s ɪ ᴇ ᴛ ᴇ

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Seque mi cabello rizado con una toalla y lo amarré. Salí del baño, no había nadie, después de todo, seguramente estarán metidos en sus habitaciones, ya eran las once y media de la noche y yo apenas venía a bañarme.

La hora perfecta para salir y andar por doquier sin que nadie se asomara, y aun así no me arriesgaba a que vieran mi cara, por lo que mi cubre bocas negro nunca faltaba. Pycrot estaba cansado, comió algunas semillas y se durmió en su cama de perrito, como siempre. Sí, es solo una "fruta", pero él incluso tiene sentido del tacto por lo que antes se quejaba de la fría y dura madera del escritorio o del suelo cuando lo dejaba ahí, el kōsei de papá es sorprendente, en serio se esforzó en su regalo. Solo por la cuestión de no poseer un cuerpo propio, sino, sería como un humano más.

Me dirigí a la cocina que estaba a oscuras, abrí el refrigerador y tome mi charola de carne seca, un aperitivo nocturno no hace mal.

Cómo si fuera una bestia sin saciedad, mi segunda boca gruñe, pidiéndome más de lo que ingirió en la cena que tuve en mi balcón después de que Shoji me subiera mi plato de carne roja a termino medio.

Mi boca de arriba es para la voz y por simple placer de sentir los sabores, pero la que mejor funciona para nutrirme más rápido era sin duda la que tenía en mi vientre.

Volteé a ver a todos lados, estaba sola en la cocina, así que levante mi ancha blusa grisácea y acerque una tira, la cual fue arrebatada, causandome un leve cosquilleo como cada que comía por esa vía.

La filosa larga lengua se asoma entre mis colmillos, toma con fuerza la tira de carne y la mastica desesperada. Aún así, quiero sentir los sabores, así que tomo una segunda y la llevo a mi primera boca. Feliz y satisfecha, me doy la vuelta para marcharme a mi habitación... Y mis rojizos ojos sangre dan con los tuyos brillantes ante la luz que acabas de prender.

Dejó caer lo que me sobraba de la tira que sostenía en mi mano.

Mi cubre bocas está abajo, por lo que puedes ver mi boca que va casi de oreja a oreja, solo con un espacio de cuatro dedos antes de llegar a ellas. Y aunque mis labios son de una medida promedio, no quita el hecho de que la rajadura de está sea visible.

A la naturaleza no le basto con implantar una boca monstruosa como la que tengo en mi vientre, sino que también me agrego una boca casi idéntica a esta pero en mi rostro, con colmillos igual de filosos y una lengua puntiaguda que horrorizo a los niños durante mi infancia.

Y ahora tú me veías a toda luz y color, así que solo pude pensar en salir corriendo de ahí. Pase a tu lado veloz, chocando hombros brevemente.

-¡E-ey! ¡Oye! -Oí tu voz muy atrás, pero yo ya estaba apretando los botones para subir por el elevador.

Justo antes de que las puertas se cerraran, pude ver tus ojitos algo decaídos y como me veías a medio pasillo. Te despeinaste tu cabellera y te diste la vuelta.

Y yo solo me agache en el elevador, haciéndome bolita.

¿Por qué siempre conseguías ver mis escenas más desagradables?

❝Apuesto que ella no ha tenido ninguna escena así frente a ti...❞

Gracias por leer ^^

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𝙎𝙝𝙚 𝙞𝙨 𝙖𝙣 𝙖𝙣𝙜𝙚𝙡 [Todoroki Shotō]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora