𝗘𝗡 𝗖𝗢𝗠𝗔

DAY 7

— 1 de enero de 2022, Hospital EN-MERGENCY

Jungwon despertó, soltando un bostezo y parpadeando varias veces mientras buscaba acostumbrarse a la luz que entraba por la ventana.

Se sentó en el sofá, confundido de no estar en su cama, y entonces recordó que pasó la noche durmiendo en la habitación de Jay en el hospital.

De hecho, le vino muy bien dormir ahí, puede que el sofá haya sido pequeño para su cuerpo y su cuello le duela por la postura en la que durmió, pero había pasado algo que no había logrado en mucho tiempo.

Dormir.

Jungwon llevaba mucho tiempo sin dormir realmente bien y siempre que lo intentaba terminaba teniendo pesadillas, no dejándolo dormir bien.

Por eso era que tenía unas notorias ojeras debajo de sus ojos que siempre trataba de ocultar con maquillaje para no preocupar a nadie.

El no se encontraba bien, tanto físicamente como emocionalmente, pero lo ocultaba lo mejor posible para no preocupar a nadie.

—Buenos días Jay-ah —susurró con una pequeña sonrisa, mirando en dirección a Jay—. ¿Puedes creerlo? En mis sueños te vi y no sabes lo bonito que fue todo, como estabas allí con tu cabello rubio y esa bonita sonrisa que tienes.

Sin darse cuenta, Jungwon estaba sonriendo como un tonto enamorado mientras tenía su mirada perdida en la pared y sus pensamientos en los recuerdos de ese hermoso sueño.

—Estábamos tu y yo, caminando por un hermoso jardín que parecía ser eterno, nos tomábamos de la mano mientras nos mirábamos a los ojos de vez en cuando —sonrío ante el recuerdo, sus ojitos brillando de felicidad y su corazón acelerado.

—A veces yo soltaba carcajadas de felicidad mientras corría por el jardín sin parar y tu me seguías con una gran sonrisa —sonrió mirando el rostro de Jay, deseando volver a ver su sonrisa—. Cuando lograstes que me detuviera, me abrazastes con fuerza y me decías muchas veces que me amabas.

—Era tan hermoso, tanto que lo sentí tan real —indicó con una pequeña sonrisa y tomó la mano de Jay dándole un pequeño apretón—. Si despiertas quiero que vayamos a un bonito jardín y que hagamos las mismas cosas que en el sueño.

Sonrió tanto que sus ojitos se hicieron pequeños y parecían dos media lunas, viéndose bonito a los ojos de cualquier persona.