05. La carrera

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Estaba caminando tranquilamente por un sendero cuando de repente apareció un oso. Me detuve y ambos nos miramos fijamente. El oso se elevó sobre sus dos patas traseras y gruñó con fuerza, sobresaltándome. Retrocedí un paso mientras decidía qué hacer, entonces escuché una voz conocida llamándome mientras me movía con agitación.
Fue entonces que abrí los ojos y desperté, notando a Kook desesperado frente a mí.

-Jiyoon, duermes como roca -suspiró- Llevo intentando que te levantes desde hace media hora. Tu alarma ha estado sonando varias veces, lo que indica que llegarás tarde -me detuve a analizar sus palabras y miré la hora en la pantalla de mi celular.

-¡Es tardísimo! -exclamé mientras corría al aseo para ducharme y cambiarme el pijama por el uniforme.

-Lo sé -Jungkook suspiró mientras se alejaba en sentido opuesto- El señor Won te dejó el desayuno listo así que lo voy a empacar para que te lo lleves. No estés todo el día sin comer.

-Sí, papá -rodé los ojos mientras sonreía. Tardé diez minutos más en terminar y luego salir corriendo. Si me apresuraba todavía podría llegar a tiempo.

-¡Jiyoon! ¡Dejaste tu bolso con el desayuno! -Kook corría para alcanzarme mientras señalaba mis cosas. No tardó en alcanzarme- Diablos que eres rápida -se quejó, intentando recobrar el aliento- ¿Tienes cohetes en los pies acaso?

-No, pero no suelo llegar tarde -tomé mis cosas- Muchas gracias.

-Hasta la noche entonces, Jiyoon. Hoy planeo ir con el abuelo a trabajar. Quién sabe si resulta ser entretenido -se encogió de hombros. Los estudiantes comenzaron a pasar por nuestro alrededor, lo que significaba que la hora de llegada estaba cerca de finalizar.

-Tengo que irme -estábamos casi a mitad de camino entre el instituto y la casa, pero más cerca del instituto.

-Sentí tu aroma de lejos y no lo podía creer  -a mis espaldas se escuchó la voz de Yeonjun- Hueles bien feo, amigo mío -el otro roedor frunció el ceño mientras el conejo recién llegado sonreía- Ahora hablando en serio. No deberías venir hasta aquí así. Ellos nunca han visto tu forma humana.

-Tienes razón. Me iré ahora así que evita que Jiyoon se meta en problemas -después de ese comentario se fue camino a su encuentro con el señor Won.

-Es gracioso que sea él quien lo diga cuando fue por su culpa que me castigaron -alcé una ceja. Yeon y yo retomamos la marcha- Eso me recuerda...

-También fue mi culpa. Lo siento, Jiyoon -me interrumpió, mostrándose totalmente arrepentido- Pudimos haber inventado alguna historia o algo para encubrirte.

-Sí -afirmé, animándolo a proseguir.

-Quiero compensarte por eso. Debe haber sido malo estar e detención el primer día  -cruzamos el umbral de la puerta principal y llegamos al corredor central. Había varios grupos de chicas murmurando cosas. Al parecer las clases no habían comenzado todavía.

-Sí. Me da rabia que no sea con nuestro grupo... -escuché que decía una de las chicas.

-¿Rabia? Yo estoy complacido -expresó su compañero- Ni Jimin ni él tendrán su clase de Educación Física con nosotros este año.

-Eso no es justo. Pensé que si Park no estaba en nuestra clase por lo menos tendría la suerte de tener a Taehyung, pero siquiera eso -suspiró una segunda chica. Fruncí el ceño.

-Eso no es bueno... ¿Por qué mi novia preferiría ver a otros chicos antes que a mí? -se quejó un segundo muchacho.

-Esto me da mala espina -me susurró Yeon, mientras entrábamos a nuestro salón. Chicos y chicas estaban cogiendo su ropa deportiva para cambiarse. Dejé mis cosas en mi casillero y me dirigí al vestidor, dejando al roedor junto a nuestros compañeros de clase.

SPRING BEAR [K.T.H] [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora