19. Funeral

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Hace exactamente tres días que Grecco y Montserrat están detenidos. Solo falta la presentación de los cargos pero eso corre por cuenta del fiscal de la causa, podría decir que nuestro trabajo está hecho.

Laura insistió desde el momento uno en que es inocente, que ella jamás lastimo a Mia y que es imposible que su cabello estuviera allí. Por su lado Grecco grito su inocencia a los cuatro vientos. Su defensa, básicamente, consistía en el hecho de que no era extraño que su semen estuviera en el cuerpo de su prometida. Dijo que solo se acostaron algunas veces con Laura y luego ella comenzó a chantajearlo con contarle todo a Mia y que no tenía dudas que había sido ella la que intento sacar a Mia de su camino, porque la mujer estaba obsesionada con él.

Pero las pruebas están sobre la mesa, ahora todo depende del Fiscal. Aunque este no sea de mi total confianza.

Finalmente se pudo realizar el funeral de Mia Astor. Su familia había decidido trasladar el cuerpo hasta Los Ángeles y allí estábamos Simón y yo. Eric, el hermano de Mia nos avisó que allí seria la ceremonia y que éramos bienvenidos. Nunca nos habían hecho participes de algo tan íntimo como el funeral de una víctima, pero no era el primero al que asistíamos. Para nosotros, despedir a las victimas era una forma de darle un cierre a los casos y presentarles nuestros respetos a las familias, aunque no siempre podíamos hacerlo. No siempre podíamos atrapar a los malos. Eso es lo triste de nuestro trabajo.

— Gracias— Hablo a nuestras espaldas Somalia, visiblemente emocionada.

— Hola— murmure en voz baja— es nuestro trabajo...

— No, esto fue mucho más que su trabajo— Entonces se acercaron los otros amigos de Mia en New York. Luke sonrió con los ojos llenos de lágrimas— no puedo creer que haya permitido que esto pasara— la chica dirigió su mirada hacia el ataúd y una lagrima rodo por su mejilla al pestañear— debería haber hecho algo más, advertir no sirve de nada. Cuando una está metida en este círculo enfermo, esta ciega. Debí hacer algo más para...

Di un paso adelante y sostuve las manos de la chica que no paraban de temblar. Somalia me abrazo y yo le ofrecí mi contención, algo que no estaba acostumbrada a hacer.

Diez minutos más tarde las puertas de la pequeña capilla se abrieron y mi mirada se clavó en la enorme e imponente figura que se adentraba al edificio.

Simón llego agitado con su teléfono en la mano — Anoche retiraron los cargos de...

— Bruno Grecco— susurre mientras el tipo caminaba acomodando su traje.

En menos de tres minutos la iglesia se había convertido en una batalla campal. Los Astor gritaban a Grecco que se fuera y querían impedirle que se acercara al cajón de Mia.

— Creo que lo mejor es que se vaya...— me interpuse entre la familia y el tipo.

— Soy inocente, el fiscal retiro todos los cargos— el hombre, que era un poco más alto que yo se inclinó y sonrió en mi cara — Solo quiero despedir a mi prometida.

Luego de insistir fueron Eric y Leopoldo Grecco quienes a empujones consiguieron sacar al tipo de la Iglesia.

— No había visto a Leopoldo— Comente a Somalia que había quedado de pie a mi lado.

— Leopoldo se negó a defender a su hermano cuando se enteró de los golpes y de los abusos. No se hablan desde que fue detenido y llamo a la familia para disculparse.

Asentí y me fije en Simón que me hacía señas desde la puerta de la iglesia. Deje a Somalia y me acerque a mi compañero.

— El fiscal desestimo las pruebas contra Grecco, retiro los cargos. Hablo con el juez, indico que no veía los motivos para acusarlo de nada. Que en las pruebas quedaba claro que Laura había sido la autora del crimen.

— Lo compró...— comente con los dientes apretados.

— No tengo dudas... ¿Qué podemos hacer?— pregunto Simón observando lo mismo que yo. Bruno Grecco discutiendo con su hermano menor, mientras este lo mete a empujones a su auto.

— ¿Nosotros?— pregunte con un nudo en el estómago. Nosotros no podemos hacer nada... Nosotros hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance.

— ¿Entonces?— Eric se paró a mi lado con los puños apretados— ¿Hay que esperar que mate a alguien más?

Me pare frente al chico y lamente tener que pronunciar las siguientes palabras:

— Si Eric, hay que sentarse a esperar que vuelva a hacerlo— suspire— mientras sigamos teniendo una justicia que considere que un novio y un esposo no viola, mientras tengamos una justicia que siga considerando a las mujeres como objetos que solo cumplen un fin cuando están detrás o debajo de un hombre...

— Voy a matarlo...— murmuro en voz baja y mi mirada se clavó en la suya — Tarde o temprano, pero ese tipo acabara muerto.

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Mar-Tinez

MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora