5. Salida con amigos

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Habíamos organizado esta salida con bastantes ganas

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Habíamos organizado esta salida con bastantes ganas. Yo quería conocer la ciudad y mis nuevos amigos estaban ansiosos por enseñármela.

Había intentado convencer a Bruno de acompañarme, pero se él había negado. De todas formas, no me sorprendió su negativa, suponía que no era del tipo que sale a discotecas.

Nos habíamos juntado a cenar en el departamento de Somalia, y Luke era quien daba el visto bueno a nuestros atuendos. Era una noche un poco calurosa, por lo que no quería ponerme demasiado abrigo. Además, iríamos a una discoteca en esos lugares la temperatura es demasiado alta.

Mientras cenábamos respondía algunos mensajes de Bruno, quería saber dónde iríamos, a qué hora volveríamos y si necesitaba que fuera a por mí. Solo podía sonreír, no éramos novios, al menos nunca lo habíamos hablado claramente, pero él se comportaba de una forma tan protectora conmigo que me sentía sumamente cómoda.

En cierto momento de la noche me escribió que me extrañaba. Le respondí que yo también lo hacía e insistió en que fuera a su apartamento para estar juntos. Pero me negué, mis amigos estaban sumamente ilusionados con esta salida. Después de todo, la habían organizado por mí, no podía simplemente irme para estar con Bruno.

Decidimos tomarnos una foto minutos antes de salir y apenas pude se la reenvié a B.

Bruno: Mucha piel ¿No te parece preciosa?

Esa fue su respuesta. Me puso nerviosa y, aun no puedo entender el porqué, mi primera reacción fue tomar una chaqueta que había decidido no llevar.

— No lo hagas...— hablo Somalia, terminando de tomar su cerveza.

Somalia estaba sentada mi lado y había visto la respuesta de Bruno a la foto.

— ¿Qué cosa?— sonreí sin comprender a que se refería.

— No puedes ante un comentario como ese salir corriendo a taparte Mia...— la morena apoyo ambos codos en sus rodillas y entrelazo sus dedos viéndome desde su sitio en el sofá— Ante eso deberías mandarlo a la mierda y recordarle que es tu cuerpo no el suyo.

Me reí nerviosa, Somalia era una ardua defensora de los derechos de la mujer y ante cualquier pequeño detalle ella veía alarmas que, según todos, no existían. Siempre le decían que por eso estaba sola, porque era el tipo de mujer que no toleraba un comentario medio centímetro fuera de lugar.

— No es por Bruno— me defendí— soy friolenta y prefiero cargar con mi chaqueta más tarde antes que morir de frio y tener que faltar al trabajo por una gripe.

— Eres la chica del jefe— Luke palmeo mi trasero y guiño un ojo—Nadie te dirá nada...

Les había hecho jurar y perjurar que no dirían nada a nadie. En el trabajo, las pocas veces que cruzaba a Bruno solía tratarlo como todos tratan al jefe. No quería que nadie supiera de nuestra relación, algo que a B no le causaba nada de gracia. Pero supongo que en el fondo entendía los motivos, no es nada fácil ser "la chica de Bruno Grecco" y mucho menos soportar los festines que se harian los chismosos sobre lo que hago o no hago, que si lo hago para subir de puesto, etc.

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