•No es fácil decirte adiós•

¹⁹· ʏ ᴀɴᴅ ᴍ

Los meses habían pasado, los mellizos estaban a nada de cumplir los 5 años, Yaeyong y MinYoul tenían planeado hacerles una pequeña fiesta a ambos, pero ¿Cómo sabían cuándo era el cumpleaños de los pequeños? Se preguntaran ustedes, fácil, Taehyung se los había dicho antes, pues él no quería que sus hijos pasaran un solo cumpleaños sin festejar, claro, en vista de que no era un "tan mal padre" eso y más podrías esperar. Y a pesar de que aparentemente no supiera la fecha exacta de su nacimiento, pues casualmente, era sólo eso "aparentemente" ya que era todo lo contrario, sabía cuando era su cumpleaños, y bastante bien ciertamente.

Quizá y sólo quizá, muy en lo profundo de su corazón si quería aunque fuera un poco a sus hijos, pero, lo que terminaba dañando aquello por completo, era el que Taehyung, en ese momento estaba en una "etapa" no muy buena, donde por más que quisiera, no podía ser del todo buena persona.

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El tan anhelado día había llegado, ambos jóvenes habían festejado a los pequeños como se debía, les hicieron una pequeña comida y un pastel, les regalaron unas cuantas cositas que seguramente les encantaría como a cualquier niño de su ahora edad, y en compañía de sus amigos, y gracias a la tan hermosa fiesta, los hermanos disfrutaron de su cumpleaños número 5, siendo este, bastante lindo como los anteriores, pero eso sí, con la pequeña diferencia de que les faltaba su querido padre cantándoles el feliz cumpleaños o las mañanitas, cualquiera de las dos. Y eso, en parte si les ponía un poco tristes, pero nada podían hacer al respecto, así que, ambos trataron de no pensar tanto en ello y mejor decidieron concentrarse en su fiesta, cosa que muy bien lograron afortunadamente.

Cuando esta llegó a su fin, ambos agradecieron con una gran sonrisa, abrazando a los jóvenes, estos correspondiendo al instante, después de eso, se dirigieron a su cuarto dejando a los contrarios con una sensación de satisfacción al saber que habían hecho muy felices a los pequeños en su gran día.

Y aunque hubiera sido a distancia, su padre deseaba que los niños hayan disfrutado su cumpleaños, mientras al mismo tiempo les deseaba un feliz cumpleaños.

Como siempre, ya fuera cualquiera de los dos jóvenes, mantenían al tanto de todo lo que ocurría con sus hijos a Taehyung.

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Las semanas pasaban, y en las mismas, cuando alguna pareja iba al orfanato con claras intenciones de querer adoptar, Yaeyong y MinYoul hacían un tipo complot, se unían y asociaban para una misma y buena causa, dicho complot consistía, básicamenteuno de ellos iba a atender a la pareja y el otro se encargaba de "ocultar" a los mellizos para que no les vieran y por ende no les adoptaran y a la siguiente semana era en viceversa, eso a los chiquillos les resultaba extraño en cierta manera, pero nunca preguntaban porque, 1 no sabían ni de qué se trataba 2 eran muy pequeños aún para comprenderlo y 3 de alguna forma u otra, poco les importaba.

La razón por la cual Yaeyong y MinYoul hacían aquello así, era por la simple y sencilla razón, de que querían hacer su trabajo "bien", pues a pesar de que Taehyung les había dado a entender que no importaba del todo que a los niños no los adoptaran "aquellas personas especiales" y que en su lugar otros candidatos lo hicieran, pero eso sí, que fueran aptos, aún así, ellos querían hacer lo posible para que si les adoptaran aquellas personas, preferiblemente, en resumidas cuentas, tanto ellos como Taehyung lo preferían por mucho.

Confiaban bastante en que la probabilidades de que las cosas ocurrieran tal y como querían eran bastante altas y para nada nulas, por eso mismo, harían todo lo que estuviera a su alcance para que así ocurriera, moverían cielo, mar y tierra para que esas personas llegaran ahí por si solos, por obra del destino, por darle un pequeño empujoncito al mismo, de ser necesario con tal de cumplir su propósito principal.