CAPITULO 7:

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Me di la vuelta lentamente y divise a Macgonagall mirándome con los brazos cruzados y una mirada desaprobatoria.

-¡Hum! Yo iba a ver ¿Las lápidas?- me justifique torpemente

-Es peligroso que andes por ahí “viendo lápidas”. No te alejes, pronto regresaremos al colegio- aviso mientras se daba la vuelta y marchaba con lentitud

Cuándo miré hacia donde anteriorme tenia mi atención, ya no había nada, sin más que hacer me resigne pero más adelante me percaté de Dumbledore y el ministro que parecían estar discutiendo apartados del resto.

Sigilosamente o intentando serlo me aproxime a unos cuantos metros de distancia, ocultandome entre algunas lápidas.

-¡Cornelius! Debes creerlo la niña fue asesinada por Voldemort y gracias a su muerte ha regresado, te imploro que entres en razón- suplicaba Dumbledore

Era de alguna manera impresionante que el ministro no creyera lo sucedido, apesar de que hubiéramos algunos testigos.

Repentinamente escuché un tipo de risita burlona:

-Por favor Albus, seamos coherentes, me mantengo escéptico ante el hecho que Voldemort haya regresado y menos con el aspecto de un adolescente de 16 años ¿Cómo puedo creer en el testimonio de niños de 12 o 13 años?

¿Nos estaba llamando mentirosos? ¿Ese intento de Ministro?

-Bien entonces ¿Cómo podrás explicar la muerte de Ginny Weasley?- cuestionó Dumbledore aún guardando la calma

¡Buen acorralamiento!

—Te recuerdo que no es la primer alumna que muere en el colegio. Cuando era estudiante y tú profesor, asesinaron a una Slytherin y para aquel entonces no había un Vol... bueno que culpar— soltó con algo de impaciencia

—Si, si lo había y lo sabes— contradijo en un tono más bajo Dumbledore

No tenía idea de que hablaban pero estaba segura que era alguna situación delicada por el tono.

-En conclusión la muerte de Ginny Weasley es una desgracia como la de aquella vez. Era muy joven para morir y si me permites tengo que irme- se despidió el ministro y dejando alguna palabra en la boca del director, seguramente.

Al parecer el ministro no creía nada, aunque tomando algo de coherencia
¿Quién lo haría en una situación así?
Suena imposible aunque no lo sea, eramos solo niños y el único testigo claro era Harry, y su fama no era la mejor.

Luego de aquello me incorpore con el resto de personas, y pronto regresamos al castillo.

Al terminar el curso, el director nos indicó que lo mejor en ese momento era pasar el verano con mis tíos. Según él, ahí estaríamos más "seguros", por más reproches que hicimos finalmente volvimos con los Dursley.

(TOM RIDDLE)

Estaba de vuelta y era lo que importaba. Listo para mis planes volver a poner en marcha.
Era cierto que estaba algo débil y con el estúpido aspecto de un adolescente de 16 años, pero no cabía duda que pronto recuperaría mis poderes. Ahora mismo no podría atacar, tendría que esperar un tiempo para perfeccionar mis planes y ponerme al día sobre lo sucedido. Mientras pasaba mi estancia en la mansión Riddle en el sucio pueblo muggle.

-Mi señor- llamó Lucius entrando mientras hacía una reverencia

-Adelante, Malfoy.

Mi mirada se posó en el rubio que llevaba a nagini detrás haciéndole vigila.

-¿No cree que debería descansar? Esta muy débil- me indicó el muy inútil

Decirme débil a mi un ser inferior como él, hizo que hirviera de coraje y mis ganas de asesinar se impulsarán.

-Escúchame bien Lucius, no por tener el estúpido aspecto de un adolescente de 16 años significa que me volví débil o que debes cuidar de mí. ¡Jamás vuelvas a decir eso si es que no quieres terminar en el piso muerto!- solté bufando y amenazándolo

-Lo siento señor- se disculpó con notable miedo

Un silencio inundó la habitación mientras Nagini siseaba rodeando a Malfoy, algo que me causaba cierta satisfacción al sentir el miedo del hombre.

—¿Qué hará ahora que retorno, señor?

Al romper el silencio sonreí mientras Nagini se sentaba en mi regazo lentamente y yo erguia la mirada.

-Comenzar mis planes, esperaré un poco para dar un golpe atroz pero seguro

Entre dudas y tartamudeos aquel inútil parecía querer agregar algo más.

—¡Habla ya!— ordené

-Mi señor ¿Seguirá en busca de la chica?- preguntó finalmente

Era lo único que me mantenía con la esperanza de mi regreso, volver por ella, mi futura señora.

-Es algo que no debes preguntar Lucius, sabes que no me cansaré hasta encontrarla. Es lo único bueno de este asqueroso y despreciable aspecto, si la llegará a encontrar tal vez no me tenga miedo- dije pasando mis dedos entre mi cabello y suspirando

-¿No tiene la teoría que al no haber rastro de ella, puede que no ha regresado o no regresará?

-Deja de decir incoherencias. La siento cerca y yo sé que está cerca- terminé de decir con seguridad

Aún no tenía pruebas pero algo dentro de mi gritaba que estaba a punto de volver a encontrarla, no sabía cuándo u donde, como lo dijo aquel astro esa noche.
Pero era un presentimiento fuerte y confiaría en ello, no me importaba tener que esperar 50 años más.

-La encontraré Lucius y no me importa aue tenga que hacer. Ella reinará junto a mí y ni la muerte me la podrá volver a arrebatar.

-Casi olvidó una buena noticia señor...- avisó con la cabeza baja

-¿Cuál es?- inquiri

-El ministro no cree que ha regresado...

Sonreí y humedecí mis labios, sabía que esto me facilitaría las cosas pero aún tenía que esperar y no confiarme como la última vez.

-Asesinar a Potter me resultará más fácil sin nada que pueda detener mis planes- dije aún sonriendo

-¿Cuál de los dos Potter?- preguntó

No creí haber escuchado bien e incluso por un momento pensé que estaba bromeando pero él no se atrevería a hacer eso.

-¿Cómo que dos Potter?- inquiri borrando la sonrisa

-Si mi señor, Harry Potter tiene una melliza- terminó de decir

Sentí que el calor subía por mi cara al enterarme de que los Potter tuvieron una hija también y yo desconocerlo tanto tiempo.

Pero aquello también traía ventaja a mis planes con ella que harían sufrir a su hermano. La mataría para debilitarlo.

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑◇𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora