EXTRA (1K)

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Desperté al sentir el peso de una mirada sobre mí. Lentamente abrí los ojos, encontrando cuatro cuentas oscuras que me prestaban atención.

Iba a gritar, pero me detuve a pensar antes de causar un revuelo innecesario. Fue entonces que recordé que Jungkook nos había dejado a cargo de sus crías.

Los dos roedores movieron sus narices. Parpadeé varias veces y estos tomaron su forma humana.

-Buenos días, tía Jiyoon -exclamaron al unísono.

-El tío Taehyung dijo que nos quedásemos contigo -explicó Dana, la pequeña de cinco años.

-Es verdad. Dijo que jugarías con nosotros -aseguró Hyuk, el gemelo. Jieun y Jungkook habían tenido dos pequeños y ahora ella estaba esperando sus hijos con Yeonjun.

-Pequeños, ¿qué está haciendo el tío Taehyung? -les dediqué una sonrisa amable mientras apretaba las sábanas entre mis puños.

-Está viendo televisión -afirmó Dana.

-Tía Jiyoon, tenemos hambre -Hyuk hizo un puchero.

-Vamos, pequeños, les prepararé algo de comer -suspiré y me levanté de la cama, desperezándome por completo. Salimos al salón y un aroma fuerte golpeó mi nariz. Menta, madera y maíz. Coloqué a los niños detrás de mí.

-Ji... -Taehyung se giró hacia mí. Su cabello estaba recogido en un pequeño moño y sus ojos ligeramente dorados me contemplaban con anhelo- Olvidé tomar los supresores... -intentó sonreír, pero su gesto se vio torcido, mostrando sus verdaderas intenciones.

-¿Eres idiota? ¿Cómo se te ocurre no cuidarte del celo con los renacuajos estos merodeando en casa? -puso cara de cachorro abandonado. Incluso hizo aparecer sus orejas para agregarle mayor efecto al gesto. Suspiré- Niños, ¿pueden ir a mi habitación un momento? Les haré galletas y se las llevaré... -ambos asintieron felices y se marcharon. Me acerqué a Taehyung y me dejé caer sobre el sofá, junto a él. En la pequeña mesa frente a nosotros estaban los supresores.

-Ji... -colocó su cabeza sobre mi pecho y abrazó mis caderas con fuerza, tumbándome hacia atrás- Hueles muy bien. ¿También estás en celo? -roneoneó.

-Te diré si te tomas los supresores -comenté, acariciando su espalda y provocando más gruñidos de satisfacción.

-Tramposa -rió- Sabes que tengo otra forma de averiguarlo -sus manos comenzaron a descender- ¿Debería usarla?

-Kim, hay niños en la habitación. No intentes cosas raras -emití una risita.

-¿Acabas de llamarme Kim? -gruñó- No me recuerdes que no has querido cambiar tu apellido por el mío -solté una carcajada.

-Me niego -hice una pequeña pausa para recobrar el aliento.

-¿Por qué no quieres casarte conmigo, Ji? -cambió la posición. Sus manos se encontraban a los lados de mi rostro, sirviéndole de apoyo, al igual que sus piernas.

-Tae... ¿quieres tener hijos? -inconscientemente lamió su labio inferior- Pienso que es pronto para eso. Esa es la razón por la cuál no quiero casarme e ir a una luna de miel -disimuladamente estiré la mano hacia la mesita y tomé los supresores.

-No es necesario tener niños ahora porque tampoco Jimin tiene, pero quisiera ganarle en eso -fingí bostezar y llevé las píldoras a mi boca. Seguidamente, atraje a Taehyung hacia mí y comencé a besarlo. El me siguió y cambiamos posiciones. Justo cuando se relajo, empujé la píldora hacia su garganta, usando mi lengua. Como se encontraba boca arriba no le quedó más remedio que tragar.

-Me voy a darle algo de comer a los conejos -me intenté liberar de esa posición, pero sostuvo mis antebrazos.

-¿Qué es eso que acabo de tragarme? -alzó una ceja. Le dediqué una sonrisa de superioridad.

SPRING BEAR [K.T.H] [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora