Capítulo 30

5.8K 388 172
                                    

—Creo que me iré a dormir.— comentó Pope, a la vez que entraba a la casa y se tiraba al sofá.

—Nosotros también.— dijo John B, agarrando la mano de Sarah, y caminando hacia su habitación.

—Hay más gente en esta casa...— bromeó Julie, provocando que le mostrase el dedo corazón y cerrase la puerta.

Ahora en el porche, sólo quedaban JJ y Julie, en un gran silencio. Ya que, desde la última vez que fueron a la casa de la señora Craine, las cosas estaban un poco tensas entre ellos.

—¿Podemos hablar?— dijeron al unísono, por lo que se miraron directamente a los ojos.

—¿Por qué te enfadaste la primera vez que fuimos a la casa de la señora Craine?— Jul jugaba con sus anillos.

—Porque no fue gracioso que te escondieras, y menos en el sitio en el que estábamos.— respondió. —Esa señora mata a gente. Y pensé que te había pasado algo...

Julieta asintió levemente con la cabeza, e intentó disimular una pequeña sonrisa.

—¿Fue por eso?

—Sí, no fue nada agradable.— confesó, desviando su mirada.

Ésta se acercó lentamente y posó una mano en su mandíbula, provocando que la mirase.

—Lo siento.— se disculpó. —Pensé que sería gracioso.

El rubio negó con la cabeza y bajó la mirada a sus labios. Ésta notó la acción, por lo que mordió levemente su labio inferior.

—No hagas eso.— susurró, mientras la volvía a mirar directamente a los ojos.

—¿El qué?— contestó inocentemente.

Antes de que pudiese decir algo, JJ la sujetó por el cuello y unió sus labios, formando así un ligero y lento beso.

—¿Está todo bien entre nosotros?— preguntó la ojiazul, a la vez que se separaba del beso.

—Claro.— La atrajo hacia su pecho.

—JJ.— susurró. —¿Crees que esto va a salir bien?

—Si te soy sincero, no lo sé.— contestó. —Pero eso no me importa.

—¿Por qué?— preguntó, mientras seguían abrazados.

—Porque te tengo a ti.— confesó, depositando un beso en su cabeza. —Solo me haces falta tú.

La chica estrechó el abrazo y una lágrima recorrió su mejilla. Nunca se podría haber llegado a imaginar, que llegaría a querer tanto, a ese chico rubio con el que había entablado conversación en la playa.

FLASHBACK

Thornton.la llamó JJ. —¿Qué haces por aquí?

Vengo a jugar al ajedrez, ¿no lo ves?respondió obvia, mientras señalaba la tabla de surf que llevaba debajo del brazo.

—¿No has pensado en ser cómica?

—¿Y tú no has pensado en ser gilipollas?comentó, a la vez que lo miraba de arriba a abajo. Ya veo que sí que lo has pensado...

Que te den, Julieta Thornton.— Rodó los ojos.

Lo mismo digo, JJ Maybank.contestó, a la vez que entraba al agua.

𝐅𝐄𝐈𝐍𝐃𝐄 | JJ MaybankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora