CAPITULO 2:

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Estabamos a solo un minuto de cumplir 11 años, mi mellizo y yo nos encontrabamos despiertos.
El tío Vernon nos había llevado a un lugar muy raro en el que tendriamos estancia en un tiempo indefinido, según él para “no recibir molestias”. Me mantenía creyente a que no habría tantos problemas si al menos nos hubiera dejado leer las cartas. Justo cuando el reloj marcó las 12:00 p.m una fuerte explosión resonó en las paredes de la habitación causando un estridente movimiento en aquel faro, la puerta se abrió dejándonos ver a un hombre demasiado grande para ser real o común.

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Hagrid era el nombre de aquel semigigante y nos había explicado que éramos magos y estudiaríamos en Hogwarts, al principio nuestros tíos se negaron pero al no poder hacer nada más se rindieron.

-Oye Hagrid...- le llamé con timidez

-Dime pequeña Potter- respondió de manera cordial

-¿Cómo es Hogwarts?

Aquella pregunta capto la atención de Harry que también le dio una mirada llena de curiosidad.

—Pronto lo descubrirán, ahora, duerman porque mañana nos espera un largo día.

Al día siguiente nos dirigimos a comprar cosas al “callejon diagón” (bastante extraño para nosotros), pero apesar de todo, cada cosa que veíamos se nos hacía maravillosa en buen sentido.

-Tengo que ir a hacer una cosa, ustedes vayan a Ollivander's por su varita, más tarde los alcanzó- avisó Hagrid

Harry y yo nos dirigimos a aquella tienda de varitas para luego entrar.

-Los hermanos Potter, sabía que algún día vendrían- dijo el señor mirándonos con curiosidad y regocijo

Luego de eso saco 2 varitas y nos pidió que hiciéramos un leve movimiento de muñeca para probarlas, cuando Harry probó variables se hizo un gran desorden, sin embargo en cuanto yo probé la primera que me habían dado, provocó que una gran e inmensa luz iluminará cada rincón de la tienda.

-Impresionante señorita Potter, la varita la ha elegido- dijo sonriendo

Luego posó su atención en Harry y con dudas le dio una varita luego de tantas erróneas, finalmente al probarla, la varita tuvo un brillo especial con Harry algo que me sorprendió, ya que ni siquiera la mía había reaccionado así.

-¡Impresionante! La gemela de está varita, perteneció a ya-saben-quien...               

-¿Ya-saben-quien?- pregunté frunciendo el entrecejo

Una mirada de reojo a Harry para ver su expresión me hizo darme cuenta que él tampoco sabía a que se refería.           

-Si, el llegó a hacer grandes cosas, terribles pero grandes, y está varita lo llevará muy lejos señor Potter- dijo mirando a mi hermano cautelosamente— siempre y cuando sepa lo que hace.

Tomé a Harry de la mano y nos despedimos del señor que quedó boquiabierto. Más tarde encontramos a Hagrid con una lechuza muy linda.

-Feliz cumpleaños niños- nos felicitó y no las entregó

Jamás habíamos recibido un regalo de cumpleaños y mucho menos tan hermoso como aquel, apesar de que había un detalle me sentía agradecida.

-Hagrid! No te hubieras molestado- alegó Harry tomándola entre manos

-Si Hagrid, yo soy alérgica a las aves- le dije con mueca—. Sin embargo es preciosa.

-Oh! Lo siento tanto ______, espero y no te de tantos problemas.— se lamentó el hombre

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑◇𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora