Capítulo 2

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No había alcanzado a llegar a casa de Matt, no quería enfrentarse con él ni darle espacio a una conversación desagradable de los sentimientos de ambos. Ella sabía que Matt la quería y ella también a él, pero la distancia había hecho que rechazaran cualquier tipo de relación, pues ninguno de los dos quería sentirse culpable por cualquier acto cometido en las lejanías ni suprimir cualquier impulso que la distancia les dictara.

Muchas veces habían conversado las cosas, pero siempre era la misma conclusión: Matt no quería una relación a distancia, bajo ninguna circunstancia. Así que, tras la última charla al respecto, Katherina decidió liberarse de los sentimientos que tenía por él, disfrutando de la compañía de Gerard en el sexo y de otros chicos que besaba en las fiestas que asistía con sus amigas.

Llevaba cerca de tres años sintiéndose atraída por Matt, tiempo suficiente para que pudiesen concretar algo, pues era la misma cantidad de años que él se sentía atraído por ella. Pero no había sido así y ella se había cansado, se había aburrido de tener que conformarse con los arranques de amor de él, que sólo los arrastraban a más dolor, pues cuando podían pasaban momentos lindos que se esfumaban rápidamente por la falta de voluntad de perpetuarlos. Kat ya casi pensaba que Matt encontraría a otra chica en New York, si es que ya no la tenía, así que no malgastaría más su juventud esperando algo que no llegaría, más cuando ella no tenía intención de cambiarse de ciudad hasta que terminara su último semestre de periodismo.

Decidió ir hasta su departamento para darse una ducha y cambiarse ropa, luego regresaría hasta la casa de Daniela o la llamaría para contarle que había tenido una urgencia, así que no se quedaría esta noche con ella. Podría esperar a Gerard con una cena, pero era demasiado romántico para el tipo de relación que tenían, si es que podía llamarse así, por lo que sólo pediría unas pizzas más tarde, tras lo cual tendrían sexo y se quedarían conversando, momento en que ella le confesaría que había decidido dejar de luchar ante lo imposible que consideraba tener algo con Matt y que seguiría viviendo su alegre vida; aunque también debía confesarle algo que su cabeza ya venía trabajando: al parecer Sonny no era una mala opción.

 

-Despierta, enano -Bob golpeó su hombro por segunda vez en menos de diez horas.

-Lo siento -se disculpó- Estaba pensando estupideces.

-Espero que no involucren la imagen semidesnuda de Kat en tu sillón que viste esta mañana -se burló su amigo, riendo.

-¡No, claro que no!

-Deberías decirle lo que sientes, Iero.

-¿Para qué? Todos sabemos que tiene una especie de relación extraña con Matt.

-No estoy seguro de eso.

-¿Por qué?

-Porque anoche se besó con Sonny, estando Cortez presente.

-¿Qué? ¿Con ese enano feo y desabrido?

-Supongo que no estás hablando de ti.

-Gordo de mierda pesado.

-Sí, con ese mismo. Eso te pasa por no haber ido al cumpleaños de Ray anoche, pues de seguro la chica te hubiese besado a ti con lo ebria que estaba.

-Me estaba acordando. Con lo mal que le caigo creo que me hubiese abofeteado de sólo intentarlo.

-Lo que me parece mucho más razonable, Frank. ¿Qué pasa si ahora ella decide empezar algo con el pequeño freaky? A diferencia de Matt, están en la misma ciudad y no veo mucho problema de que puedan llegarse a gustarse en serio. Te lo doy como consejo de verdad, enano. Sonny no va a perder el tiempo, a él le gusta Katherina -le advirtió su amigo, yéndose a arreglar el estante de los abarrotes con los productos nuevos que habían llegado.

I will never dream of your loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora