SERENA… 🌙
Han pasado semanas desde lo ocurrido con Seiya; todos los días nos escribimos mediante internet y los fines de semana sostenemos nuestras citas las cuales al igual que aquel día terminamos pasando la noche la noche juntos.
Literalmente vivo más en el apartamento de Seiya que en el mío propio, las chicas se han acostumbrado tanto a mi nuevo estilo de vida que ya ni les parece raro si vengo o no.
Durante estos días también he estado trabajando duro en mi reportaje; tanto que casi no me puedo alimentar como es debido y esto me ocasiona varios desmayos y mareos, las chicas me aconsejan que vaya al médico o que por lo menos haga pausas para comer; sin embargo tampoco le doy importancia a cosas tan triviales como esas.
Me encontraba en mi apartamento preparándome para la fiesta, debido a que tenía un carné de exclusividad con el cual podía asistir al igual que Beryl, las chicas estaban frustradas a causa de las exigencias del protocolo aun así quisieron hacer parte del evento ayudándome a arreglarme.
― ¿Cuál escoges?― preguntó Petzite mostrándome un par de lipsticks. ― Coral carnaval o borgoña.―
―Coral carnaval― respondí alegremente ya que ese color era mi favorito de los dos. ― El borgoña me parece muy atrevido, cómo para salir a una disco.―
Petzite se acercó a mi para aplicar el lipstick, mientras que Luna ultimaba detalles en el peinado.
―lista; mírate.―
Me gustó mucho el nuevo estilo que le proporcionó a mi peinado de odango ya que combinó algunas perlas y flores de fantasía en mi pelo, no lucían ni muy extravagantes ni muy sobrias, eran perfectas.
―Ahora si amiga, estás más que lista; ay quedaste preciosa.― dijo Petzite emocionada, motivo por el cual sonreí y de inmediato ella me tomó del rostro.
―¿Pasa algo?― indagué
―Tus ojos.― indicó.
―¿Qué pasa con mis ojos?―
―Están brillando… Ay Serena.― manifestó poniéndose su mano en la boca.
―¿Qué pasa Petzite?― se unió Luna.
―¡Ay Serena tú estás embarazada!― gritó emocionada.
Automáticamente entré en shock.
“¿Yo embarazada?”
Me quedé sin aliento al escuchar la afirmación de Petzite, pero la voz de Luna me hizo regresar a la realidad.
―¿Qué acabas de decir Petzite?― increpó Luna.
―Lo siento, pero desde hace días Serena tiene ese brillo especial en su mirada y pues…― Petzite exhaló un suspiro que sonaba a culpa. ―Perdón, no quería arruinar la noche.―
Todo se mantuvo en silencio, tan solo me limitaba a mirarla con un perfil de sorpresa aun pensando en la “noticia” que me acababa de dar.
«Serena tú estás embarazada.» retumbaba en mi mente.
De repente el teléfono del apartamento sonó, Luna tuvo que ir debido que estaba inmóvil por lo que acababa de suceder.
―Serena, el taxi te está esperándote.―
Levanté mi rostro y asentí.
―Cuando regrese, hablaremos.― le dije a Petzite.
Tomé mi abrigo y mi bolsa y salí rumbo a la recepción.
Me recargué en la pared del elevador mientras este descendía al lobby del edificio. Seguía absorta en las palabras de Petzite, pues las posibilidades de que estuviera embarazada podrían ser acertadas ya que en todos los encuentros que tuvimos con Seiya nunca nos protegimos o algo parecido.
Confieso que tuve una mezcla de sentimientos encontrados, por un lado estaba feliz, tendría un bebé y del hombre al que amo pero por el otro me sentía angustiada aún no había planeado absolutamente nada, aunque todo acto conlleva a una consecuencia y ya no era una niña para evadir esa responsabilidad.
El timbre del ascensor sonó indicándome que ya era hora de salir, desperté del trance y avancé hasta la entrada del edificio donde me estaba esperando el taxi.
::::::::
Llegué hasta el inmueble en el que se llevaría a cabo el evento, salí del taxi y me dispuse a observar para todas partes buscando a Seiya entre la gente, di unos cuantos pasos hasta la fila de espectadores que espera a las afueras del sitio, era larguísima, tenía noción de lo importante que era la colección pero nunca imaginé que tanto, me acerqué un poco logrando colarme entre las personas quienes estaban un poco indignadas por mi proceder.
Sin querer logré escuchar parte de la conversación entre uno de los asistentes con el vigía de la puerta.
―Lo lamento señor, pero sólo personal exclusivo.―
Aquel caballero salió ofuscado tras oir lo que el guardia le decía, y entre dientes le maldecía.
―Disculpe; soy Serena Tsukino, prensa.― exclamé mostrándole mi credencial e inmediatamente el vigilante me permitió pasar.
Caminé a lo largo del pasillo observándolo todo a mi alrededor, el lugar estaba muy bien decorado con flores exóticas más no con las tradicionales rosas, me sorprendí bastante, avancé un poco más hasta llegar a una especie de patio gigantesco, en el centro del mismo reposaba la pasarela. Las luces LED impactaban en el creando una magnifica vista, continué caminando hasta llegar a las sillas del público, tomé una y me senté a esperar a Seiya ya que no lo había encontrado ni en la fila ni en las pocas personas que habían entrado.
No sé cuánto tiempo me quedé allí esperando, pero estaba un poco aburrida, asi que me levanté de la silla y fui a buscar algo para beber, entonces recordé la noticia que me había dado Petzite, cabía la posibilidad de que estuviera embarazada por lo que el alcohol quedaba eliminado de mi menú, seguí avanzando hasta llegar a la mesa en la que reposaban las bebidas, por fortuna había limonada por lo que tomé un vaso y saque un poco de ella.
Me disponía a beber cuando repentinamente una voz me sorprendió.
―Definitivamente nunca cambias Serena Tsukino.―
Inmediatamente me giré hacia atrás encontrándome con un pelinegro alto y muy apuesto. Por un momento tuve una extraña sensación, lo observé de arriba hacia abajo pero sabía sin saber quién era, aunque se me hacía conocido.
―Disculpa, ¿Te conozco?―
―¿Cómo? ¿Acaso no me reconoces Serena?― pregunto esbozando una sonrisa de sus labios, traté de reconocerlo pero mi mente no me ayudaba, él por su parte se quitó los lentes pero aun seguía sin reconocerlo.
―Soy Darien, Darien Chiba, ¿Me recuerdas ahora si?―
Me tapé la boca a causa de la sorpresa pues no podía creerlo, Darien Chiba mi primer novio en la preparatoria, estaba irreconocible, era lógico ya era un hombre ¿cómo podía compararlo con aquel niño de esa época?. Aunque seguía tan galante como antes,
«¿Cómo no pude reconocerlo?» me cuestioné
―Te reconocí por tu peinado.―
―Oh, ya veo.―
―¿Viniste sóla?―
Asentí.
―¿Y tú ?―
―Igual, bueno me invitaron―
Sonreí una vez más y me alejé.
―¡Espera!― exclamó alcanzándome.
Experimenté un momento de tensión, tal vez porque al igual que con Seiya no lo veía desde hacía tantos años.
Me mantuve en total silencio ya que no sabía que decirle a Darien, además el evento estaba por empezar pues el presentador realizaba los respectivos saludos.
Caminaba a paso largo tratando de evadir a Darien pero él siempre se las arreglaba para alcanzarme y caminar a mi lado, tal vez parecí inmadura pero no quería tener problemas con Seiya ni que se repitiera mi triángulo amoroso.
Me senté en la silla y Darien a mi lado, estaba un poco inquieta por su presencia pero decidí disimular mi incomodidad y seguir con mi trabajo, empecé a tomar apuntes, no podía perderme ningún detalle del certamen.
―¿Por qué escribes todo eso?― preguntó Darien.
―Es parte de mi trabajo― respondí.
