|James Thomson|
5:50 pm
No siempre salgo temprano de la empresa, habitualmente termino mi trabajo a las 10:00 pm haciendo que mi horario de ver a Samantha sea casi nunca. Escuché por radio que hoy habría lluvia, así que, tengo pensado hacer una cena para ella; algo caliente mientras escuchamos música clásica y hablamos de nosotros, sería perfecto para esta noche. Empecé a conducir hasta mi Suite que era en The Distinguished Uptown Residences, las calles estaban mojadas y la lluvia era un poco fuerte. Al momento de llegar al edificio estacioné mi auto en el garaje y entré, caminé hasta el ascensor y presioné el botón de mi piso.
Cuando salí del ascensor caminé hasta la puerta principal de mi suite, saqué la llave de mi bolsillo y entré. Todo estaba en silencio, estaba oscuro y la luz de la ciudad entraba por el ventanal de la sala. Dejé mi maletín negro en el sofá y me quité mi corbata junto con mi saco que traía puesto, abrí tres botones de mi camisa y empecé a girar mi cabeza, el estrés me consumía.
Empecé a preparar su cena favorita, no era un gran chef pero hacía el intento; toda mi cocina estaba hecha un desastre; me acordé que el platillo que estaba preparando llevaba camarones y eso hacía que me preocupara, porque no recuerdo haber comprado camarones.
Mierda. -- susurré. Abrí el refrigerador y vi algunas frutas y verduras. --
Intente improvisar los camarones echando al platillo carne, de todos modos a ella también le gusta la carne. Terminé de cocinar a las 7:26 pm y un gran alivio salió de mi pecho, limpié la cocina y deje todo listo en la mesa. Me quité mi camisa y caminé hasta mi habitación para ducharme y arreglarme.
8:00 pm
El sonido de la puerta se hizo presente, revisé rápido la mesa y todas las cosas de mi alrededor, caminé hasta la puerta y la abrí. Ella estaba hermosa como siempre, tenía puesto un vestido corto de seda color granate oscuro.
Hola. -- Dije nervioso --
Hola, James. -- Sonrió --
Pasa, cariño. -- Me hice a un lado para que pudiera entrar --
Cerré la puerta detrás de ella y la hice sentar en la silla, mis manos comenzaban a sudar y mi corazón empezaba a latir un poco más rápido.
¿Qué hiciste de cena? -- dijo desde la mesa --
Es tu favorita. -- dije desde la cocina --
Caminé hasta ella con una pequeña olla entre mis manos, empecé a servir el platillo y pude notar una sonrisa.
Rissotto. -- dijo ella --
Me demoré mucho en buscar una receta perfecta, ojalá te guste. -- volví hacía la cocina dejando la pequeña olla en el lavadero -- No tuve camarones, por lo cual, improvisé echando carne. -- la miré con una sonrisa leve --
Esta bien. -- me miro -- me alegra volver a verte.
Y a mí también. -- dije -- ¿Cómo estas?
Últimamente estoy nerviosa. -- dijo con una sonrisa --
Te cortaste el cabello, ¿Cierto?. -- abrí el vino que había en la mesa --