𝙎𝙝𝙚 𝙞𝙨 𝙖𝙣 𝙖𝙣𝙜𝙚𝙡 [Todoroki Shotō]

ᴄ ᴀ ᴛ ᴏ ʀ ᴄ ᴇ

  —Ahm... Déjame ver si entendí lo que acabas de decir... ¿Planeaste una cita doble para salir... Con quién?

—¿Con Todoroki? O creo que con Midoriya. ¡Ah! ¡Metí la pata! ¡Sí debí haber llevado a Py!

—Pero claro que debiste llevarme, ¡eres demasiado estúpida para saber manejar este tipo de asuntos! —Gritó desde la colcha donde estaba reposando.

Momo me permitió llevarlo, pero aunque lo negara, no le agradaba mucho que mi calabaza amiga estuviera sobre su colcha, por lo que le puse una toalla abajo para que no manchara ni un poquito de naranja.

—¿Ahora que hago Momo-san? —Frunci mis labios algo desesperada por obtener respuestas.

—No-no lo se, eh... Eh... —Mi pelinegra amiga comenzó a desesperarse igual, llevando su mano a su mentón y luego a su cabello suelto —. Preguntemos a Ashido-san. —Hizo un movimiento para levantarse de su cama.

—¡No! —La tomé de la muñeca—. Ella se lleva mucho con Tsuyu-chan, y Tsuyu-chan con Uraraka-san, y presiento que terminara llegando a oídos de Todoroki-kun. ¡Será un desastre! —Tomó aire antes de seguir—. Quizá debería cancelar la cita. —Baje mi rostro.

—Sí, sería lo más sensato.

—¿¡Bromean!? ¡Echarse para atrás ahora sería dejar la situación con el iceberg aún peor! —Sin duda Pycrot terminaría tomando las riendas de este plan, ya me lo veía venir.

—Yo opino que sería peor continuar sin una idea clara, es obvio que Uraraka-san se pegará a Todoroki-kun en toda la cita, y estará más que claro que Kitāi-san tendrá que ir con Midoriya-kun. Esto solo les complica las cosas a estos dos últimos. — explico firme Momo.

—Sí, pero la idea es hacer que el brócoli tome la delantera y se pegue a Uraraka.

—Qué es Midoriya. —Sobe mi entrecejo con mis dedos—. Y no sé como lo veas, pero Midoriya nunca tomara la delantera en acercarse a una chica. ¡Esta igual que yo! Bueno, quizá un poquito menos...

—¡Entonces le enseñaré! —Sentenció.

—¿¡Ah!? —Exclamamos mi amiga y yo.

—Traiganlo  ahora mismo, ese niño tendrá que comportarse como hombre si tú quieres tener éxito. —en sus "ojos" pude ver malicia pura, como si un espíritu de trucos y bromas estuviera dentro de él, su malicia me controlo y sin pensarlo otra vez, me levanté de la cama con Momo preguntando detrás mío si de verdad lo haría, pero la ignore, me coloque mi suéter de estambre color vino y salí de la habitación sin importarme no traer a Pycrot y pasar desprotegida frente a la habitación de Uraraka Ochaco, quién por cierto parecía que ya dormía.

Baje por el elevador y tuve la suerte de no haberme encontrado a nadie; la noche era fría y todos se encontraban ya en sus cuartos. El otoño estaba comenzando a hacer sus estragos y el viento se oía rugir en las ventanas.

Toque la puerta del peliverde, y después de un "ya voy" se abrió. Cubierto con un enorme suéter amarillo de All Might, me vio sorprendido.

—¿Quién eres? —Pregunto con el ceño levemente fruncido y desconfiado.

—¿En serio no me reconoces? Jeje, mi culpa, debí haber traído a Py. —Un corta sonrisa de lado se dibujo en mis labios, algo apenada, entonces me safe del extraño hechizo que la calabaza viviente me había echado encima con solo una "mirada".

—Ah, ¡Maykō-san! —Guardo sus nerviosas manos dentro de sus bolsillos.

Era la primera vez que me veía el rostro al descubierto, y podía ver qué no sabía cómo actuar.

—Y-yo... Ah, ¿qué deseas tan tarde? —Por fin, sus enormes ojos se decidieron a verme y yo fui la que se puso nerviosa ahora.

Comencé a abrir mi boca para hablar, pero podía ver cómo el peliverde no podía evitar la curiosidad de fijar su mirada en mi boca. Se bien su fascinación por entender y aprender de cada Quirk, pero de verdad, no me hacía nada bien tener a alguien viendo fijamente mis labios, esperando que se movieran para dejar ver mis colmillos.

—Ahm... Midoriya-kun... Te importaría dejar de ver mi boca, ¿por favor? —Pregunté avergonzada llevando mi mano para tapar la mitad de mi rostro.

—¡Ah! ¡Perdóname! No era mi intención, es solo que...

—A ella le incomoda eso. —Una firme voz se escuchó a un costado nuestro.

Volteamos a ver algo nerviosos al dueño de aquella voz que conocíamos bien, y no pudimos evitar pegar un corto gritó de susto y sorpresa al confirmar que se trataba de ti. ¿Por qué tenías que ser tan sigiloso Todoroki?

—¿Cu-cuando llegaste Todoroki-kun?— Pregunto Midoriya mientras intentaba mantener la compostura, pero digamos que no era tan fácil cuando tus fríos ojos inexpresivos se ponían sobre uno.

—Me pareció oír sus voces en el pasillo. — Espetaste sin expresión alguna, pero con una mirada fija en el pecoso—..¿Qué hacían tan tarde? —te cruzaste de brazos recargando tu hombro en la pared—. No deberías estar en el dormitorio de hombres, Maykō-san. —Tu mirada bicolor estaba enfocada en mí—. No tienes a Pycrot, ¿le sucedió algo?

—A-ah... No. Quise venir sola a ver a Midoriya-kun, es todo. —baje mi mirada y con ella mi cabeza, mientras menos visible fuera mi boca mejor sería para todos.

—Lo siento, no te debería dejar con este frío aquí fuera, ¿quieres pasar? —Ofreció el amable peliverde.

—No. —Dijimos al unísono, y yo te vi de reojo sorprendida.

—Digo, Iida podría estar dando alguna vuelta comprobando que todos ya estemos en nuestras habitaciones. —Corregiste tus palabras.

—Es cierto, pero no me tomara mucho tiempo, porfavor, es importante Midoriya. — Volví mi vista al de ojos esmeralda —¿Puedes venir conmigo? —Pregunte algo más desesperada.

—¿A dónde?

—Solo sígueme, ¿si?

No podía decir adónde enfrente tuyo, sospecharías de algo, se que lo harías. Así que, dejando muchos espacios en blanco en tu cabeza, tome la mano de Midoriya para llevarlo conmigo, alejándome de ti.

        ❝Solo quiero que me quieras, ¿es un crimen hacer cualquier cosa para obtener tu cariño? Se que ella ya lo tiene, pero aún no me quiero dar por vencida.❞

Caminamos en silencio hasta el elevador, subimos sin decir nada, y abrí la puerta de Momo dándole paso al de melena esponjosa.

—¿Ah? No entiendo nada, ¿qué sucede? — Me vió confundido mientras Momo camina a nosotros con Pycrot en sus manos.

—Por los siguentes veinte minutos te enseñaré a coquetear cabeza de brócoli, ¿entiendes? —Creo que no hace falta especificar quien hablo rompiendo el silencio tenso.