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- Si estás feliz, por favor, avisale a tu rostro Alisson...-me reprochó jungkook de camino a casa.

Estaba aterrada por lo que sucedería a tan sólo unas horas.

- Estoy feliz, amor, tan sólo me duele un poco el estómago...-intente una disculpa creíble pero el tan sólo sonrió.

-¿Te duele el estomago o el corazon Alisson? , se honesta.

- Podriamos parar con todo esto jungkook, por favor.

- Deverias pensar mejor en como será tu vida de señora rica en lugar de preocuparte por Jimin.

Le mire en automático con el semblante del ladrón que es descubierto.

- Que te hace pensar que me preocupa lo que piense... - torne en blanco los ojos.

- Entiende algo Alisson, ahora eres mía, y cada maldito movimiento que hagas, incluso tus pensamientos son míos.

Era escalofriante cuando jungkook se ponia en ese plan amenazante.

- Me tienes en tus manos jungkook, eso no me atrévere a negarlo, pero sabes... Cada pensamiento que tengo y tendré son sólo mios.

No dijo ni una sola palabra mas en camino a casa, solo apretó la mandibula en un claro disgusto.

Tomo la primera desviación y fuimos a una zona exclusiva de tiendas, no podía esconder la gran impresion que me daban los aparadores, uno mas hermoso que otro... Jungkook lo notó y se rompió aquella tensión que habia entre nosotros...

-¿Recuerdas que lo prometí?...- asentí perdida en un hermoso vestido rosa.

- Vamos Alisson, estoy dispuesto a cargar todas tus bolsas...-estaba divertido y yo encantada. Empezaba a conocerme.

-Por el resto de la tarde me olvidé de jimin y su existencia y, tan sólo fuimos jungkook y yo probandonos cosas, gastando y comiendo helado.

-Asi quiero verte siempre....-lo tomé del brazo y besé su mejilla.. Cualquiera estaría encantada de haber cambiado todo el guardarropa en una sola tarde,supongo que por eso son tan felices, es adictiva esta dosis momentánea de felicidad, y asi sería de ahora en adelante para mi,aunque sin amor.

Todo fue tan bien en el día que incluso de una maquina sacó un pequeño gato de peluche para mí. Ese detalle significaba todo, el término de un ciclo, el comienzo de otro, eramos como dos adolescentes sin preocupaciones. Me encontraba exhausta, asi que de regreso a casa abrace a mi peluche y me quedé dormida.

-Llegamos pequeña.. - un dulce jungkook besó mi frente y hablando en tono bajo para no asustarme.

- no querrás que te vuelva a subir en brazos... - sonrei y moví la cabeza asintiendo sin abrir los ojos, tan solo rodee su cuello con mis brazos..Parecía no disgustarle aunque el aparentaba lo contrario.

-Tienes que madurar Alisson, ahora eres mi esposa... - negué haciendole un gesto con la nariz y escondi mi rostro adormilado entre su cuello y hombro.

Me tomó en brazos y entramos a casa dirigiendonos a su habitacion.

- Llegamos Señora Jeon... - me dejó sobre la cama y lo atraje hacia mi justo cuando se alejaba

- No tan rapido Señor, ¿donde será la luna de miel? ...-pregunté divertida mientras buscaba abrir los botones de su camisa.

-Alisson, tenemos muchas cosas que hacer y quieres un viaje justo ahora...-asentí y meti mi mano dentro de su ropa interior.

- Es tu deber como esposo darme una romantica luna de miel... - acaricie con mi índice su miembro.

- Son cursilerias.. - se veia exitado y adorable contradiciendome pero me ayudaba a abrir su cremallera.

- No son cursilerias, dijiste que harias mis sueños realidad... - mordi ligeramente su oreja haciendolo gemir.

-Sé lo que prometí, pero... - clavó sus dedos en mis gluteos.

-...¿Pero que?... No ve vas a llevar por que no soy rosita...-estaba haciendo una escena patética de celos por mi inconsciente inoportuno. El me miró sintiéndose descubierto como yo en su momento.

-Es florecita... Y Si, es por eso. Yo también necesito tiempo Alisson... - en ese instante detuve todo y me escabulli de el y de su habitación corriendo a la mía sin darle opción a alcanzarme

En la oscuridad y en silencio estaba sentada frente a la ventana, Jungkook no hizo más esfuerzo por mi o solucionar lo que había pasado, asi que mi mente volaba...
Estaba demasiado nerviosa por que se llegara la hora de la reunión, me preguntaba si en verdad le importaria a jimin, y dentro de mi tenia la esperanza de que me pidiera huir.

Eran pensamientos tontos pero imaginar la escena me dio paz hasta que pude dormir.

Por la mañana, la puerta sonó y era el, un jungkook apenado con un vaso de jugo en la mano como señal de paz.

-pasa, es tu casa ¿no?...

-La de ambos, pero si quieres una, adelante, buscala y la comprare para ti.

Acepté su tregua barata pero no pensaba dejarlo pasar, el despecho de jungkook era aun peor que el mío y se notaba ahora.

-No, no quiero nada...con esto está perfecto.

- iremos a paris, no encontré vuelos hasta el domingo así que prepara tus maletas, pero lleva lo basico, compraremos todo lo necesario.

Dejándome sin palabras salió serio de mi habitación.
Seguro le estaba doliendo ir a un viaje que el soño con ella, asi que ahí querían huir..
Tosi al atororarme por un minuto con el jugo.

Era demasiado incomodo ahora.

Me bañe y vestí para ir a la oficina y salí con el vaso en la mano. Jungkook estaba en la sala con un cojin sobre su rostro... Le estaba doliendo demasiado...

Deje el vaso sobre la mesa haciendo sonar el cristal y asusté al adolorido hombre.

- No iremos a ningun lado y , puedes estar tranquilo, y de corazon deseo que un día puedas irte de viaje asi como lo sueñas con tu verdadero amor.

Me miró con los ojos hinchados qué dejan una noche en vela y llanto sin decirme nada.

Yo no sabía que el peso de mis palabras eran una profesia.

SecretosWhere stories live. Discover now