⁹⁴· ᴊᴍʜ - ᴊʀs

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Minho se encontraba en la planta de arriba, en la habitación de su pequeña hermana, mientras que sus padres se encontraban en la planta de abajo, con el pequeño Kookie.

El pequeño niño estaba al pie de la cuna, cuidando de la pequeña Rose, mientras conversaba con ella, a pesar de que esta aún no supiera hablar.

Se preguntarán ustedes ¿Por qué esta vez no se encontraba al lado de Kookie, o bien, al lado de los dos, o por qué sus padres no cuidaban a la niña esta vez? La respuesta puede parecer más simple de lo que se pueden imaginar.

Y es que, en esta ocasión, Minho pidió a sus padres cuidar de Rose por esa ocasión, ya que, uno, quería pasar tiempo con su hermana, dos, sentía que la mayoría del tiempo sólo se la asistía al lado de Kookie junto a Yiungeon, tres sentía que excluía a su pequeña hermana y que ella también merecía su atención y cariño, a pesar de que siempre se lo demostraba, pero, el punto se entiende. En resumidas cuentas, quería ser un buen hermano mayor para ambos pequeños, y que ninguno se sintiera menos o más importante que el otro, quería que todo fuera de manera justa para ambos.

No obstante, pareciera que el pequeño de alguna manera u otra, supiera lo que vendría después, y él como cambiarían las cosas radicalmente de un momento a otro.

Es por ello, que, a pesar de no ser conocedor y a la misma vez sí, de lo que podría pasar después, él quería pasar el mayor tiempo posible, al lado de sus hermanitos a partes iguales, además, de que les quería mucho, y quería que ellos de igual manera lo hicieran, aún así, esto significara traer consecuencias después.

Pero vamos, a todos alguna vez, de pequeños, cuando peleábamos con nuestros hermanos, nos decían la típica frase de; "Son hermanos y deben quererse" claramente, los hermanos Jeon no serían la excepción, y bueno, ciertamente, nunca hizo falta alguna, que les dijeran tal frase, pues, por muy increíble que pareciera, estos se llevaban bastante bien, y nunca, pero en verdad, nunca, habían peleado, sus padres dudaban mucho realmente de que eso llegase a pasar.

A pesar de que Rose aún fuera una pequeña bebé de brazos y Jungkook un pequeñito de apenas dos años, Minho quería que ellos siempre le llevasen presente y, como anteriormente se mencionó, le quisieran igual.

Pero, nadie se imaginaba nada de lo que pasaría en el futuro.

- Donde quiera que esté, siempe te wa cuida hemanita, siempe te wa querer y querré lo mejo para ti, estaré a tu lado siempe, te enseñaré muchas coshas ¿Te guta la idea? - preguntó mientras con su manita acariciaba la mejillita de su hermana menor y esta por su parte, con su manita agarraba uno de los deditos de Minho, mientras al mismo hacía ruiditos de bebé y sonreía, dando a entender de ese modo, que le agradaba la idea de todo lo que había dicho su hermano -

MinHo cuidó de sus hermanitos y estuvo a su lado, todo el tiempo que le fue posible, hasta aquel fatídico día.

Lo que más le dolía, era que, nuevamente no pudo cumplir con sus promesas, que no estuvo ahí cuando Rose aprendió a hablar, cuando aprendió a caminar, entre otras cosas, lo único que le consolaba, era saber que Jungkook y Yiungeon cuidarían bien de ella, y le enseñarían todo lo que él no pudo, lo único que pedía, era que ellos estuvieran bien, aún así él no estuviera presente, por muy doloroso que fuera.

Pero vamos, él no podía saber que pasaría, adivino no era, por lo tanto, estaba absuelto, pues bien sabemos, que si por él hubiera sido, jamás se habría apartado del lado de sus hermanos, pero, nuevamente, el destino en su mayoría de veces, tiene otros planes para con nosotros.

Basándonos en lo anteriormente dicho, siempre pero siempre, podemos esperar de todo y a la misma vez no.

Tiempo después de que MinHo ya no estaba, pasaron muchas cosas, las cuales, por razones obvias, él ni siquiera enterado.

Una gran ironía, es que él, se fue creyendo que sus hermanos estarían al cuidado de Yiungeon.

Lo cual, poco duró, y ninguno de los cuatro sabía acerca de ello. Pues, en sus inocencia de niños, creían que todo estaría igual de "bien" siempre.

Vaya porquería.

Lo peor es que a todos alguna vez nos ha pasado lo que a Minho, de diferente manera, pero a final de cuentas, ha sucedido.

De cierta manera, él a veces se arrepentía de haber querido que sus hermanos lo quisieran como él a ellos, sobre todo Kookie, pues, ahora que no estaban más, sabía el cuanto sufrirían.
Aún así, ambos fueran pequeños en aquel entonces, y sobre todo Rose, que no sabía nada de lo que ocurría a su alrededor, él sabía que de cierta, siempre les acompañaría una sensación de vacío y tristeza, que ni siquiera sabían por qué o de dónde venía. A pesar de que no pudieran recordar mucho de lo que ocurrió en su infancia y primeros años de vida, como en el caso de Jungkook, o que, no estuvieran ni en cuenta de lo que sucedía a su alrededor, como en el caso de Rose. Pues, recordemos lo que se ha mencionado con anterioridad, y es que, la sangre llama, no importa que tan lejos se esté, esta siempre interviene de alguna manera u otra.

Sabían lo que pasaba y a la vez, no tenían ni idea.

- Sólo espero y estén bien, algún día volveré a estar cerca de ustedes, jamás me volveré a ir ni aunque me obliguen, me paguen o me apunten con un arma, no puedo prometer nada, pero, les juro que haré todo lo posible por cumplir mi promesa - pensó el joven, antes de quedarse profundamente dormido -

Tarde o temprano, todas y cada una de nuestras peticiones y deseos son escuchados y se cumplen, sólo hay que confiar bastante en ello.

Todo en su debido tiempo, bien dicen por ahí.
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Bueno he aquí esta parte espero y les haya gustado mucho.
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•No es fácil decirte adiós•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora