𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑◇𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬

CAPITULO 35:

La noche era fría y tenía un aire lúgubre, mis manos temblaban por la angustia, mientras el viento golpeaba mi rostro con suavidad, la sensación de que algo podría salir mal en cualquier momento me ponía los nervios de punta, por ende, estaba al borde de tomar una escoba y salir en busca de la orden del fénix, sin embargo, la presencia de Molly me lo impedía.

A la distancia divise como alguien flaqueaba, descendiendo del cielo, por lo que de inmediato me acerque corriendo, viendo a Harry quien se acercó deprisa y me envolvió en sus brazos

—¡Estás bien!— grité apretando el abrazo, me sentía aliviada en gran parte, sin embargo aún faltaban más de los nuestros

—Si, lo sé...— respondió con el tono débil y desanimado

Me separe del abrazo apretando sus brazos con fuerza mientras suspiraba y miraba al cielo para ver si no había alguien más...

—Se supone que los demás ya deberían estar aquí— murmure mientras lo miraba nuevamente

Un golpe en seco detrás de Harry sonó, él se giró colocándose a mi costado, sacábamos las varitas en defensiva, pero de inmediato las guardamos ya que nos percatamos que era Lupin cargando a...

—¡Debemos ir adentro!— gritó mientras sostenía a George y casi lo arrastraba hacia la madriguera, su oreja chorreaba sangre en cantidad y tuve el presentimiento que no fue lo único que aconteció aquella noche...

★
|

Estaba al borde de las escaleras mientras golpeaba con mis dedos la madera de las mismas, oía detenidamente lo que había sucedido y el enfrentamiento que tuvieron con mortifagos en el cielo...

—Ojo loco, murió, un maleficio lo alcanzó y cayó de su escoba impactando contra el suelo...— comento Kingsley que parecía demasiado alterado por la reciente batalla

Algunos cerraron los ojos mientras suspiraban, Harry se pasó la mano por el rostro, y los demás se quedaron en silencio. La tensión estaba impregnada en cada rincón de la madriguera y brotaba por los poros de cada persona que estuviera dentro.

La situación no era la mejor y no lo sería hasta que uno de los dos hombres más importantes de mi vida estuviera muerto y eso me estaba casi torturando, deseaba ponerle fin de una vez por todas a la situación y terminar con todo el caos que se estaba desarrollando

—Yo podría intervenir...— solté de manera involuntaria y repentina

《Ojalá mi boca y mi mente estuvieran en comunicación constante》

En un momento como ese no debí decir nada de eso, la paranoia en cada uno de los que estuvo en la reciente batalla era el suficiente clavo para explotar

—¿De qué estás hablando?— Remus me miró directamente mientras sacaba su varita con lentitud y daba pasos pequeños hacia mi

La mirada de todos recaía en mi con intriga y desconfianza, sus ojos eran dagas que casi se clavaban acusadoramente, como si supieran mi terrible secreto o pudieran ver a través de mi

—Podría dar pistas falsas, confundir, cosas que los haga perder la guardia...— mentí descaradamente, como si estuviera siendo la más sincera de todos

Las expresiones de todos se relajaron al oír semejante idiotez, por lo que pude suspirar

—No es un juego— respondió Remus pasándose la mano por el castaño cabello

Hermione levanto la mano y se acercó a mi—. Esta situación es demasiado para ti

Y ahí estaba, otra vez, ella siempre tratando de invalidar mis esfuerzos, mis aptitudes y poder, el calor subió a mis mejillas causando una especie de rabia mezclada con intrusa oscuridad