CAPITULO 10:

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-Volver a clases, es fantástico— decía mientras tomaba asiento al lado de Ron

-¡Lo sé! Ya quiero que comiencen las clases- me contestó Hermione con la misma emoción

Teníamos diferentes razones por las cuales nos emocionabamos, sin embargo la mía tenía más peso que la de Hermione.

-Ya dejen las clases, cada una habla como si fuera perfecta en todas- rechisto Ron, al cual no le fue muy bien el año pasado

-Pero lo intentamos ser— añadió la castaña

Harry reía de la expresión de Ronald y la pelea que estaba por venir ya que cada que se contradecían sucedía lo mismo. La pelea había estallado tal como lo predije así que gire mi cabeza a la puerta del compartimiento y me percaté de la presencia de la señora del carrito de dulces.

-Mira Harry, quiero un dulce- señale directo afuera.

Harry llevo su mirada a donde señalé, luego miro a Ron Y Hermione en el clímax de su discusión y prefirió no estar en el desenlace.

-Vamos— dijo poniéndose de pie.

Al salir y arribar el carrito me percate de la presencia de una chica que había visto un par de veces en el equipo de quidditch de Ravenclaw que había dejado embobado a mi hermano desde el año anterior, no podía negar que era preciosa, al terminar de comprar se marchó dedicándole una sonrisa al cuatro ojos de mi mellizo, este solo río tímidamente.

¿Papá fue igual de patético con mamá?

La mujer nos dirigió una mirada amable pero al recordarnos pareció palidecer.

-¿No compraran el carro entero una vez más, cierto?- cuestionó con la posición de salir corriendo

Ahogue la carcajada que iba a soltar y mire a mi hermano de reojo que parecía estar igual.

-No lo hará, se lo aseguro.- contesté dandole calma- ¿Cierto Harry?

Este parecía intentar bromear con alguna barbaridad así que le di un codazo leve en las costillas.

-Es promesa- dijo riendo sin añadir más

Pensaba que comprar con detenimiento, mientras que en los pasillos del tren escuchamos un poco de escándalo aproximándose, dirigí mi mirada de donde venía aquello y divise a varios chicos de Hufflepuff aproximándose al carrito de dulces, entre ellos reconocí a Cedric.

-Quiero estás grageas y una rana de chocolate- me apresuré a decir, para evitar al chico— Por favor

No tardo en que los chicos llegarán y yo ni siquiera terminará de comprar. Seguí buscando entre los dulces y agregué 2 pasteles de calabaza para Ronald y Hermione. Levanté la mirada y me percaté de las miradas de los Hufflepuff por lo que sonreí débilmente.

-Mira Cedric ahí está.- susurró audiblemente su amigo antes de ser codeado e intentar corregirse— Bueno, no.

Harry le pagaba a la mujer, cuando por fin terminamos agradecí y me dirigí al compartimiento que estaba a lado del carrito.
Estaba apunto de entrar con mis amigos que parecían haber terminado la pelea, pero repentinamente alguien me tomó suavemente de la muñeca, rápidamente me gire y me percaté de la presencia de Cedric.

-Hola _____, ¿Cómo estás?- pregunto nervioso pero siendo amable

-¡Oh! Hola Cedric, bien gracias ¿Y tú?- le contesté amablemente y sin apartar la mirada de su agarre.

-¿_____ vienes?- me cuestionó Harry viéndome extrañado

Lo mire un momento, él llevaba los dulces asi que no había tanta urgencia por mi presencia, solo sus patéticos celos.

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑◇𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora