin aliento a su lugar.

-Avanza, muero de hambre.. - señalé el semaforo y sintiendome victoriosa limpié de mis labios los restos de aquella travesura con disimulo.

De mi bolso saqué un labial y lo retoque, yo no lo miraba pero sentía la mirada de Jungkook sobre mi, tan a la expectativa de que diera el primer paso a lo que fuera.

Estaba realmente disfrutando del silencio y de la tensión que había entre nosotros cuando se detuvo frente a un restaurante de sushi.

-Me sorprende el que supieras cuál era mi comida favorita...-le sonreí ligeramente al enemigo y me liberé del cinturón de seguridad...

-Te sorprendería todo lo que conozco de ti Alisson.. - apresurado bajó del auto para abrir mi puerta, no se aún desde cuando los villanos juegan a ser príncipes, pero no me desagradó.

Extendió su mano la tomé. Era una pequeña tregua que nos permitimos para realizar la siguiente estrategia.

-Gracias, espero que tengas muchos mas días de amabilidad como este , podría acostumbrarme... - le guiñé.

- Siempre y cuando te sigas portando bien Alisson..- salí del auto y se acercó el valet parking.
El despreocupado y fanfarrón como siempre le aventó las llaves al hombre que a penas logró atraparlas en el aire, me tomó de la cintura y así caminamos juntos hasta el interior del gran restaurante en donde exigió estar tranquilo soltandole un par de billetes bastante altos al maître, el cuál inmediatamente se movió y pidió le siguiéramos al segundo piso el cual estaba completamente vacío.

Por costumbre me quise adelantar unos pasos a la lentitud de Jungkook quien subia cada uno de los escalones de marmol como si fuera su pasarela privada sin dejar de admirar nuestro reflejo en cada uno de los enormes espejos a lo cuál no me permitió intentar siquiera la lejanía.

Con ambas manos me tomó de la cintura y me pego a él, pude sentir su calor y se notaba que no le era indiferente. ¿En verdad quiere salvar a Jimin o su interés soy yo?, me daba temor el pensarlo,¿hasta donde es esto posible? .

- Te dije que te portaras bien, Alisson. .. - Dijo en voz baja con los labios pegados a mi cuello lo cual erizó mi piel.

Eché la cabeza atras sobre su pecho y seguí el peligroso juego.

-Te gustaría más si me porto mal... - dejó un beso sobre mi hombro y me dio una nalgada justo antes de que el maître volteara...

-Su mesa señor...
Era hermoso aquel lugar de detalles dorados y rojos.

-Aja, si, ahora desaparece.

Mire a aquel hombre intentando disculparme por la conducta de Jungkook...

-¿Siempre tienes que ser tan patético?... - reprendí en cuanto aquel hombre se perdió bajando la escalera.

-Quien tiene el poder y el dinero puede ser como le da la gana Alisson... - me estaba poniendo inquieta aquel hombre.

-Pues no me agrada,Jungkook.

- Puedo tener todo y a quien quiera si me lo propongo... - miró a mi escote y mojo sus labios.

Volví a tomar su mentón para obligarle a fijar su atención en mi rostro.

-¿ Y yo soy parte de eso que tu quieres?... - esperaba que dijera cualquier cosa menos aquello incluso un insulto hacía mi origen lo hubiera agradecido.

- Si Alisson, en este momento tu eres a quien quiero... Y te voy a tener a cualquier precio.

Todo este giro me hace sentír tan con fundida y a la vez con todo tan claro.

-No hagas bromas tontas Jungkook... - me atreví a burlarme de su respuesta.

Se tornó serio como nunca había estado y respondio.

-Yo nunca bromeo con lo que me pertenece Alisson...

Se puso de pie tirando la silla en la que estaba sentado, se colocó frente a mí obligándome a separar las piernas con su brusca y repentina acción.

Su diestra abrazó mi cuello con sus largos y frios dedos que ajustaban a la perfección y llevó mi cabeza hacia atrás dejandome a su disposicion, acto que me sorprendió completamente desarmandome y sin decirme nada por adelantado me besó, atrevido y quizá con más intensidad y deseo que la primera vez.