•No es fácil decirte adiós•

¹⁴⁷· •ᴍᴇʀᴇᴄᴇs sᴀʙᴇʀ• 5 (3/12)

Jeon MinHo.

- Yo no tengo nada que hablar con ustedes

- Hijo, por favor

- Suspiró - Bien...

- Tu madre y yo te estaremos esperando en casa

•

- Toma asiento por favor, hijo

- Te pediré una cosa, por favor no me llames así, al menos no hasta que me aclaren todo esto y me resuelvan mis dudas, EunWoo - el joven observó a ambos, de manera acusatoria, al tiempo que se cruzaba de brazos y tomaba asiento en uno de los sillones -
- Suspirando, su padre asintió - Está bien, si así lo deseas, así será, lo respetaré en todo momento, al igual que tu madre - observó a la mujer, y esta asintió levemente, al tiempo que ambos tomaban asiento en otro de los sillones -

- Bien - aún cruzado de brazos, observó a ambos, esperando que comenzaran a hablar, la curiosidad le carcomía cada vez más, pero, eso claramente no lo haría notar, pues, no se quería mostrar desesperado frente a ellos, no ahora, no otra vez -

- Hi- perdón - negó rápidamente - MinHo, ¿Quieres un poco de agua? - preguntó la mujer, estando a punto de levantarse, esto siendo impedido por su esposo, tomándola del brazo, negando levemente, al tiempo que Minho hablaba nuevamente -

- No, gracias, preferiría que comenzaran a hablar y decirme todo lo que tengan que decir, no tengo su tiempo, ¿Saben? Si van a hablar háganlo ya, o no me estén entreteniendo, tengo más cosas por hacer y justo ahora, mi tiempo es contado y valioso - habló con un poco de fastidio en su hablar -

Quería ser aún más altanero con ellos, pero, simple y sencillamente no podía, a pesar de todo lo que le habían hecho y él había sufrido por su culpa, aun así, él, simplemente no podía, pues a su parecer, seguía siendo aquel chico carente de carácter y, sobre todo, patético, cuando la realidad era otra completamente distinta, pero, el dilema aquí era, que él, simplemente no podía ser tan malo como quisiera a pesar de todo el daño causado, también, más que nada lo hacía por sus hermanos, y por nadie más, que por ellos, pues, estaba consciente que, a ellos no les gustaría que hubiera cierto ambiente deprimente siempre que estuvieran sus padres y ellos presentes. En fin, en esos instantes, prefería mejor, no pensar tanto y prestar atención a lo que fuera que sus padres tuvieran que decirle, seguían siéndolo a final de cuentas, pero eso no significaba, que tuviera que reconocerlos como tal en el momento.

- No te preocupes, prometemos no quitarte mucho tiempo - habló la mujer nuevamente, observando a su esposo, y, este por su parte asintió -

- Bien, los escucho - prestó mayor atención a ambos -

- Okay, ¿Alguna vez te preguntaste por qué nunca te buscamos?

- Muchas veces, pero al ver que no obtenía respuesta alguna al respecto, dejé de preguntármelo y darle vueltas al asunto - contestó sin más, como si no tuviera mayor importancia -

- Suspiró - Bueno, MinHo, hoy finalmente obtendrás las respuestas a todas tus dudas, que, por tanto tiempo han estado acompañándote - su padre le observó fijamente, al tiempo que tomaba una mejor postura -

- Entonces hablen, vamos, ¿Qué esperan?

- Verás, cuando yo era pequeño...

Y a partir de ese instante, su padre le contó todo de principio a fin sin omitir absolutamente nada, su madre por su parte, también le contó su versión de la historia.

- Es por ello que... durante mucho tiempo no te buscamos, de verdad, perdónanos, hijo, pero, lo hicimos por tu bien, si, sabemos que no fue la mejor opción, pero en el momento, fue lo que consideramos mejor...

Ahora, al haber escuchado a sus padres, no le quedaban la mayoría de dudas que, en un inicio, ciertamente, en esos momentos, ni siquiera le quedaban ganas de reclamarles nada o siquiera hacerles preguntas, pues, al menos por el momento, ya había tenido suficiente, así que, con apenas haberse siquiera de sus padres, salió de aquella casa, escuchando y a la vez no, a sus padres llamándolo insistentemente, al ver que era inútil, prefirieron dejarlo, comprendiendo que en esos instantes, él, tenía mucha información que procesar, pues claro, al enterarse de algo así, ¿Quién no?, y bueno, mentira no era, ciertamente, tenía mucho que pensar y digerir, cosa que, definitivamente, no sería de un instante a otro, ya había caminado un gran tramo, salió prácticamente disparado de casa de sus padres, que, casi en un santiamén llegó a su apartamento, sin saludar a nadie, pues, ni siquiera para eso tenía cabeza. Su prioridad en el momento, era pensar y poner en orden todos sus pensamientos que constantemente le atacaban, junto con los sentimientos recientemente adquiridos, luego de aquella charla.
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Bueno, he aquí esta parte, espero y les haya gustado, a pesar de ser muy corta, en fin, sale bye, cuidense mucho y tomen agua, les hace bien.