Capítulo 11

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Hace una semana que Katherina llevaba saliendo con Sonny. Esos siete días habían sido muy buenos para la chica, quien la pasaba increíble al lado de su amigo. Por fin tenía algo de verdad con alguien, ya no tenía que conformarse con verse cada dos semanas o más, pues cada vez que tenían un espacio se reunían, incluso en las ventanas o recreos que congeniaban en la universidad. Pero por días eso no sería así, pues el chico se había ido a Florida a poner música a una fiesta de DJ emergentes y, dado los escasos recursos económicos, Kat no lo pudo acompañar, así que se conformó con despedirlo la noche anterior. Aún no pasaban de los besos, los abrazos y las caricias, pero no había apuro. Sonny no estaba desesperado en tener sexo con Kat, por lo que podía esperar todo el tiempo que ella necesitara para avanzar.

Estaba buscando algo en la televisión. No tenía ganas de salir, pese a los constantes llamados de Daniela, Gerard, Bob, Ray y Mikey, quienes estaban celebrando cualquier cosa que se pueda celebrar en la casa de los primos Iero.

Sabía que Frank no estaba ahí, que andaba en alguna especie de cita con esa chica que había conocido la semana pasada, así que no tendría que pasar un mal rato viéndolos juntos. Pero aún así no quería ir, menos si es que al castaño se le ocurría aparecer de la nada con su compañía. Kat la odiaba, había descubierto que Jamia era la peor persona para ella en el mundo y que la irritaba al punto de querer golpearla cada vez que se la encontraba. ¿La razón? No la conocía, pero tenía claro que la deseaba lo más lejos posible de ella. Y de Frank, también la quería lejos de la vida de su amigo.

 

Daniela estaba preocupada, aunque intentaba despejar el pensamiento de su mente de vez en cuando. Había tenido sexo con Gerard, lo cual había sido una experiencia increíble, sin preservativo y ella no tomaba pastillas. Quería contarle a alguien su preocupación, pero sabía que los oídos eran reservados. Emma la mataría en ese momento, no dudaría en tirarla escalera abajo, previniendo cualquier situación. Frank actuaría mucho peor, pues si hay una de las cosas que su primo no quería era verla con bebés tan joven. Tenía que hablar con Kat, pues ella sería menos crítica, incluso estaba segura de que quizás alguna vez estuvo en su situación. No diría que fue con Gerard con quién pasaron las cosas, sólo apuntaría hechos.

-¿Pasa algo? -le preguntó Emma, alcanzándole una cerveza.

-¿Sería muy extraño que la dueña de casa se fuera?

-¿De qué hablas?

-Necesito ir a visitar a alguien. Es de vida o muerte. Pero no quiero que ustedes dejen de  pasarla bien, así que te dejaré a cargo de mi casa.

-¿A quién irás a ver?

-Te cuento luego, lo prometo -la besó en la mejilla, le pasó la cerveza y salió de casa. Caminó un par de cuadras, hizo parar un taxi. Se subió, dando la dirección de su amiga.

 

Frank había ido a dejar a Jamia a su casa, luego de que pasaran toda la tarde juntos. Le gustaba la chica, era interesante, inteligente y muy tierna. Pese a sus ideas iniciales de coger la misma noche que la conoció, luego se arrepintió, pues no quería arruinar futuras salidas con la chica, por lo que había decidido tomarse las cosas con calma, sobretodo después de resignarse con la idea de que Katherina pusiera sus ojos en él. Estaba demasiado claro, y cada día aún más, que la rubia estaba demasiado contenta con Sonny para arruinar esa relación.

Iba caminando de regreso a su casa, puesto que no tenía apuro, además sabía que sus amigos estaban en una especie de fiesta, pero él no se encontraba completamente de humor para eso. Apenas conectó los audífonos, con el fin de opacar sus pensamientos, comenzó a sonar su celular… era Kat.

I will never dream of your loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora