La chica de cabellos rojos

Capítulo 1.

Estaba durmiendo plácidamente hasta que....

-Lira despierta- dice mi padre.

-Es temprano todavía déjame dormir-  dije.

-Lira en 15 minutos empiezas el instituto- dice mi padre.

Me levanto como ninja y me dirijo al baño. Me en menos de un minuto estaba lista. Miro el reloj y veo que mi padre me mintió aún faltaba media hora...

-Malditoooo- pensé.

Me dirijo a mi cuarto y veo una imagen de mi madre. Ella falleció cuando yo nací...

-Mamá prometo que me voy a esforzar mucho. Te sentirás muy orgullosa de mí- dije antes de bajar a la cocina para desayunar.

-Estas lista para tú primer día en el instituto- me dijo mi padre.

-Siiii no sabes cuánto- dije con sarcasmo.

-Que hija más sarcástica tengo- dijo.

Le saco la lengua divertida.

Termino de desayunar y camino hasta el instituto. La gente se da vuelta para ver mi pelo rojo. No se a quien saque este color de pelo si nadie de mi familia tiene este color de pelo.

Llegue al instituto y todos me miraban raro.

-Otra vez no- pensé.

Sin querer choque con alguien veo que tiene el pelo blanco con rosado y ojos rojos. Me ruborizo por lo lindo que es.

-Tsk para la próxima vez fíjate- dice.

-Lo siento mucho- dije.

Él se va y todas literalmente todas las chicas me miran con odio. Camino por todos los pasillos hasta que al fin encuentro la sala del director.

-Permiso soy Lira Matsuma- digo tocando la puerta.

-Adelante- dice.

-Vengo para que me enseñe mi clase y mi horario- dije directa.

-Está bien- dice.

Caminamos hasta llegar a un gran salón.

-Profesor esta es la nueva alumna- dice.

-Por favor preséntate- dice el profesor.

-Genial- pensé- Me llamo Lira Matsuma y tengo 15 años- dije.

Todos miraban mi cabello rojo.

-Lira siéntate al lado de Subaru- dice el profesor.

Levanto la cabeza y veo que es él chico con quien choque en la mañana. Dios siento mis mejillas arder bajo la mirada y me dirijo a mi asiento.

-Hola ciento lo de la mañana- dije tratando de simular una sonrisa.

-Tch...- dice.

-Oe acaso te comió la lengua el gato- digo divertida.

-Cállate de una buena vez- dijo.

-Antipático- susurre.

-Tch...- dice.

Las horas se pasaban rápidamente. Ahora estábamos en recreo. Salí de la sala y camine por los pasillos. Allí vi a una chica rubia muy pálida.

-Oye ¿Te encuentras bien?- le grite.

La chica no respondió ya que se desmayo. La cargue en mis brazos y la lleve a la enfermería. La deje encima de una camilla y vi que su cuello tenía sangre. Saco un pañuelo y le limpio la sangre.

Pasan las horas y yo no me muevo de allí. La chica empieza a abrir los ojos.

-¿Qué me paso?- me pregunta.

-Te desmayaste y te cargue hasta aquí- dije.

-Gracias. ¿Eres nueva?- me pregunta y asiento.

-Si me llamo Lira Matsuma. ¿Y tú?- le pregunto.

-Me llamo Yui Komori- dijo.

-Bueno ya es muy tarde. ¿Puedes pararte sola o necesitas ayuda?- le pregunte.

-Puedo sola- me contesto.

Se paro tambaleando y decidí cargarla en mi espalda.

-Gracias Lira- me sonríe.

-No tienes porque agradecerme. Tienes que tener cuidado con la herida que tienes en el cuello- le digo.

-La viste-  me pregunta asustada.

-Sí, pero no te preocupes lo mantendré en secreto- dije.

-Gracias- dice.

Caminamos por el largo pasillo hasta que veo a 6 chicos.

-Ara ara bitch-chan ¿quién es ella?- dice un chico con sombrero.

-Soy...- no me dejaron terminar ya que alguien lo dijo primero.

-Es nueva y está en mi clase- levanto mi mirada y veo que es Subaru.

-Así que hablas- dije.

-Tch- dice.

-Que enojón- digo.

-Lira ya puedes bajarme. Ya me siento mejor- dice Yui.

-¿Segura?- le digo.

-Si- dice.

-Bueno Yui, Subaru y chicos misteriosos me tengo que ir ya que es muy tarde adiós- digo.

-Adiós- dicen todos menos un chico rubio y Subaru.

Corro a la sala y ordeno mis cosas para irme a casa. Salgo del instituto y corro a casa.

-Lira ¿estas son horas de llegar?- dice molesto mi padre.

-Lo siento- digo.

-Ándate a dormir- dice.

-Está bien- dije.

Me fui a mi cuarto. Me puse mi pijama y me dormí en un santiamén.

Primer capítulo listo (party hard okno) espero que les haya gustado.  Que la fuerza del cosmos los acompañe.