CAPITULO 8:

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(18 de agosto de 1994)

-Harry, Ron, _____, despierten...- escuché entre sueños la voz de Hermione

Intente abrir los ojos lo más que pude apesar de que me lastimaba la luz que emitía la habitación.

-¿Her? ¿Cuando llegaste?- pregunté aún adormilada en un intento de reincorporarme

-En la mañana- respondió rápidamente- Ron tú madre dice que vayan a desayunar, vamos.

De alguna manera sus intentos de despertar a esos dos eran muy nulos en comparación a lo flojos que eran.

—¿Quién la invitó?— cuestionaba Ron mientras en medio de quejas se ponía de pie.

Levante las cejas y sonreí sorprendida mirando a la castaña.

—Bien hecho, Her— aludi

—Se me da bien tratar con animales— bromeo ella

—¡Ey!— protestaron Ron y Harry al unisonido mientras en medio de risas terminaba de cambiarme la pijama en el cuarto de baño por ropa más cómoda.

Alistada y con un moño algo mal hecho me di prisa a bajar para ayudar a Molly que preparaba el desayuno.

-Linda, buenos días— me saludo dulcemente

Sonreí y le di un abrazo de buenos días que ella recibió con cariño.

—Buenos días, señora Weasley....

—¿Qué tal? ¿Dormiste bien apesar de los ronquidos de esos dos?

-Si, extrañamente demasiado bien, gracias por preguntar- respondí tomando los platos y poniéndoles en la mesa

Mientras realizaba aquello sentí una mirada y al terminar me gire para sorprenderla mirándome con los ojos entrecerrados.

-¡Oh, cielo! Deberías llevar el vestido que te compramos por tú cumpleaños, no lo has usado- dijo en forma de reproche

La perdida de Ginny aún nos dolía a todos, solo habían pasado 2 años. Apesar de  recordarla con amor y felicidad ya que fue una maravillosa y hermosa niña, no se evitaba sentir una pena muy grande por ella aquel final.
Los Weasley se habían idealizado el hecho que yo era su nueva hija al igual que Harry, solo que a mí me daban tratos como los que tenían con Ginny no me incomodaba,  pero me daba la sensación de que querían ahogar su dolor viéndola a ella en mi.

-Lo usaré para una ocasión mucho más importante que la copa mundial- comuniqué sonriendole

Ella me devolvió la sonrisa y en ese momento todos bajaron a desayunar, para luego dirigirnos a nuestro destino.

Caminamos un buen rato y ya estaba algo cansada, para no decir completamente.

-¡Harryyy!- chille sin ánimo- ¡estoy cansada!

Esperaba una respuesta de que nos detendriamos a descansar pero no fue así.

-______ casi llegamos, aguanta un poco más- pidió el insensible intentando darme ánimos- en cuanto lleguemos descansas...

Eso no me consolaba en lo absoluto y solo unos pasos seguí con un puchero en la cara hasta que Fred se detuvo y me miró.

-Yo me encargo de eso- dijo señalando su espalda- vamos sube, hoy seré tú transporte

¡Wiiii!

-Me encanta la idea- solté riendo y subiendo a su espalda para que comenzaramos el camino otra vez

Harry se limito a poner los ojos en blanco y decir que me mimaban bastante.

Llegamos a un lugar desconocido. Ahí se encontraba un señor el cual saludo al señor Weasley en cuanto lo vio.

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑◇𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora