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Salí de ahí amandolo y odiandolo con la misma intensidad.
Y volví darle la razón a Verónica, ahora este es el final y no hacía falta decirlo.
Sé que lo es, y lo que traigo en la mano es mi liquidación.

Una liquidación que me hace tenerle el tan famoso agradecimiento vitalicio que le profesa aquella traidora, pero que sin embargo lo único que me hará permanecer a su lado es el amor que le tengo.

Me senté en el último escalón y abrí el sobre, había las escrituras de una casa casi en el centro de la ciudad, él no había mentido, estaba el plano y fotografías de la propiedad, asi como el contrato, el estado de cuenta con los ceros que yo había pedido y una extensión de la tarjeta y chequera que les dio a mis padres.

Al fondo incluía una copia de las llaves y el llavero que las acompañaba era dos iniciales doradas A y J.

Esto para broma era de muy mal gusto, pero estaba profundamente gradecida con lo que habia hecho por mi familia.

Ahora yo sólo tenia que enfocarme en mi crecimiento profesional.

Guardé todo y la realidad me dio una bofetada. Al salir y ver la soledad de la calle, la hora en el reloj del edificio me pregunté en donde iba a estar, quería regresar al departamento pero todo se encontraba apagado arriba.
Es momento de crecer me repetía una y otra vez para calmarme.

Respiré profundo tomando valor y caminé, cuadra tras cuadra en busca de un hotel, pero conociendo nada la ciudad era muy complicado.

De pronto el sonido de un auto que estaba a la par mío me dio terror. Me daba la sensacion de que era un acosador, pero tambien podia ser él.

No me atrevia a voltear cuando una voz familiar me llamó.

-Alisson, Alisson.
Con un demonio hazme caso, sube, es muy peligroso que estes aquí sola.
¿Adonde vas?

No quería voltear por que era él, era Jungkook.

-...¡¡¡De ti no quiero nada!!!

Le grité.

A lo lejos se veia un grupo de hombres.

-Sé inteligente, no tienes mas opción. Sube,te llevo a donde tu me digas.

Los hombres me vieron y empezaron a caminar en mi direccion.
No tenía mas opciones.

Abrí la puerta trasera, avente mis cosas y subi.

Estaba tan asustada que no pude decirle nada en ese momento.

Arrancó a toda velocidad no sin que aquellos hombres intentaran alcanzarnos corriendo.

Me repuse y a pesar de la incomodidad le agradecí.

-Gracias, Jungkook. Con todo mi corazón te agradezco que vinieras.

El sonrió victorioso con ese sarcasmo que le caracterizaba.

-No tienes nada que agradecerme, es un gran gran placer que estes conciente que me debes una más.

-cómo sabias que yo estaba ahi?.

Dio la vuelta y seguimos camino recto.

-Tengo poderes jovencita...
Yo se muchas cosas y estoy en muchos lugares.

-¿Jimin te lo dijo?.

-No he hablado con Jimin desde antier, pero eres muy predecible... Mejor tu cuéntame ¿Por que te fuiste? , o dejame adivinar, le reclamaste de su novia, supiste sobre su despedida de soltero que uff! Se puso épica, o simplemente te despidió como a todas.

Ahora todo ese comportamiento tenía sentido.

-Te equivocas...

Frenó en seco.

-Yo nunca me equivoco querida.
Mejor dime ¿a donde te llevo?

Me encoji de hombros.

-Lo sabia, tengo una habitación preparada para ti en mi casa.

Sonrió y de nuevo avanzó. Su casa no estaba muy lejos de ahí, sin embargo aunque la idea no me gustaba no podia negarme.

Llegamos a un lujoso y amplio departamento, con decoración en tonos oscuros, y grandes ventanales.

- Alisson es muy tarde para charlar, al final del pasillo esta tu habitación, la mia es esta.

Señaló la primera puerta, ambas estaban lo suficientemente alejadas como para no darme desconfianza.

-Agradecí con una ligera reverencia y me fui a prisa.

Tomé mi teléfono, el primer impulso fue tirarme en la cama, quitarme el blazer y descansar,

Estaba curiosa de ver si estaba en linea y grande fue mi sorpresa.

Ya me encontraba bloqueada.

Llore en silencio y cubrir los sollozos con mi ropa.

Este es el fin, no habrá un nosotros jamás.

No supe a que hora me quede dormida, solo que la alarma sonó a la misma hora de costumbre.

Tenia que dejar todo listo en la oficina y no iba a desaprovechar la oportunidad de verlo.

Me vestí con una falda entallada negra, y su camisa.

Y me fuí..

Jungkook aun no se habia despertado pero su séquito de servicio ya estaba en función.

Tomé un taxi y fui directo a la oficina.

Él aún no había llegado, así que prepare la sala de juntas, el proyector y todo quedó impecable.

Prepare la conferencia y todos le esperabamos.

Llegó un poco tarde y fue directo a sus asuntos. A momentos me daba la sensacio de que no se habia dado cuenta de mi presencia pero que no es asi.

Sali por unos documentos faltantes y en ese momento una presencia llamó mi atención.
Era aun más hermosa que en la fotografia. Entre sus brazos traia muestras de tela, y un block de dibujo.

-Buen día...- me dijo con un tono de voz dulce.

Me quedé petrificada.

-Voy a pasar.

Por morbo pregunte a quien anunciaba y me miró con ternura y respondió paciente.

-Es verdad, no me he presentado.

Buscó su gafete con dificultad y me lo mostró.

-Mi nombre es Rosé, soy casi la esposa de tu jefe.

Se notaba tan enamorada y ajena a todo que logró darme pena.

La vi adentrarse a la oficina y por la puerta entreabierta vi el saludo tan amoroso que le dio.
Besó su mejilla y limpio sonriente el labial que habia quedado en ella.

Sentía que me desmoronaba pero tenia que regresar a la junta de una sola pieza.

Entré y tubo el cinismo de presentarnos.

Se puso de pie y el la tomo por la cintura como tantas veces me tomó a mi.

-Amor, te presento a mi asistente.

Me miró fugazmente y sus ojos se posaron en aquella mujer.

- Pero si ya la conozco mi amor, la vi hace unos minutos.

Extendió su mano hacia mi.

-mu.. Mucho gusto en conocerla.

-El gusto es completamente mio, gracias por ponerle orden a la vida de este hombre.
Por cierto que bien te queda ese modelo. Pronto saldrá mi nueva colección y te haré llegar un par. Gracias por preferir mi marca.

Palidecí, él me habia dado ropa de la marca de su prometida.






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