―¿En que trabajas?―
―Soy reportera de una revista, no puedo perderme de nada. Y esto que estoy haciendo es una crónica.―
―Oh, ahora lo recuerdo, siempre te gustó interactuar con la gente, eso era lo que más me gustaba de ti.―
Ay por favor, ¿A quien quiere engañar? Si realmente yo le hubiese gustado nunca me habría cambiado por Melissa.
El certamen continuó con cada una de sus sesiones, hasta terminar.
Aplausos resonaban en el lugar mientras despedían al diseñador el cual agradecía por nuestra asistencia.
Apenas bajó de la pasarela me apresuré para verlo, todo fue a propósito ya que no quería tener contacto con Darien, tal vez fue un acto un tanto rencoroso pero en esos momentos solo quería sacar un excelente trabajo.
Como era de esperarse todos los periodistas se acapararon sobre él incluyendo a la molesta de Beryl quien al verme llegar puso una cara de pocos amigos.
―Vaya, pensé que no llegarías, compañera.―
―Eso es lo que quisieras ¿Verdad? Para llevarte todos los créditos del reportaje, pero ¿Qué crees? No se te dio, ¡ups!.―
Las dos nos acercamos de manera reñida hacia el grupo de periodistas que se hallaban cerca al diseñador, aunque todos hacían sus respectivas preguntas era más que evidente que Beryl y yo seguíamos riñendo por tomar la palabra, lo bueno de todo era la paciencia del pobre diseñador quien las respondía todas.
La entrevista terminó y deje de grabar con mi celular, nos despedimos del diseñador y nos marchamos después aunque tuviera que recorrer el pasillo en compañía de mi querida compañera quien no dudaba en tratar de molestarme.
― Hiciste demasiadas preguntas Serena; ojalá tu parte te salga tan bien asi como la entrevista.―
―Beryl, dedícate a lo tuyo, no estés enfocándote en mi trabajo ¿quieres?―
Me alejé de ella y avancé de regreso hacia el escenario, caminaba por todas partes buscando a Seiya y finalmente lo encontré.
―Mi amor.― saludé
―Oh, Serena… ¿Dónde estabas?―
―Trabajo― señalé mi libreta.
Me acerqué a él y le dí un beso en sus labios, Seiya se esforzó por sonreír lo cual me dio un aire de incertidumbre, pues su semblante lucía preocupado.
―Amor, ¿Te pasa algo?―
Él trato de negar, y para disimular su preocupación sonrió.
―Tengo algo que decirte.― exclamé emocionada.
―Yo también― dijo él
Traté de contarle la noticia de mi posible embarazo pero en ese mismo momento hizo aparición una mujer de cabellos aguamarina, traía un vestido blanco adornado con brillantes, se abalanzó sobre Seiya y lo besó.
―Mi amor ¿Por qué te me desapareces?― preguntó de manera sonriente.
Me quedé estupefacta al verla abrazándolo, él por su parte aclaró su garganta y se dispuso a presentarnos.
―Emmm, Serena, Michiru… Michiru, Serena.―
―Oh, Serena… tu amiga de la escuela, me da gusto conocerte, yo soy Michiru Kaioh la novia de Seiya… digo, prometida.― manifestó ella mostrándome su anillo de compromiso.
Inmediatamente voltee hacia Seiya quien me observaba con un semblante de indecisión.
―Ya veo, me alegro mucho por los dos.― exclamé tratando sacar fuerza de donde no la tenia y contener mis lágrimas. ―Emmm, debo irme, mañana iré a trabajar.―
―Ay no, ¿ya te vas? Quédate Serena, asi nos conoceremos un poco más.― suplicó ella.
―Me gustaría pero… debo ir a trabajar; buenas noches― dije despidiéndome de cada uno.
Salí de allí con mis sentimientos por el piso, completamente derrotada y adolorida por todo lo que estaba pasando, incluso nis, debido a esto me recargué en la pared en la que lloré otra de mis desgracias.
:::::::
Les actualizo un nuevo capitulo, que espero que les guste y quiero que sepan que acepto sus criticas, ojalá sean constructivas. ✌