CAPITULO 12:

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Caminábamos hacia la entrada de la sala común de mi sala común, pese al cansancio que tenía había pasado una tarde maravillosa.
Nuestros pasos sonaban y hacían eco en los pasillos de las mazmorras del castillo.

-¿La pasaste bien?

Dirigí mi mirada a Cedric que parecía feliz y relajado, con una sonrisa de labios cerrados y el cabello más despeinado de lo normal.

-Si bastante, tus amigos son un encanto al igual que sus novias- le contesté sonriendo-. Y me agrado conocerte más.

Su mirada se posó en la mía y parecía haber adquirido un brillo en ese par de ojos grises encantadores.

-Entonces repitamos esto en otra ocasión ¿Promesa?- preguntó mirándome tiernamente

Actuaba como niño pequeño y aquello era cautivador, siendo honesta.

-Promesa...- contesté agachando la mirada al suelo

Llegamos frente a la entrada de mi sala que aún mantenía los ladrillos sellados.

-Voy a entrar y otra vez, gracias- dije quitándome su chaqueta y entregándosela- . Buenas noches, Cedric.

-Gracias a ti por aceptar mi invitación- dijo tomando su chaqueta-. Buenas noches ______, descansa.

Estaba apunto de decir mi contraseña, apesar de que no debía hacerlo frente a él.

-Espera- interrumpió, sacando algo del bolsillo de su pantalón-. Esto es tuyo, lo dejaste tirado en la pradera...

Me estaba entregando el dije que había encontrado dentro de aquel tronco. Me había llamado mucho la atención así que lo tomé sin renegar.

-Gracias- dije cortamente mirando el dije- creí que lo había olvidado....

Hubo un silencio prolongado en el cual contemple aquella pieza de serpiente entre mis manos, luego me percaté de que el chico dorado seguía presente. Levanté la mirada hacia Cedric, él jugaba con el borde de las mangas de su camisa, sonreí ya que parecía nervioso y en ese momento, fue en el que me dio un abrazo. Mi acción natural fue quedarme plasmada ante aquella muestra de afecto repentina.

-Buenas noches- dijo con las mejillas rojas y soltandome despacio-. Nos vemos pronto

-Si claro- susurré, mirándolo marcharse casi brincando, rumbo a las escaleras que lo conducían a su sala común.

No evite sonreír ante sus acciones muy tiernas.

<Ese chico tenía una personalidad tremenda> pensé.

Finalmente llegué a mi dormitorio, me quede de pie junto a mi cama, abrí la mano en la cual llevaba el dije que encontré en la pradera y seguidamente lo deje sobre la pequeña mesa de noche. Seguidamente tome una ducha y me coloqué mi pijama, mientras me acostaba tomé el dije para analizarlo, era muy lindo y tentador por alguna razón.

-¿Realmente tienes algo que ver con Tom Riddle?- le cuestione, para luego mirar el techo

No tenía idea de que hacer con él, así que lo comencé a usar como si fuera un brazalete, estaba convencida que no era un robo, ya que yo lo había encontrado y había llegado a mi apesar de todo, creía que si lo usaba podría ver más cosas sobre Tom o como le llamaban Voldemort. Pronto mi sueño se profundizó y quedé dormida.

*30 de octubre*

Iba caminando en los pasillos para dirigirme a la biblioteca cuándo vi a Theodore y Goyle perseguir a Neville, quien por su parte huía rápidamente de aquellos matones.

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑◇𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora