𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑◇𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬

CAPITULO 1:

-¡Harry!- grité despertando alterada con el corazón bombeando más rápido de lo normal.

Mi hermano entro corriendo y asustado al escuchar mi gritó.

-¡______ ¿Estás bien?!— pregunto Harry mirándome angustiado

-Volvió aquel sueño extraño—  respondí sentándome en la pequeña cama y clavando la mirada en el suelo

-¿De que trata? Dime.

No me gustaba hablar de aquel sueño ni siquiera con él, ya que era demasiado extraño y temía que me viera como una esquizofrenica.

-Solo alguien que da la espalda, pero no lo conozco, de cualquier manera, no importa- respondí intentando evadirlo

Harry se sentó en su cama que se encontraba del otro lado de la angosta habitación.

-Eso espero, aunque lo que más me preocupa es que aquellas cartas siguen llegando- soltó frotándose el puente de la nariz.

Los últimos días habíamos recibido cartas, pero lo misterioso del caso era que estaban sin remitente. Aún así el tío Vernon no nos permitía leerlas por más que insistieramos, parecía que a él y a la tía Petunia les era importante impedirlo de cualquier manera que estuviera en sus manos.

-Igual de raro que mi sueño con aquel chico
¿No crees?- le cuestioné mirándolo preocupada

—Exactamente

Un mareo me invadió y a mi mente vino una especie de recuerdo. Alguien caminando, lo desubicado era que nunca había visto o vivido algo así o parecido.

–¡Ay! ¿Que fue eso?- dije sosteniendome de la cama

Inmediatamente Harry se agarró la frente y cubrió la cicatriz que tenía que se había hecho en el accidente en el que murieron nuestros padres.

—¡Auch!—se quejó con dolor—¿Estás bien?

Solo desconcertada, pero nada físico como a Harry.

—Solo fue un mareo; pero ¿A ti te pasa algo?

-Me ardió la cicatriz— confesó aún cubriéndose

A menudo nos sucedían cosas extrañas y teníamos la teoría que por ello mis tíos nos castigaban continuamente apesar de que nosotros no lo provocaramos.

-A veces tengo miedo, y siento que somos muy raros o estamos locos- me límite a decir, apesar de tener más que expresar sobre aquellos sucesos.

-Tranquila, sabes que siempre hemos sido diferentes de alguna manera, pero la locura aún no es parte de nosotros— susurró para que no oyera ningún otro miembro de la familia.

Antes creía que solo eran cosas que sucedían pero deje de creerlo con el tiempo.

(TOM RIDDLE “VOLDEMORT”)

Me resguardaba en la mansión Malfoy aunque mi debilidad era muy notoria ya que para sobrevivir tenía que poseer el cuerpo de Quirrell y alimentarme de sangre de unicornio.

Los únicos que sabían sobre esto eran Lucius y su familia, al igual que un mortifago muy fiel a mí.

Mis objetivos eran claros, siempre lo fueron y eran regresar para acabar con aquel niño tonto “Harry Potter”, apoderarme de el mundo mágico y el más importante para mí buscarla para al fin tenerla a mi lado.
Estaba posado en una silla cuando mis únicos seguidores libres y que sabían sobre mi paradero entraron y se sentaron a un lado de mi.

-Creo que aquel astro... Le mintió, no hay un rastro de una chica o niña con aquellas características... mi señor- dijo uno, mientras que Lucius Malfoy asentía con la cabeza

Con pocas fuerzas pero demasiado coraje y sintiendome realmente mal grité

-LARGO INÚTILES... ¡JAMÁS VUELVAN A DECIR ESO!

Ambos se marcharon con una muestra de miedo.

-Mi señor está muy débil para hacer ese tipo de cosas, debería descansar- sugirió Quirrell

-Guarda silencio.

Tenía pocas fuerzas pero no podía evitar pensar en la conversacion más inolvidable que tuve con ella.

*50 años atrás*

-Creen que eres demasiado buena para mí...
Y siento que no merezco estar contigo.

-No les creas, solo tú y yo sabemos lo grande de nuestro amor... Nos merecemos mutuamente y así será siempre Tommy.

-Promete mantenerme siempre en tu memoria...
Jamás me olvides.

-Aunque pase 1 millón de años siempre te recordaré...

-Eres y serás mi ángel favorito...

Ella siempre estaría en mi mente pasará lo que tuviera que pasar.

(NARRADOR)

El señor tenebroso tenía una debilidad que pocos conocían: Severus Snape, Lucius Malfoy, Bellatrix Lestrange y por el doble espía que había entre los mortifagos y la órden del Fénix, Dumbledore lo sabía, para que más tarde se lo dijera a Macgonagall en una confesión fuerte.

Dumbledore era el único que sabía en donde y cuando había renacido el amor de la vida de Tom Riddle.

¿Cómo lo sabía?

“______” aquél nombre no sería común desde el día que murió la única digna portadora de aquel bello nombre y de gran corazón.

______ Lily Potter, conforme pasaba el tiempo y crecía tomaba con gran fuerza el físico que tuvo en su anterior vida.