CAPITULO 30:

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Las vacaciones habían llegado a su fin, las clases y las reuniones de la orden habían vuelto a acaparar mi tiempo, claramente.

Caminábamos hacia el castillo, repentinamente una silueta femenina perfectamente conocida arribó

-Harry- Cho se acercó a él, dándole un beso en la mejilla y acomodando su corbata-¿Qué tal las vacaciones?

-Increíbles- mencionó este mientras la miraba con demasiada idealización- ¿Las tuyas? ¿Qué tal la pasaste?

Una mueca de desagrado se dibujo en mi rostro de manera espontánea, y sin decir un comentario al respecto de la relación me dirigí a mi mellizo

-Me voy o moriré de maldición a la visión....

No existía algo semejante que yo supiera, pero no podía evitar ser sarcástica en ciertos momentos.

-¡______!- me regañó mi mellizo-. Despídete de Cho

¡Ja! Lo último que faltaba era esto, parecía que últimamente todos estaban tomando muy enserió eso de querer controlar mi vida.

-¡Agh!- solté poniendo los ojos en blanco y alejándome de ellos

Tenía la desagradable sensación que Cho estaba jugueteando con los sentimientos de mi mellizo pero intentaba no ponerle demasiada atención a su vida sentimental.

Caminaba hacia la torre del reloj, mientras que prestaba atención a la charla de unos Slytherin's que caminaban frente mío. La charla se centraba en cierta presencia poderosa en la fiesta de los Malfoy pero no logré distinguir el nombre de aquel personaje importante

Una mano rodeó mi muñeca y me giro, evitando toda posibilidad de poder confirmar mis sospechas

-Debemos hablar- Cedric estaba frente mío, su rostro tenia una media sonrisa y sus labios coral resaltaban demasiado

Si no estuviera demasiado estable, en ese momento le hubiese dado una patada en donde el sol no entra

-Suerte Diggory- le deseo en medio de risas su mejor amigo que se marchó de inmediato junto a otros Hufflepuff's

Fui guiada por Cedric hacia una de las planchas de cemento en las cuales se tomaba asiento en ratos libres.

-¿Lo sabes ya?- pregunto mientras tomaba mi mano y acariciaba de manera circular mi dorso con su dedo pulgar

No lo sabía, ni siquiera pensé más de 1 minuto en su propuesta durante las vacaciones, todos los caminos de mis pensamientos me llevaban directamente a Tom. Sin embargo, la situación con Sirius me hizo reconsiderar una teoría, un clavo saca a otro clavo ¿no?

-Si- salio de mi boca con un poco de inseguridad

-No te noto convencida...

Su rostro reflejo pena, si al menos no fuera tan expresivo hubiera podido decir la verdad, pero tampoco me iba perdonar llegar a lastimar a un chico como él. Intente fingir un sentimiento de entusiasmo.

-Claro que quiero ser tú novia- solté y mientras le daba un beso en la mejilla, simbólicamente me imaginaba un lazo alrededor de mi cuello

-¡¿Enserio?!- cuestiono en un grito feliz-¡¿No me mientes?!

Era una pena ser tan jodidamente insensible en esos momentos, me lograba desconocer.

-No miento- sonreí sujetando sus mejillas frías y rosadas

Cedric me tomo entre brazos, me llevó lejos del suelo y comenzó a darme vueltas de manera juguetona y dulce. Odiaba hacerle esto, pero, era él o yo

-¡Basta!- grité con una risa fingida intentando soltarme-. Debo ir a clases y tú también

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑◇𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora