Sofia Potter
Las últimas semanas desde lo que había pasado en la torre de astronomía había pasado demasiado tiempo con Lily y con Remus, eran un gran apoyo aunque extrañaba un poco a Severus. Lily había dicho que tenía que hablar con él pero me sentía estúpida porque Davina había dejado en claro a medio colegio que ella lo había besado a él y no al revés.
Aunque no me encontraba molesta ya porque las cosas se habían aclarado, si me sentía bastante tonta como para hablarle y que se llegara a enterar de todo lo que había pasado.
Las reuniones con los mortifagos me ponían de peor humor, pues sus planes y todas las atrocidades que decían lo tomaban con gracia o satisfacción, había decidido revelarme ante Tom y aunque corría el riesgo de morir sabía que él no tenía la intención de matarme, cada vez que o desafiaba me dejaba subir más de puesto y me admiraba mas.
Al que no le hacía nadita de gracia era a mi hermano y a Severus que siempre me reclamaban, aunque al segundo lo ignoraba mucho para ver si se rendía pero nunca lo hacía. Antes de ir a la última reunión me habían advertido que no hiciera nada para molestar a Tomy pero claramente lo ignore, había armado todo un plan de una semana para hacer que tom me deje mandar a su grupo de perritos falderos.
Cuando llegamos a hogwarts claramente me esperaban los reclamos de mi hermano y de Severus que esta vez decidió buscar ayuda en Dumbledore quien había sido el de la idea y para no decirlo nos había dejado con una frase motivacional en el aire.
- ¿Dijo que tengo el alma pura?- me empecé a reír de lo que había dicho Dumbledore.
- Deja de tomarte todo como un chiste- Severus me reclamó casi gritando.
- No me grites- le di una mirada molesta- ayer me pedias que te perdone y hoy me gritas, vaya avance.
- No sé qué mierda pasó entre ustedes pero él tiene razón- lo defendió James.
- Tú no te metas James- advertí con molestia.
- ¿Como no quieres que me meta?- pregunto alterado- estás loca, hace una semana cortándote y ahora te metes en esta mierda hasta el fondo- y ahí fue cuando todas las conversaciones de los chicos de la orden pararon y fijaron su mirada en mi.
- Idiota- fue lo único que pude decir para luego salir corriendo.
Sabía que vendrían por mí y eso no era lo que necesitaba en ese momento, estaba furiosa y si alguien me hablaba iba a salir lastimado. Corrí lo mas que pude y con la varita logre transportarme al bosque donde empecé a lanzar hechizos sin importarme en absoluto nada.
- Ya fue mucho- una voz entre los árboles, era una voz conocida solo que con un toque cálido en ella.
- ¿Quién eres?- pregunte aun sosteniendo la varita en alto.
- Espera- carraspeo un poco- creo que deberías de calmarte pequeña Potter- reconocí la voz al instante, volvía a ser fría y burlona.
- Ya sal de ahí Tom- baje la varita y me fui a sentar en una raíces que sobresalían de un árbol.
- Y dime, ¿porque tratabas de matar árboles?- salió de donde estaba, volviendo a tomar la voz cálida e irreconocible.
- Un pequeño ataque de ira- me miró con algo de confusión- intentar ver los recuerdos de los demás es de mala educación.
- Eres buena oclumante por lo que veo- mencionó rendido mientras se sentaba.
- No siempre- sonreí acordándome cuando Severus había leído mi mente con tanta facilidad.
- ¿Y me vas a contar que pasó o no?- preguntó con cierta curiosidad.
- Problemas con mi hermano, nada del otro mundo- no quería sacar ese tema porque uno nunca sabe cuando se le va a salir un detalle de que estás conspirando contra él- ¿Cómo es que tienes dos voces?
- No son dos voces, solo tengo una que es esta- hablaba con la cálida, casi sonaba como un joven normal que no mataría ni una mosca- solo que la otra la utilizo para ganar respeto- continuó hablando- es como lo que haces tú, te portas a la defensiva para que te respeten y veo que normalmente no eres así.
- ¿Acabas de psicoanalizarme?- me reí ante el diagnostico que me había dado.
- Eso parece- sonrió un poco lo cual me tomó por sorpresa.
- ¿Por qué eres malo?- le pregunta había salido así nada más, estaba preparada para morir pero lo único que vi fue una sonrisa triste en el.
- Sabes yo no era así, siempre fui buen estudiante y eso pero al criarme en un orfanato aprendí que no todo el mundo es bueno, menos los muggles- se detuvo como si pensara en algo- ellos decían que era raro algo como una abominación pero luego llegó Dumbledore y me ofreció esta oportunidad.
>Cuando llegue a Hogwarts todos eran como yo, nadie era raro. Cada vez que estudiaba más y más descubría que la magia era hermosa y no algo malo. Luego descubrí que habían distintas clases de mago, supe de los hijos de padre muggles de los mestizos y de los sangre pura. Fui investigando de mi linaje con los años y me decepcione cuando descubrí lo que mi madre había hecho para estar con un humano, puedes creer que una bruja Gaunt tuviera que darle un poción de amor a un muggle.
> El odia que les había tenido a los muggles creció más cuando me entero de que el abandono a mi madre y ella me entrego a un orfanato para luego matarse. A ese orfanato donde todos pensaban que era raro. Cuando crecí me plantee destruir a todas las familias muggles y mestizas y así demostrarles que los magos eran mejores que ellos, por eso lo hago. Las personas dicen que porque asesino soy malo pero que acaso ellos no hacen eso, que acaso sus palabras no son como un puñal para los niños.
- ¿Pero porque matarlos a todos?, no todos son malos, hay personas buenas que merecen vivir, date cuenta en tus filas de mortifagos hay traidores de la sangre mestizos que creen que tus ideales son bueno y algunos de ellos odian hasta a sus familia- el me miraba intrigado- no crees que todos tienen elecciones y matar a los no magos de este país no hará que se acaben, siempre hay más son miles de millones, algunas personas que no son malas pero tu las culpas a todas.
- ¿Pero como distingo quien es malo y quien es bueno?- aseguró enseguida.
- Como tú lo dijiste Tom somos magos y tu uno de los mejores, creo que podrías saber como distinguir a alguien malo de alguien bueno- pareció entender bien lo que decía y pareció interesarle la idea- Aparte que no solo los muggles son malos, hay magos que te tratan horrible.
- Magos que te traten mal, hablas con mucho odio que parece que lo has pasado- me dio una mirada curiosa.
- Muchos estudiantes de la escuela estadounidense a la que fui era de lo peor al tratarme, veían el mínimo error y lo juzgaban, todos ellos eran sangre pura de las mejores familia- me detuve un momento- yo era un monstruo o una abominación para ellos- agregue.
- Cuando te referías a que alguien me mate no hablabas de un muggle, ¿no?-negué con la cabeza- aunque nadie podría matarme, tengo 6 seguros de vida. Eso también es lo que me volvió más cruel supongo.
- Quizá- me puse de pie- pero créeme Tom, todos podemos mejorar y nunca es tarde para eso- empecé a caminar de vuelta al castillo.
- ¿Porque eres mala tu sofia?- pregunto haciendo que me detenga.
- Por proteger a los que amo de ti.
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Nuestro pequeño secreto
FanfictionSofía Potter, hermana y amiga de los chicos más bromistas de todo el colegio, estudió en hogwarts dos años pero fue trasladada a ilvermorny, 3 años después regresa llamando la atención de muchos chicos incluso del enemigo de su hermano. ¿Podrán supe...