𝙎𝙝𝙚 𝙞𝙨 𝙖𝙣 𝙖𝙣𝙜𝙚𝙡 [Todoroki Shotō]

ᴏ ɴ ᴄ ᴇ

  —¿Soy un monstruo? —Pregunto de la nada mientras retiro la pajilla de mi boca.

—¿A qué te refieres? —Me ve de reojo.

—¿No te da miedo hacerme compañía estando solos? —Mi mirada está pérdida en la nada, sin un punto en específico al cual ver

—Vale, dime quién fue el tonto que te hizo sentir así, ¿Bakugō? Sabes que él es así con todos, ¿Kaminari? Es un est——

 —Ninguno de ellos ni de los que se que mencionaras —Lo interrumpí—. No lo hizo intencional, pero si me hirió. —Mi boca tembló—. Y creo que así piensa la mayoría.

—¿Qué te dijo?

—Le daría miedo quedarse conmigo a solas.—Suelto sin reparos viendo un ave que pasa volando justo enfrente de nosotros.

El aire está haciéndose más fuerte aquí arriba en la azotea, mi lugar favorito aparte del hueco de la escalera. Estamos sentados en la orilla del edificio escolar, con nuestros pies colgando sobre el vacío.

—¿Quién fue? —Insiste.

—No te lo voy a decir Shoji, lo sabes. —Sonrió de lado y acarició a Pycrot que está a un lado mío

—¡Fue Uraraka! —Grita lo más rápido que puede

—¡Oye! —Lo tomo de su tallo verde oscuro y lo alzó , poniéndolo frente a mí—.nTe estás revelando ultimamente ¿eh? —Alzo una ceja molesta.

—Lo que pasa es que me estoy casando de que no uses esa boca tuya más que para atracarte de carne ¡estúpida!

—¡Estúpida tú, calabaza de Halloween!

—¡JA! ¡Me dices a mi Halloween cuando tú eres la que trae el aire de "te voy a comer si me quitó esta cosa de la cabeza"!

—¡Al que me voy a terminar comiendo es a ti! ¡Te haré en crema de calabaza!

—¡AH! —Suelta el aire, ofendido, realmente ofendido—. No lo dijiste.

Vale, si me pase.

—A-ah... Y-yo lo siento.

—Pues hay ves como le haces sin tú calabaza para crema, bye bye estúpida. —Y con eso, desaparece, dejándome solo la calabaza lisa, sin aberturas en los ojos y boca.

Se molestó de verdad conmigo. Lo herí de en serio.

—Ahg... Perdón. —Lo abrazo pero no hay señales de él—. ¿Pycrot?

  —Ahm... ¿Qué fue eso que acabo de ver?— Shoji está más que confundido

—Papá le dio vida, ese es su kōsei, darle vida a objetos inanimados; cualquiera que él quiera. Y este fue mi regalo en mi cumpleaños catorce.  Pero obviamente, siendo Halloween, y habiendo olvidado que era mi cumpleaños, tomó la calabaza del jardín de los vecinos.

—No me estás tomando el pelo ¿cierto?

—Jaja, no, claro que no. —Reí divertida—. Es en serio, tan disparatado como suena. — sonreí ante los recuerdos—. Pero cuando salimos aquella noche a pedir dulces, y para estrenar a mi nuevo amigo que comenzaba a conocer el mundo, él se horrorizo al ver a todas esas calabazas en un estado tan poco... Tan poco... ¿Qué palabra uso? —Me detuve a hacer memoria—. ¿Honorable? Creo que sí. Y fue peor cuando a los días, por todo el barrio se olió la crema de calabaza cocinando en las casas de los vecinos. Ese día se salió de control y casi me asfixia cuando tuvo su ataque en plena calle.

El timbre suena, pero no le damos importancia, estamos realmente cómodos aquí arriba. En la siguiente hora deberíamos tener profesor, ya que Present Mic se enfermo de la garganta nos dejaron descansar por esa hora, pero ya ha concluido.

—Pycrot fue difícil al principio, él también se rió de mi cuando me vio sonreír plenamente, es decir, mostrando mi boca cortada, pero ahora no sé que haría sin él.

—Y es que tienes una sonrisa linda. —Sentí su gran mano colocarse en mi mejilla y repasar sus dedos por lo que para él es solo una cortada.

—S-shoji... ¿Sabes que en realidad es casi como si estuvieras acariciando los labios? —Estoy colorada a más no poder y lo nota, soltando una leve y suave risa.

—Perdón.

—Sí, disculpate. —Una tercera voz algo molesta hace acto de presencia detrás de nosotros.

—¡Ah! —Del susto casi caigo al vacío, pero su firme mano me rodea por la cintura, y entonces siento que estoy a salvo.

❝Un ángel me vino a salvar.❞

“Los angeles no pueden caer.”

—To-todoroki. —Tartamudeo al girar mi cabeza para verlo.

—¿Hace cuánto que estás acá? —Lo interroga Shoji algo a la defensiva

—Perdón si oí algo que no debía.

—No has respondido, y ya puedes soltarla. — Insiste y dedica una mirada ¿irritada? A la mano del bicolor que aún me sostiene, con su cuerpo pegado al mío.

—Ven. —Ignora lo primero que mi albino amigo le solicito y me ayuda a ponerme a salvo de una caída poniéndome sobre terreno seguro en el techo y no en sus orillas.

—G-gracias. —Siento demasiado calor en mis anaranjadas mejillas.

—Me gusta venir aquí de vez en cuando. — Suelta de la nada, respondiendo la pregunta del de múltiples brazos pero sin verlo a él, más bien, lo dice intentando encontrar mi mirada nerviosa que lo evita—. Cuando subieron yo ya estaba aquí. Lo siento, creo que no debí escuchar a escondidas.

—¡No-no importa! —Quito con delicadeza sus manos de mis caderas, dando unos pasos atrás para alejarme de él, y chocando con el firme pecho de Shoji que no sé en qué momento se colocó detrás de mí

—¿Y por qué sigues aquí si la campana ya sonó?

¿Es mi idea o mi amigo está algo agresivo hoy?

—Iba a bajar, pero no sé por qué... No pude irme y dejarlos solos.

Su sinceridad es tremenda, y sus ojos de niño muestran cero malicia, de hecho, al hablar lo hace como si él mismo estuviera procesando también que significa lo que está diciendo. Lo que hay detrás de sus palabras.

—Vamos a clases entonces. —No puedo evitar sonreír levemente, enternecida por él.

Doy un paso adelante y Shoji me sigue detrás, pero Todoroki se queda estático en el mismo lugar.

—¿Pasa algo? —Me detengo al ver qué no camina

—Siempre te quitas la calabaza cuando subes aquí. Deberías hacerlo más seguido. Tú sonrojo es lindo también —Agrega al final justo cuando me doy cuenta que tengo el rostro hirviendo.

Espera, eso significa que cuando yo he estado aquí, ¡¿él también?!