𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑◇𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬

CAPITULO 33:

Mis emociones estaban revueltas, apenas y podía pensar con claridad, intentaba convencerme de que mi punto de vista hacia Voldemort derivaba de un tipo de traumatismo pasado, la mínima justificación para que mis sentimientos no lucieran tan descarados en mi propia conciencia.

La varita de Bellatrix apuntaba directamente a mi dirección, su sonrisa aseguraba que no me dejaría salir viva de ahí, pero no tenía miedo en absoluto.

—Baja la maldita varita— le ordenó él con los dientes apretados

Harry apretaba los puños, su mirada estaba fría y totalmente perdida analizando cada movimiento de "nuestro" enemigo

—Mi señor—murmuró ella—es la oportunidad para aniquilar el linaje Potter

¿Realmente moriría ese día?

Él jamás me lastimaria

Si lo haría, es Voldemort...

No, ha tenido más de una vez la oportunidad de hacerlo y simplemente lo ha  dejado pasar

Puede que esta vez sea diferente...

—No, a ella déjenla fuera de esto— dijo Harry de manera firme dando dos pasos, aproximándose a ellos—. Yo soy el elegido...

Mis ojos se abrieron en cuanto lo escuche decir esas palabras, jamás permitiría salir ilesa mientras él se quedaba ahí...

—¡No!— proteste mientras daba los mismos pasos que él—. Somos los dos o ninguno— dije firmemente mientras llevaba mi mirada a Tom, quien simplemente tenía una expresión fría

—Es muy fraternal oírlos, pero esta noche solo uno saldrá con vida— aseguró el mago tenebroso con un destello de maldad en la mirada—. Y serás tú...— su varita apunto hacia mi directamente, casi pude sentir como mi cuerpo temblaba ante su simple atención

—¡Acaba de una vez con esto, Tom! ¡No te temo!— gritó mi mellizo levantando su varita contra él

—Será un placer...— respondió en un tono siseante casi infernal

Un ruido seco llegó al lugar, me gire suavemente a mirar de quién trataba...

Dumbledore había llegado.

—Profesor...— murmuró Harry mirándolo

La risa sádica, hueca y doble de Tom resonó por todo el lugar, causando un ambiente tenue que me provocó escalofríos y miedo. En menos de lo que pude reaccionar Dumbledore lanzó a Harry hacia un muro para protegerlo, un duelo se avecinaba.

—¡No puedes tocarla!— gritó Dumbledore pero antes de poder si quiera hacer un movimiento, sentí un jalón magnético que me llevaba violentamente detrás de Tom, en donde choque contra una pared sin siquiera un toque de suavidad, mi vista se nubló y podía sentir como perdía el movimiento de mi misma, entre mi inconsciencia y conciencia solo me veía rodeada de una especie de aura espesa de color negro, que me impedía ver más allá.

¿Cuanto había transcurrido?
¿Segundos, minutos, horas?
No tenía la menor idea y en cuanto estuve lo suficientemente fuerte, me puse de pie, mis dedos viajaron curiosamente hacia el aura que en cuanto tuvo contacto contigo de esfumó. Levante la mirada y lo vi tan claro como nunca.

Harry estaba en el suelo, jadeando y retorciéndose, se azotaba una y otra vez así mismo, Tom parado frente a él con una sonrisa satisfactoria y casi maldita

—Eres un tonto Harry Potter, y ahora lo perderás todo— aquellas palabras resonaron haciendo eco en el lugar

—¡Harry!- grité en cuanto reaccione, corrí deprisa hacia donde estaba, esquivando a Voldemort quien solo se quedó expectante a la situación, me puse de rodillas y lo tome entre brazos, estaba luchando contra si mismo y eso lo comenzaba a torturar internamente