7. Múdate conmigo

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— Múdate conmigo

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— Múdate conmigo...— esas dos palabras salieron de la boca de mi novio en la primera noche que pasó en mi departamento.

Estaba acostada, esperando que terminara de cepillarse los dientes y viniera a la cama conmigo. Baje muy despacio el libro que estaba leyendo y lo observe con el ceño fruncido, Bruno camino muy despacio y se sentó a mi lado con una tonta sonrisa en sus labios.

— Sé que es muy pronto...— suspiro pero deje que continuara hablando— Pero pasamos tanto tiempo juntos... y — comenzaba a ponerse nervioso y eso me causaba muchísima ternura— Estaríamos mas cómodos en mi apartamento...

—Insinúas que mi apartamento no es cómodo— hable en tono serio pero realmente estaba bromeando, algo que el no noto por su cara de pánico.

— No, no quiero decir eso. Tu apartamento es bonito— miró todo a su alrededor— aunque es demasiado pequeño, inclusive para ti y...

No soportaba su nerviosismo, por lo que de un movimiento rápido, selle sus labios y no lo deje continuar, me desnude ante su atenta mirada, el hizo lo mismo e hicimos el amor apasionadamente como siempre.

— De acuerdo...— estaba recostada sobre su pecho y no sé porque lo dije, realmente no lo pensé. Creo que me deje llevar por las emociones del momento.

— ¿De acuerdo?— pregunto sorprendido levantando su cuello para verme.

— Si...— suspire nerviosa— Pero primero— me senté en la cama para verlo a los ojos— quiero que mi familia te conozco, no creo que vean con buenos ojos que nos mudemos si no te conocen.

— Quería que fuéramos este fin de semana...— Comento sentándose también.

— Te amo— me acerque sensualmente a sus labios.

Bruno, al notar mis intenciones, abrazo mi cintura y de un solo movimiento me tiro en la cama.

***

El fin de semana nos levantamos muy temprano, teníamos unas cinco horas de viaje y Bruno había preferido viajar en auto, él sabía que era mi forma de transporte favorita y seria nuestro primer viaje juntos, eso me tenía emocionada.

Le había avisado a papá que lo visitaría junto a mi novio y eso parecía haberlo alegrado mucho.

Durante el camino, incontables veces intente contarle algo sobre mi familia pero me arrepentía. Hasta que paramos en una gasolinera para almorzar.

— Tengo que decirte algo— dije antes de dar un mordisco a mi hamburguesa.

Bruno no respondió, mordió su hamburguesa y me observo.

— Sara, no es mi madre...

— ¿Ok?— Parecía no comprender lo que quería decirle.

— Mi madre es...

— Amanda, lo se...— sonrió cuando mis ojos se abrieron tanto que temí que cayeran de sus cuencas— Sé que es extraño, pero es normal que investigue a las personas con las que me rodeo, antes que pase a algo un poco más serio...

— ¿Me investigaste?— le había preguntado indignada— ¿Por qué no me dijiste que sabias todo?

— Bueno porque si tú no me lo habías dicho es porque aún no querías hablarlo y respeto eso nena...— Se puso de pie y paso de sentarse frente a mí, a hacerlo a mi lado. Abrazo mi cintura y dejo un delicado beso en mi hombro desnudo.

— Lamento no haberlo dicho antes...

— Tranquila— beso mis labios— No es fácil decir algo así, lamento lo que paso con tu madre...

— Te amo...— lo mire embobada.

El sonrió y en ese momento pensé que era la mujer más afortunada del mundo. Ese hombre guapo, dulce, sensual y comprensivo, estaba total y completamente enamorado de mí.

***

— ¡Mia!— mi hermana salió corriendo de la casa y choco contra mi cuerpo abrazándome muy fuerte.

— Hola mi vida— devolví su abrazo y deje un beso en su cabello rubio.

Vi a papá y a Sara asomarse por la puerta, abrazados y sonreí.

— Hola, soy Emma Astor— mi hermana extendió su mano a Bruno y este la observo divertido.

— Encantado Emma— doblo sus rodillas para quedar a su altura y estrecho su mano— Soy Bruno Grecco.

— El novio de mi hermana ¿Eh?

— Así es...— soltó una carcajada y se puso de pie cuando papá y Sara se acercaron.

— Bruno— comencé las presentaciones— Ellos son mis padres, John y Sara, ya conoces a mi hermanita Emma y...

Cuando estaba por preguntar por mi hermano escuche el rugir de su moto en la calle llegaba acompañado por Laura, Bruno se presentó con el resto de mi familia. Todo parecía un buen comienzo.

Nos sentamos en el comedor de mis padres, Laura había tornado todo un poco incómodo, parecía fascinada con que mi novio fuera un Grecco y, al parecer, ella estaba más al tanto de quien era él, mucho más que yo.

Bruno, papá y mi hermano parecieron llevarse muy bien y pasaron mucho tiempo hablando. Tanto es así que para cuando termino nuestro fin de semana, Bruno había quedado fascinado con mi hermano que le había ofrecido un puesto en el área de informática y mi hermano había prometido pensarlo.

La última noche, antes del regreso, todos salimos a cenar. Por suerte esa noche Laura no había podido asistir y lo agradecí, se había puesto demasiado pesada con Bruno y yo no soy celosa, por lo que si su actitud me incomodaba era porque resultaba demasiado incómodo, tanto que habíamos discutido un poco por ese tema con mi hermano.

De regreso a casa mi fastidio seguía intacto y Bruno lo había notado.

— ¿Qué pasa?— pregunto una vez dentro del cuarto de huéspedes.

— ¿Acaso no notaste como Laura se comportó contigo todo el fin de semana?— Solté furiosa pero sin gritar.

— Lo note...— retiro su camisa y mis ojos se perdieron en su masculino y tonificado cuerpo — también note que es una mujer muy irritante— Rodeo mi cintura y con sus manos en mi espalda comenzó a deslizar el cierre de mi vestido— Es la novia de tu hermano y no sé cuáles son sus intenciones, pero créeme...— Dejo caer mi vestido y quede solo vestida con una diminuta tanga— que tengo más que suficiente contigo cariño — Ataco mi cuerpo con sus labios y un gemido escapo de mi garganta— No me interesa nadie más...

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Mar-Tinez

MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora