Unas horas después, Julie se despertó, ya que se había quedado dormida viendo la tele. Miró el reloj y se dio cuenta de que eran las diez de la noche, y que aún su hermano no había llegado. Por lo que decidió ponerse a cenar, aunque antes de comenzar a hacerlo, escuchó un ruido en el patio trasero.
Abrió la puerta que daba a éste y salió al exterior, pero vio que no había nadie. Hasta que se dio cuenta de la presencia de un montón de pequeñas lucecitas.
—¿Qué cojones?— musitó, a la vez que se adentraba.
Cuando llegó al medio de éste, se dio cuenta de que el rubio estaba allí. Sumergido en un jacuzzi, junto a unos pequeños hinchables y con botellas de champagne, vacías, esparcidas por el césped.
—¿Pero qué has hecho, JJ?— le preguntó, mirándolo incrédula.
—Tengo un chorro apuntándome directo al culo.— dijo arrastrando las palabras. —Ya te puedes meter... inmediatamente.
—¿Cuánto has bebido?
—¡Salud!— ignoró su comentario, a la vez que se bebía otra copa. —Vamos métete, Jul.
—JJ, ¿cuánto te ha costado todo esto?
—Pues... con el generador, la gasolina y... ¡Ah sí!
La entrega express.... Casi todo.—¿Casi todo?
—Sí. Bueno más bien todo.
—¿Y lo has gastado todo en esto?
—Sí, me quemaba en el bolsillo.— explicó. —Pero
venga tía, en serio, ¿lo has visto?— señaló el jacuzzi, mientras se apoyaba en el borde. —¡Es lo mejor en terapia de hidromasaje! O eso me han
dicho.— rió.Ante esto, la ojiazul estaba parada enfrente a él, incapaz de articular palabra. "Esto no puede estar pasando", se repetía a sí misma una y otra vez en su cabeza.
—¿Qué, Jul? ¿Es que no puede uno darse un capricho?— Bebió otro trago y la miró. —Solo se vive una vez, así que, ¡Basta de sentimentalismo!— gritó, a la vez que se quitaba las gafas de sol. —Ven al ombligo del mundo.
—¿Al qué?
—Al ombligo. Así lo he llamado.— aclaró. —Eh, eh, casi se me olvidaba.— dijo, dándole un botón, lo que provocó que el jacuzzi se iluminase más. —¡Modo disco tía! Esto es vida.
—JJ.— musitó, mientras una lágrima recorrió su mejilla. —Podías haber pagado la indemnización.
—Vale, ¿qué quieres que te diga?— comentó, a la vez que se ponían en pie. —¡No lo he hecho!
Al levantarse, el agua dejó de cubrir parte de su
cuerpo por lo que quedaron expuestos los enormes golpes y moratones que tenía esparcidos por todo el torso.
La chica bajó la mirada y recorrió cada centímetro de su cuerpo.—¡He comprado esto! Para mis amigos.— le dijo, pero ésta seguía en shock mirando su torso. —Se lo he comprado a mis amigos. Bueno, ¿sabes qué? De amigos nada.— corrigió. —¡Lo he comprado para mi familia! Para ti, Jul.
—JJ.— musitó, intentando que no se alterase más de lo que estaba. —Tranquilo.
—¡Es para vosotros! ¡Mirad lo que he hecho por
vosotros!— comenzó a gritar. Por lo que, se quitó los zapatos y se introdujo de lleno, al interior del jacuzzi. Y, acto seguido, envolvió al rubio con sus brazos.—Tranquilo.— le susurró, mientras dejaba leves caricias en su pelo. —Estás conmigo. Estás a salvo.
Lo abrazó con todas sus fuerzas, en un intento de
hacerle saber que, a pesar de todo, ella estaba ahí y que siempre lo estaría. Eso pareció ser el detonante para que él se rompiera del todo, dándole rienda suelta a todas sus emociones y comenzando a llorar desconsoladamente entre sus brazos, mientras temblaba ligeramente.
Éste, rodeó la cintura su chica con sus brazos y se
pegó más.
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𝐅𝐄𝐈𝐍𝐃𝐄 | JJ Maybank
Fanfic-Julieta, mamá lo hace por tu bien. -Claro, Topper. Como tú eres el favorito lo ves todo muy fácil. Amores prohibidos, un misterio, y el creciente conflicto entre los Pogues y los Kooks, darán paso a uno de los mejores veranos de sus vidas. [ 𝐉𝐉 �...