Capitulo 39

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Severus Snape

- Respira hombre- escuchaba eso por décima vez.

- Es mi boda, puedo ponerme nervioso- revise que no me faltara nada y volví a ajustar mi corbata, que por alguna razón sentía que esa pequeña prenda de ropa era mi mayor problema.

- Te ahogaras- Regulus se puso de pie y arreglo la corbata que había estado demasiado apretada.

- ¿Esta fea?- voltee hacia Lucius y Barty, que estaban comiendo como sin ninguna preocupación los malditos.

-Esta...- empezó a atragantarse con la comida para poder hablar.

- mm- una voz desde la puerta hizo que volteáramos todos, Sirius estaba ahí observándome de pies a cabeza con una mirada juzgadora- nada mal, no estas genial pero tampoco mal.

- Tomo eso como un cumplido- el rió un poco asintiendo.

- Soy malo para dar cumplidos, no malo, ya sabes es raro- y si que lo era, esto era lo mas raro del mundo- bueno venia a avisar que ya debes irte, Sofia tiene que llegar ultima.

- Sofia debe estar triste, ve a verla- la presencia de Sirius iba a ser buena para Sofia, el sabia como animarla, esos cuatro habían sabido siempre como animarla.

- Esta bien y otra cosa- se detuvo antes de irse- quítate los nervios, muéstrate seguro y todo se te vera bien- y con eso se fue.

- Insisto en que tu cabello es un desastre, te dije hace mas de tres días que deberías arreglarlo- se acerco Lucius y empezó a examinar mi cabello.

- A mi futura esposa le gusta y a mi también- recogí algunas cosas y salí del cuarto.

- Tu y Barty adelántense- indico Regulus.

La boda seria en el bosque donde le propuse matrimonio, el papá de barty había aceptado casarnos y pues en total seria algo pequeño entre algunos amigos, profesores y eso. Mi familia no iría y pues los padres de Sofia aunque desearía que estuvieran ahí, no se iba a poder. 

- ¿Listo?- pregunto Reg al verme sentado en uno de los sofás de la sala común, dumbledore nos había permitido arreglarnos ahí, pues quedaba extremadamente cerca

- adelantate- asintió y desapareció, solté una gran bocanada de aire.

Estuve unos minutos mirando a la nada, no tenia dudas de casarme porque amaba mucho a esa pequeña solamente que no me había dado tiempo a escribir mis votos, tres años para hacerlo y yo no lo había hecho, que iba a decir.

- Puedes relajarte un poco- Andy se sentó frente a mi- tu mente divaga y es fácil entrar.

- No seas chismosa- entrecerré mis ojos de forma acusadora.

- 3 años y no escribiste votos, diría que era irresponsabilidad pero tienes apenas 20 así que los votos no creo que hayan sido la prioridad en su relación- sonrió de forma picara- no me pongas esa cara, no estoy diciendo ninguna mentira.

- Andy no todo es sexo- aclare.

- Miren quien lo dice- me acuso con la mirada, levante las manos en forma de rendición- bueno, creo que ya deberías ir a esperar a tu hermosa novia.

- Si, solo deja que me quito estos nervios- volví a fijar mi mirada en una pared.

- Tu la amas, la amas mucho y sabes, cuando hay un amor tan puro como el suyo, un amor que vence cada obstáculo con tanta perseverancia y que siempre esta el uno para el otro, no necesita que te prepares uno o dos meses con un papel para leer votos. Porque un amor con el de ustedes, es mucho mas que palabras y se que cuando estés ahí sabrás que decir porque con solo verla a los ojos, tendrás la idea de que va a ser tu esposa y veras cada cosa buena y mala que han pasado, eso te ayudara y vas a poder hablar con todo el amor que sientes-le dedique una sonrisa cálida.

Nuestro pequeño secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora