𝐅𝐄𝐈𝐍𝐃𝐄 | JJ Maybank

Capítulo 9

—Le recomiendo las verduras a la plancha.— dijo Julieta; la cual se encontraba atendiendo a unos clientes. —Sí, la parte que está de color verde en la carta, es la sección vengana y vegetariana. Los que tienen un punto amarillo son platos veganos.

Terminó de apuntar la comanda y la llevó a la cocina, para que así la pudiesen preparar. Mientras seguía atendiendo a las demás personas que entraban en el local.

—No puede ser verdad.— comentó Kiara, que se encontraba sirviendo bebidas a los clientes, mientras miraba hacia la puerta.

—¿Qué pasa?— Se giró sobre si misma para mirar hacia donde lo estaba haciendo su amiga. —Genial, lo que nos faltaba, ¿puedo echarlos?

—Julieta.— la regañó el señor Carrera, entrando a la cocina con varios platos en la mano.

—Perdón, señor Carrera.— se disculpó. —Entonces no puedo echarlos, ¿no?

—Me da a mi que no.— Kiara carcajeó, a la vez que iba a atender a Rafe, Topper y Kelce. —Sentaros por allí, y ahora os tomo nota.

Los tres chicos se sentaron donde les indicó y pidieron lo que iban a comer. Antes de que se fuera de la mesa, Rafe tiró un vaso al suelo, provocando que éste se rompiera.

—Vaya, parece que tienes que recogerlo.— comentó, mirándola con una sonrisa inocente.

—Eres un hijo de...— musitó, pero fue interrumpida por su madre.

—Kiara.— Llevaba una escoba en la mano. —Quita, ya lo recojo yo.

La ojiazul, que se encontraba en la barra, los fulminó con la mirada y enseguida se le ocurrió una idea.

—Kie, no te preocupes, ya les sirvo yo la comida.— comentó, mientras cogía la bandeja y posaba los platos en ésta.

Caminó hasta donde se encontraban los chicos y comenzó a servirles los platos de comida.

—Este para ti.— le dijo a Kelce y a Topper, a la vez que posaba el plato en la mesa. —Y este para ti.- Le dijo a Rafe para, acto seguido, tirarle el plato por encima. —¡Ups!, se me ha resbalado.

—¿Pero qué coño te pasa?— Se levantó rápidamente de la silla.

—Vaya, parece que tengo que recogerlo.

—¿Qué ha pasado?— preguntó la señora Carrera, mientras salía de la cocina, debido al ruido.

—Ha sido mi culpa, se me resbaló el plato.— comentó, de manera inocente, Julieta. —No se preocupe, yo lo limpio.

Rafe la miró mal y salió del restaurante, en cambio los otros dos chicos continuaron comiendo.

—Te va a matar.— le dijo Kelce, mientras que la chica barría.

—Me importa lo más mínimo.— comentó. —No es mi problema que se crea superior a los demás.

Siguieron comiendo y Julieta terminó de limpiar, por lo que siguió atendiendo más mesas, hasta que acabase su turno.

—Señoritas.— dijo John B, seguido por JJ y Pope. —Hemos venido a salvarlas.

—Pues suerte, porque aún nos quedan unas pocas horas de trabajo.— les dijo la ojiazul.

—Oh, vamos, escaquearos y ya está.— El rubio se apoyó en la barra y formó un puchero con su labio inferior.

—Imposible y, mucho menos después de lo que pasó hace un rato.— Kiara los miró.

Se miraron con el ceño fruncido, para luego volver a mirarlas.

—¿Qué pasó hace un rato?— preguntó Pope.

—Vinieron Rafe y sus amigos.— comenzó a contar. —Y Rafe tiró un vaso al suelo para que lo recogiese, entonces Julieta le tiró el plato de comida por encima.

—Eso es mentira, no se lo tiré, simplemente se me resbaló accidentalmente de la mano...

La miraron con una expresión burlona y ella se encogió de hombros.

—Fue un accidente, lo juro.

—Claro que sí, nosotros te creemos Julie.— bromeó el pecoso.

—Chicas.— las llamó el señor Carrera. —¿Os podéis quedar a cargo de todo?, es que tu madre y yo vamos a ir a cenar.— Miró a su hija.

—Claro, no hay problema.— contestó Julie, mientras cogía las llaves que le estaba ofreciendo. Ante esto, miró a su amiga sabiendo que ahora podrían cerrar antes.

—Adiós, y tener cuidado.— se despidieron los señores Carrera, mientras salían del restaurante.

—Bien, solo quedan dos mesas y podremos cerrar.— anunció Kiara,  a la vez que iba a atender a una de ellas.

—No veo el momento de terminar.— musitó Julie, mientras copiaba su acción, e iba a atender a la otra.

Poco después, terminaron de atender a los clientes y pudieron cerrar el restaurante.

—No me creo que llevemos aquí toda la mañana y parte de la tarde.— comentó Julie, a la vez que se sentaba en una de las sillas.

—¿Queréis cenar aquí?— propuso Kiara, mientras se levantaba de la silla.

Todos asintieron con la cabeza y prepararon algunas hamburguesas, para luego comérselas.

—Creo que la próxima vez le romperé el plato en la cabeza.— Julie mojaba una patata en su helado.

—Dejar de hacer eso, por Dios.— comentó Pope, mirándola.

—Oh, vamos, pero sí están buenísimas.

—Se llama tener buen gusto.— la apoyó JJ, mientras pasaba un brazo por sus hombros.

—Ves.

Pope rodó ligeramente los ojos, por lo que chocaron los puños.
Un rato después de cenar, Kiara se levantó de la silla y caminó hasta el reproductor de música para luego encenderlo.

—Ven aquí.— le dijo a John B, mientras le hacía señas con el dedo, para que se levantase a bailar con ella.

—¿Yo?— dijo, levantándose de la silla y caminando hasta ella.

Comenzaron a bailar, mientras que los otros tres amigos reían, por lo patoso que era John B bailando.

—¿De os reís?— les dijo a Julieta y a JJ, mientras seguía bailando con Kiara. —Venir aquí y demostrar lo espectaculares que sois, ya que tanto os reís.

—Eso está hecho.— JJ agarró la mano de Julieta y la sacó a bailar.

Comenzaron a bailar al ritmo de la música, a la vez que todos, incluidos ellos mismos, reían.

—Pope, ven aquí.— La ojiazul le tendió una mano; ya que se encontraba todavía sentado en la mesa.

—Oh, no, no.— dijo, mientras negaba con la cabeza.

—Vamos, Pope.— insistió, esta vez, Kie.

—Está bien.— Se puso de pie y caminó hacia ellos.

Ahora los cinco amigos se encontraban bailando en mitad del restaurante, mientras soltaban alguna que otra carcajada y disfrutaban de su compañía.
Se veían tan felices, tan despreocupados. Pero sin imaginarse todo lo que se les venía encima.
¿Seguirán siendo los mismos después de todo lo que se les viene a continuación?

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¡Espero que os esté gustando la historia!💐