Capítulo 21

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Severus Snape

- ¿Por qué te crees especial?- pregunto caminando lentamente.

- Por el simple hecho de que te interese- respondió la pelinegra a mi lado con toda la confianza posible.

- Reunión a inicios de enero, bienvenida- con eso la reunión concluyó y todos pasaron a retirarse.

Las cosas estaban así, algunos de la orden se habían quedado a pasar navidad en hogwarts debido al plan que teníamos de infiltrar a Sofía en los mortifagos, con la orden habíamos planeado cada detalle y como estaba previsto había salido a la perfección.

Lucius, Narcisa, Bellatrix y Barty se habían pues felices al momento que les dimos la noticia de que Sofía quería pasarse al lado oscuro y habían aceptado al instante presentarla con el señor oscuro quien quedó impresionado por la manera tan segura que mostraba. De hecho todos quedamos así, no se tensaba ni un poco, no habían nervios ni un poco de miedo; solo fluía y hasta le soltaba una que otra grosería.

- Estas completamente loca- le reclame una vez llegamos a hogwarts y caminábamos con dirección a la sala de menesteres.

- ¿Y qué hice ahora?- pregunto confundida.

- Le dijiste imbécil de todas las maneras posibles- seguí reclamando mientras entrabamos sin darnos cuenta de que todos nos esperaban.

- Yo no dije eso- se detuvo.

- Y que fue eso de "eres descuidado", "tienes malas técnicas", "ni Hitler fue tan estúpido"- le recordé algunas frases que había usado- acaso querías que te asesinen.

- ¿Qué usted hizo qué?- la voz de la profesora Minerva nos sacó de nuestra pequeña discusión.

- En mi defensa solo fui sincera- se encogió de hombros de se fue a sentar con su hermano.

- Voy a hablar con el profesor Dumbledore, pueden quedarse a hablar aquí- dicho esto salió.

- ¿Cómo resultó todo?- preguntó James.

- Pues estoy viva así que todo bien- sonrió de oreja a oreja.

- ¿Cómo luce él?- preguntó Gideon.

- Yo tambien lo conozco- me queje sentándome en una mesa.

- Celoso- me dijo Sofía- pues parece muerto, tiene unas ojeras horribles- se reía.

- Si, se lo dejaste muy claro- la mira con desaprobación.

- ¿Enserio Sofía?- habló Lupin molesto- te pudieron matar.

- Es que enserio parecía muerto- se justificó.

- Estas loca niña- me puse de pie- ¿Vienes?

- No, voy a salir con Gideon a caminar- me limité a asentir y salir de ahí.

Ya llevaban saliendo mucho y con esto de las vacaciones de navidad salían más y más, no sabía muy bien cómo sentirme según lo que sabía él era su amigo o eso era lo que me había dicho. Aparte la relación súper rara que habíamos estado llevando aún la manteníamos y no creía que ella hiciera algo sin decírmelo antes.

Fui a mi habitación por un libro y luego baje a la sala común porque supuse que estaría muy silenciosa y aparte que era más cómodo que quedarme en mi cuarto, había el mismo silencio relajante pero era más amplio.

- ¿Ya te abandonaron?- preguntó una voz burlona, me giré a verla y era Davina.

- ¿De qué hablas Rosier?- le pregunte con tono frio.

- De la nena Potter, veo que anda muy pegada a ese pelirrojo- se sentó a mi lado.

- Si, es su amigo- levanté mi libro tratando que entendiera que no quería su presencia.

- Amigos- se burló- te puedo asegurar que son más que eso.

-¿Qué ganas con esto?- la mire mal.

- Que te des cuenta que ella no te conviene- señalo.

- Ya, y según tú ¿Quién me conviene?

- Yo por ejemplo- le mira confundido- o no te acuerdas de la navidad pasada.

- Te aseguro que si no hubiera estado ebrio nada hubiera pasado- me pare fastidiado.

- No me digas que te arrepientes.

- No me acuerdo de nada de esa noche- empecé a caminar cuando sentí que me volteo con fuerza y estampo sus labios contra los míos.

Me quedé por un momento asombrado y luego la aparte de mí pero ya era muy tarde, Sofía estaba en la puerta de la sala común mirándome con una gran decepción en su rostro.

- Bueno adiós- dijo Davina guiñandome un ojo y saludando a Sofía con burla.

- No es lo que parece- me acerque a ella pero me detuvo.

- ¿Ah no?- preguntó con la voz un poco quebrada.

- Ella me beso, lo juro- me justifique rápido porque no soportaba que llorara me rompía el corazón.

- Pues parece que no tenía ganas de apartarla- lagrimas se acumulaban en sus ojos, trate de volver a acercarme pero me detuvo- No te me acerque, aléjate- se empezó a desesperar y luego salió de la sala común.

Iba a seguirla pero quería darle su espacio, Sofía era sensible y tal vez si la seguía podía empeorar más las cosas, decidí quedarme a esperarla en la sala común esperando a que volviera pero no apareció en toda la noche.


Nuestro pequeño secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora