•𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑•~ 𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬

CAPITULO 37:

El reloj de mi bolsillo marcaba las 2 a.m. El insomnio era mi acompañante presente; no recuerdo el momento preciso en el que llegué al cuarto del ya muerto hermano de Sirius, Regulus Arcturus Black. Me encontraba de rodillas frente a un baúl, tenía la mínima esperanza de que el guardapelo que había visto y tenido entre mis manos ya hace un tiempo siguiera ahí, pero no, sin embargo, hallé algo más que eso, algo que despertaría algo en mi, algo que necesitaba para luchar contra mis sentimientos hacia Tom... repudio.

Era una especie de montón de cartas empolvadas, sujetas por un listón viejo y verde, con manchas, como si gotas de agua hubieran caído sobre ellas, caso asemejandoze a las lágrimas...

Holly Crisi.

Planes, sueños. Una hermosa casa en el sur de Inglaterra, una familia conformada por aquella Hufflepuff y aquel Slytherin. La vida les había golpeado una vez que Regulus Black se había unido a Tom, el mismo que más tarde le arrebataría la vida, aunque de manera indirecta. Y dejaría a su paso otra desgarradora y trágica historia de amor con el epílogo titulado: "Lo que pudo haber sido"...

Temía demasiado, temía sentir algo tan maravillosamente confuso por un monstruo, un asesino, un despiadado. Sin embargo, al mismo tiempo, mi corazón se retorcía a la idea de ser como él y daba una probable respuesta del porqué de mis sentimientos.

Baje las escaleras sin provocar mucho ruido hasta que llegué al pie de la escalera y encontré a Harry, recargado ahí.

-El insomnio parece estar a la orden del día...- comentó

-Eso parece

Me senté en el último escalón, rogando que el cuadro de Walburga no despertará y comenzará a soltar incongruencias...

-Espero esto acabe pronto. Estoy cansado de que todos estén poniéndose en riesgo por mi culpa...- mencionó con frustración

Algo que me molestaba de mi mellizo es que todo lo hiciera sobre él, sin tener en cuenta que miles luchaban para tener un futuro libre de Tom y su estúpido dominio sobre el mundo mágico.

-Deberías dejar de hacer todo sobre ti.

-¿A qué te refieres?- me cuestionó, sus ojos penetraron los míos

-Todos ustedes quieren destruir a Voldemort por un mundo libre, y saben que la única persona que lo puede conseguir eres tú. Lamento decirte esto pero eres un medio para un fin al parecer...

Mis palabras sonaron crueles, si, pero eran reales. Tan reales como las millones de vidas arruinadas por Tom.

-¿Todos nosotros? ¿Acaso a ti no te interesa destruir al señor tenebroso?- cuestionó con el entrecejo suavemente fruncido-. Ver cómo el asesino de nuestros padres y demás amigos desaparece, que deje de tener la oportunidad de arrebatar vidas inocentes como la de Ginny Weasley...

Los arranques de molestia me invadían a veces, sin embargo, pensar en él muerto me causaba un agujero negro en el pecho que me llenaba de angustia y me hacia desgarrar mis gritos desde adentro

-Sé que si, se que si- repitió casi para si mismo, mientras se masajeaba las cienes

-Vamos al comedor- indique, caminando al lugar que mencione

Un ruido provino de la entrada de la casa, me gire de inmediato con la varita en la mano en pose defensiva; la misma que desapareció cuando me percaté de quienes se trataba. Kreacher, con ayuda de Dobby sometiendo a Mundungus...

-Aquí esta- mencionó Kreacher con ese tono gruñón de siempre, la cual después de leer las cartas de su amo Regulus comenzaba a entender...

Me coloque frente a Dobby, quien estaba caminando en la mesa del comedor, y le extendí la mano mientras tomaba la suya pequeña dándole un estrecho saludo.