I will never dream of your love

Capítulo 9

-Kat, sube -la empujó Emma despacio, haciéndola romper su parálisis.

-No graben ni hagan nada por los que pueda odiarlos mañana -le sonrió a sus amigos y caminó entre el público, quienes la observaban con curiosidad, hasta la tarima que intentaba ser un escenario, en la que estaba Sonny esperándola con la mano estirada.

-Chicos, les presento a Kat -ayudándola a subir- A quien invité a subir al escenario, pues presentaré una canción nueva en su honor -anunció Sonny, hablando con el público, sin soltar la mano de la rubia- Esto se llama “Easy My Mind” -dejó el micrófono, le guiñó el ojo a la muchacha y comenzó a trabajar en la mezcla.

-¿Puedo bajar? -preguntó la chica, acercándose a él.

-No, claro que no. Ven acá -la tiró despacio hacia él, dejándola entre la mesa y su cuerpo- Acá estás mejor -sonrió el DJ.

Kat miró hacia el público, los que disfrutaban la canción, bailando. Sonrió y comenzó a moverse al ritmo de la música, dentro de lo posible, sin incomodar ni molestar la labor del anfitrión.

-Estoy seguro que esto podría ser así siempre -sonrió el chico, hablándole al oído. Ella cerró los ojos, disfrutando del momento -No es necesario que me respondas ahora -continuó él- pero creo que deberíamos intentar estar juntos.

La chica volteó, mirándolo a los ojos y poniendo sus manos en los brazos de él. Le sonrió los segundos restantes que faltaban para el término de la canción, momento en que se acercó al muchacho para darle un beso en respuesta a su pregunta. Sí, sí quería intentar estar con él.

 

Todos comenzaron a aplaudir divertidos ante la escena que se estaba desarrollando a la mitad del show, todos menos Frank. Apenas advirtió cuáles eran las intenciones de Kat, se volteó, bebiéndose su cerveza de un sólo sorbo. Esperó que la música se reincorporara, miró y la rubia seguía en ese maldito lugar, con ese maldito imbécil. Miró en el público, encontrando lo que necesitaba. Caminó hasta allá.

-Disculpa -casi le gritó a una chica en el oído- ¿Quieres bailar?

-Claro -le respondió ella, sonriendo y separándose de sus amigas para darle espacio al recién llegado.

 

-Podríamos bailar, ¿no? -le preguntó Gerard a Daniela- Tu primo ya se atrevió, así que no podemos quedar chicos, ¿te parece?

-Yo… -respondió ella nerviosa, buscando una excusa en su mente, pero ninguna era lo suficientemente buena. Además, sintió la mirada asesina de Emma encima- Sí, vamos -le sonrió a Gerard intentando esconder su nerviosismo.

Se acomodaron cerca de Frank, quien estaba entusiasmado bailando con la muchacha desconocida. De vez en cuando Gee miraba disimuladamente hacia la tarima, el maldito de Sonny lo había logrado, pero no entendía cómo. Era uno de sus mejores amigos, lo conocía y sabía que era una buena persona, pero Katherina es demasiado guapa para él, demasiado inteligente, demasiado todo. Maldito pitufo con suerte.

-¿En qué piensas? -le preguntó la menor, casi gritándole, al notar su rostro de preocupación.

-Nada en especial -sonrió, respondiéndole de la misma forma.

-Podemos volver con los chicos si quieres -sugirió la chica.

-¡No!, acabamos de llegar, disfrutemos de esto -le sonrió, cuestionándose si era buen momento para aplicar su siguiente plan o no.

 

Al término de la presentación de Sonny la música continuó en el local, por lo que todos seguían disfrutando de la noche, tal como lo estaban haciendo los minutos previos.