•| No soy gordito |• © Taegyu •

˚੭🥠 Capitulo 22

Estando en la mansión Choi, unas fuertes feromonas podía atraer a cualquier Alfa y Taehyun inspiró hondo, tocando su pecho y sentir el auto-control de su parte animal, gruñendo así mismo como su mayor rival. Una parte de él quería empujar la puerta y esos millones de pensamientos hacerlas con su amorcito, aún no correspondido. Y otra, tener al Omega en sus brazos, arroparlo con las mantitas más suaves y protegerlo.

‹Me tienta mucho la primera› pensó, olfateo un poco más, dejando caer su frente en la puerta y su mente a trajo preguntas de aquella razón.
Si bien, él no era de prestar mucha atención en la clase de sexualidad de Alfas y Omegas. Así que no entendía lo que ocurría ahí mismo, tocó nuevamente la puerta.

- ¡Beomgyu! ¡Amorcito! - Suspiró, queriendo abrir la puerta con fuerza y besar al castañito, pero no quería causar un alboroto y trató de tranquilizar lo que sea que le estaba pasando a él en ese momento - ¡Beomgyu!

- ¡Tonto! ¡Ve-vete! - Esa vocecita estaba quebradiza, Beomgyu estaba sollozando y despertó toda las alarmas del Alfa, Taehyun no se iba a largar de allí, ni loco.

- Beomgyu... Ábreme la puerta, por favor - Insistió nuevamente - Bebé... Déjame pasar.

Decir que sus dulces palabras estaban complicando al castañito Choi, endulzando cada vez más al Omega por querer salir y acurrucarse en el rubio como su manta. Con ese pensamiento, Beomgyu se negó, luchando con los ojitos llorosos y sostenerse de sí mismo, no entendía que hacía el Capitán Kang en las puertas de su casa, ¡Había llegado en el peor momento!

- Besos de Alfa... Alfa - Suplicó su Omega, gruñendo al ver que se nagaba dejar pasar a Taehyun. Beomgyu sacudió su cabeza, respiró hondo y se puso de pie, sus piernas estaban temblorosas, se encaminó con pasos torpes hasta la puerta, apoyándose y ronroneo de estar cerca, muy cerca del rubio - T-Taehyun... Vete. No es... No es el mejor momento que estés aquí.

- Bebé... - Con solo ese apodo, Beomgyu sorbio su nariz, no negó aquellos latidos de su corazón por la voz de Taehyun, lo necesitaba - No me iré hasta verte, quiero saber que estés bien, bebé. Los chicos están preocupados por ti, no fuiste a clases... Yo, yo quiero verte, estoy preocupado. Necesito ver esos ojitos que me vuelven loco, necesito ver a mi Omega... O ¿tu no quieres verme?

‹Es lo que más quiero, tonto› Beomgyu no podía creer que estaba en una situación como esta, él en celo y Kang Taehyun ansiando verlo. No podía retener mucho a su Omega, si Taehyun no se iba, estaría perdiendo las riendas y la poca cordura se iría al girar la perilla, estaba seguro de que después de eso, tendría problemas con su padre y hermano.

Soltó un quejido cuando el dolor se identificó más, sus piernas estaban muy débiles y lamentablemente, cayó al suelo. Sé hizo bolita y sollozo, jamás cruzó por su mente que sería tan doloroso. En sus celos anteriores nunca le había dolido tanto como ahora, sentía que lo estaban encogiendo los órganos, sentirse tan vacío... Y necesitado. Quería a Taehyun.

- ¡Alfa!

Decir que Taehyun ya estaba rompiendo la puerta, era por la obligación por su Alfa y su instinto protector. Dando varias patadas a la perilla, esta se rompió en varias partes y dejando el acceso al interior. Empujó, mirando a su alrededor al momento de escuchar un estruendo, trago al ver al castañito. Tirado en el suelo, mientras agarraba su pancita con manitos temblorosas y pequeñas lágrimas cubrían esos cachetitos, Beomgyu dejó que su Omega tomará el lugar, dejándose ver ante el rubio. Sintió segundos después, unos brazos envolverlo y respiró todo el aroma del Alfa, escondió su nariz en aquel cuello, ronroneando.

Esfumó esos alarmantes pensamientos ante unos labios besar los suyos con adoración, unos brazos acorralar su cuello y Taehyun guió sus manos a la cintura ajena, correspondiendo el dulce beso que Beomgyu le estaba dando. Se sonrojo al gemido del castañito, quedando sorprendido cuando él tomó asiento en su regazo.

Taehyun se tensó, rompiendo el contacto de sus bocas y escuchando un gruñido. Entonces, al mirar esos ojitos celestes y bonitos, comprendió.

- Alfa, mimos... - El Omega pidió, iniciando un recorrido de besos en esa tersa piel y morder un poco, para ver nuevamente el rostro en shock del Alfa, puchereó a la poca atención - ¡Alfa!

Taehyun remojo sus labios, sin saber qué hacer o qué decir, jamás convivió con un Omega en celo, ¡Ni siquiera había visto a uno! Su padre no le dio 'esa charla', además de ser padre soltero y abrir la boca para mencionar una de sus parejas. Nunca supo si su padre o madre - Omega o Alfa -, nunca le vio el rostro y nunca supo de él o ella.

El señor Kang siempre fue un padre, como una madre para Taehyun y eso, lo hacía verlo como un ídolo a sus ojos, dándole tanto amor y consentirlo desde siempre. Taehyun no necesito a nadie más que su padre, aun así; se avergonzó tímidamente al no saber qué hacer con Beomgyu.

¿Cómo se debía tratar a un Omega en celo?

- ¿Beomgyu? - Llamó, nervioso.

Bajando la mirada al verlo tan cegado en dejar feromonas alrededor, Beomgyu no actuaba como Beomgyu, aquel castañito agresivo, torpe y dulcemente enojón. El Omega era dulce, una masita inocente en busca de mimos y muchos, muchos besitos.

Unos orbes celestes y brillosos lo miraron atentos y curiosos, el bajito Omega acomodo ambas piernas en la cintura del rubio y Taehyun se las ingenió en pararse, un poco torpe al sostener esos apetitosos muslos.

- Alfa.

- ¿Q-qué pasa, bonito?

- Lo amo, Alfa... Tiene loco a mi corazoncito, boom boom~ - Soltando risitas, posó su oído en el pecho del mayor, escuchando el fuerte latido de su corazón y viendo el fuerte sonrojo de él - Quiero ir a mi habitación, pero quiero que usted me lleve.

Taehyun realmente se imaginó millones de escenas por unas inocentes palabras.

‹Mierda›